Irán moviliza más armamento letal hacia Yemén

Agréguense misiles tierra-aire a la lista creciente de armamento avanzado -como ser misiles crucero, misiles balísticos, y aeronaves no tripuladas (drones) armadas— que la República Islámica de Irán está contrabandeando a través de su elemento subsidiario o proxy, los rebeldes hutíes, hacia Yemén. Claramente, Teherán no tiene intención alguna de poner fin a la guerra civil de cinco años de duración en esa nación, como tampoco se esmera en dar término a su conflicto subsidiario contra la coalición liderada por Arabia Saudita. Menos todavía, tiene Irán la intención de recortar su listado de funestas y desestabilizadores acciones en Oriente Medio. 

La más reciente revelación que versa sobre el contrabando de armamento iraní se basa en informes dados a conocer desde el Comando Central de la Armada de los Estados Unidos, y a la exitosa intercepción -de parte de la Guardia Costera estadounidense- de un embarque de armas en el Mar Arábigo, en un navío que tenía por destino a Yemén.

En tal sentido, se realizaron dos interdicciones desde noviembre pasado, en donde la más reciente involucró el accionar del crucero de misiles guiados de la Armada, el USS Normandy. En aquella oportunidad, el navío militar confiscó una pequeña nave sin bandera, conocida localmente como dhow, y que se hallaba cargada con una partida de armas iraníes.

De acuerdo al Comando Central de los Estados Unidos:

Además de tres misiles tierra-aire, la partida de armas incluyó 150 misiles guiados antitanque 'Dehlavieh', miras telescópicas de acción infrarroja, componentes iraníes para drones aéreos y para pequeños botes no tripulados, así como también otra clase de munición y de repuestos para armamento avanzado.

El destructor con misiles guiados USS Forrest Sherman confiscó un embarque similar en noviembre, el cual incluyó componentes para el misil '351' (similar al Quds-1) y, posiblemente, similar también al utilizado durante el otoño pasado en el ataque iraní contra instalaciones petroleras saudíes. Asimismo, el Forrest Sherman capturó componentes para el misil crucero antibuque iraní Noor, de acuerdo a la información compartida por un vocero de CENTCOM. El Noor, cuya estructura y diseño se basa en el misil chino C-802, exhibe un alcance de 120 kiómetros, y puede ser disparado desde navíos o desde instalaciones terrestres.

Amén de prolongar el sangriento conflicto en Yemén, la provisión directa o indirecta y la transferencia de armamentos hacia los hutíes, consignan ambas una violación contra la Resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas #2216. Aún cuando solo una pequeña porción del armamento fuere confiscado en interdicciones en alta mar, la intercepción de un total de misiles tierra-aire iraníes -conocidos como '358'- resulta potencialmente significativa.

A pesar de que CENTCOM compartió al detalle las capacidades operacionales del misil 358 en una conferencia de prensa, según se ha informado, estas armas pueden perseguir y destruir objetivos aéreos, como ser helicópteros. A diferencia de otras armas que los iraníes han copiado, como el misil antibuque chino C-802 o el misil antitanque guiado de origen ruso Kornet, CENTCOM calificó al 358 como 'un misil diseñado estrictamente por Irán'. 

Esta novedad en torno de los misiles tierra-aire representa un perturbador desarrollo en el contexto del análisis del arsenal militar con que cuenta Irán. En efecto, en algún punto, el misil 358 puede ampliar sus capacidades para incluir a otros objetivos (marítimos o terrestres). Por ejemplo, de confeccionarse su adaptación para ser empleado en un ataque marítimo, este novedoso armamento podría potenciar la actual amenaza iraní contra la navegación militar y comercial en torno de Yemén, incluyendo eventualmente al Mar Rojo, al Estrecho Bab al-Mandeb, al Golfo de Adén y al Golfo de Arabia.

Más aún, la proliferación de sistemas de armamento avanzado en beneficio de un actor no estatal como es el caso de los hutíes, es un dato perturbador. Ya hemos visto el modo en que los hutíes han empleado misiles y drones contra objetivos estadounidenses, yemenitas, saudíes y de los Emiratos Arabes.

Adicionalmente, el empleo en combate de una nueva arma de origen iraní en el teatro yemenita, proporcionará a Teherán información adicional de campo para que pueda proceder al desarrollo futuro de los 358s -algunos de los cuales, según se cree, han sido empleados ya contra drones estadounidenses.

Finalmente, este tipo de armamento podría terminar en manos de otros aliados de Irán, como ser Hezbolá -que ya supo utilizar un misil crucero antibuque contra un navío de guerra israelí en el Mediterráneo Oriental, en 2006.

El desarrollo, despliegue y la eventual proliferación de estos sistemas de armamento avanzado -en momentos en que, supuestamente, Irán se ve afectado bajo un embargo de armas de Naciones Unidas que pronto expirará-, solo servirá a efectos de incrementar el calibre de la amenaza que Teherán y sus aliados consignan en perjuicio de la paz, la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio.

Artículo original, en inglés