Chile y la rebelión de las masas
¿Por qué protesta el país más rico de Latinoamérica, el cual disfruta de una democracia liberal y sus ciudadanos...
¿Por qué protesta el país más rico de Latinoamérica, el cual disfruta de una democracia liberal y sus ciudadanos, del grado más alto de libertad humana, en conformidad con las mediciones realizadas por los think tanks Instituto Cato y Fraser Institute, considerando en esa valuación al conjunto de libertades económicas, civiles y personales? De igual manera, Chile es también la nación que, en América Latina, registra la puntuación más elevada en el Indice de Desarrollo Humano; es el segundo país menos corrupto de acuerdo al estudio realizado por el Indice de Percepción de Corrupción; y el tercero en el índice de Estado de Derecho.
Muchos han declamado protestar por la desigualdad, pero los datos no respaldan semejante explicación. La desigualdad de ingresos en Chile, medida por el coeficiente Gini, se ha precipitado de forma significativa, ya desde 1990. Tampoco es cierto afirmar que los beneficios han ido a parar exclusivamente a las manos de los más ricos: entre 1990 y 2015, el ingreso per cápita de aquellos que exhiben ingresos más altos se incrementó en un 208%, mientras que el correspondiente a quienes forman parte del quintil más bajo, se vio incrementado en un 439%.
Entonces, ¿dónde pueden rastrearse los motivos para la protesta? El fenómeno es en extremo complejo, y no ha de verse restringido al caso chileno. El psicólogo de Harvard Steven Pinker señaló, en su libro En Defensa de la Ilustración que, a pesar de que el mundo se exhibe cada vez mejor en prácticamente cualquier indicador de bienestar humano que sea posible considerar, muchas personas entienden que todo está peor, sucumbiendo ante los cantos de sirena de líderes que se nos presentan como salvadores. Pinker subraya que es preciso volver a defender los valores de la Ilustración, esos mismos que hicieron posible la prosperidad a la que nos ha acostumbrado la modernidad.
En 1929, hace ya casi un siglo, el filósofo español José Ortega y Gasset escribiría en La Rebelión de las Masas:
'Al amparo del principio liberal y de la norma jurídica, podían actuar y vivir las minorías. Democracia y ley, convivencia legal, eran sinónimos. Hoy, asistimos al triunfo de una hiperdemocracia, en que la masa actúa directamente sin ley'.
Bajo el espejismo de que 'todo tiempo pasado fue mejor', las masas son atraídas por la promesa de un paraíso terrenal que suele conducir a la destrucción del orden que ha hecho posible el bienestar actual, progreso que dan por sentado y al cual llegaron, al decir de Ortega y Gasset, como herederas, desarrollando una psicología de 'niño mimado'. El 'hombre-masa' nada tiene que discutir, porque se percibe dueño de la verdad.
Ortega y Gasset señala que el notorio avance en Occidente consistió en la consolidación de un sistema de cooperación social que dejó el uso de la fuerza relegado a última instancia: 'La civilización no es otra cosa que el ensayo de reducir la fuerza a ultima ratio. Ahora, empezamos a ver esto con sobrada claridad, porque la ‘acción directa’ consiste en invertir el orden y proclamar la violencia como prima ratio; en rigor, como única razón'.
¿Observan siempre un carácter legítima las protestas ciudadanas? Depende. Cuando se protesta para defender un orden de cooperación social que posibilita el ejercicio de las libertades individuales y el progreso humano que de este se deriva, naturalmente que son genuinas. Cuando se protesta con el objetivo de destruir ese orden, y ello se hace recurriendo a la violencia como primer recurso, desde luego que no existe legitimidad.
Es Magister en Comercio y Política Internacional de la George Mason University y graduada con un título de Ciencias Políticas con concentración en Relaciones Internacionales de la York College of Pennsylvania. Se desempeña como Editora de ElCato.org. investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador) desde enero del 2006. Sus artículos y papers son publicados regularmente en otros periódicos de Latinoamérica y España.