INTERNACIONALES: DEAN CHENG

Coronavirus: al expulsar a periodistas, China acelera su guerra política contra Estados Unidos

En momentos en que la pandemia del coronavirus concentra la atención mundial...

20 de Marzo de 2020


En momentos en que la pandemia del coronavirus concentra la atención mundial, la República Popular China ha aprovechado la oportunidad para reprimir toda información que respecta a su comportamiento frente al fenómeno.

Coronavirus chino, Coronavirus de Wuhan, Propaganda chinaEl Ministerio de Relaciones Exteriores chino emitió un comunicado el pasado martes, desde el cual se informa la expulsión de periodistas acreditados que desempeñaban labores de prensa para los matutinos estadounidenses The New York Times, The Washington Post, y The Wall Street Journal. Funcionarios chinos han ordenado que reporteros y periodistas de los citados medios entreguen sus respectivos visados de prensa, dentro de los próximos diez días.

Esos tres periódicos, así como también Revista Time y la Voz de América, también deberán proporcionar a China un listado completo de sus empleados, los bienes inmobiliarios que utilizan -presuntamente, residencias- y registros financieros.

En rigor, se trata de la más reciente maniobra de Pekín, a la luz del recurrente duelo que mantiene con los Estados Unidos y que se vincula con la libertad de información.

El 18 de febrero pasado, el gobierno de los EE.UU. designó oficialmente a cinco entidades vinculadas al gobierno chino como 'misiones en el extranjero', considerándolos agentes foráneos del Partido Comunista Chino y, por lo tanto, negándoles la calificación de entidades independientes o pertenecientes al sector privado.

Entre esas entidades, se encuentran la agencia de noticias Xinhua, la cadena televisiva CGTN, Radio China Internacional, China Daily, y Hai Tian Development USA Inc. Las primeras cuatro son, en conjunto, organizaciones tuteladas por el estado chino.

Rápidamente, China eyectó a tres periodistas del matutino Wall Street Journal, argumentando que el periódico había insultado a la ciudadanía china, por referirse- en uno de sus títulos- a ese país como 'el enfermo de Asia'. Acto seguido, Estados Unidos listó a 160 ciudadanos chinos que podrían estar desempeñándose en territorio estadounidense como empleados de las cuatro organizaciones -ya citadas- regenteadas por Pekín.

La decisión china de interponer límites a los canales informativos estadounidenses remite, de manera muy específica, a una réplica frente a la posición estadounidense.

Más importante aún, los chinos también implementaron restricciones de cobertura no solo vinculados a China, sino también a Hong Kong y Macao. Hong Kong, por cierto, ha sido escenario de populosas manifestaciones que buscaban denunciar la interferencia de Pekín en los asuntos internos del territorio.

Aún cuando Pekín desearía promocionar su más reciente decisión como una réplica contra Washington, lo cierto es que China se esmera para persuadir al mundo de que su sistema para hacer frente al coronavirus ha sido ejemplar. Su propia confesión al respecto de 'defiencias y carencia de recursos' está siendo gradualmente disfrazada, reemplazándose ese reconocimiento por una narrativa que insiste en que China logró 'comprarle tiempo' al mundo, siendo que Occidente no aprovechó esa oportunidad.

Los periodistas extranjeros acreditados en China ciertamente complicarían ese esfuerzo de propaganda. Irónicamente, el New York Times optó por publicar un editorial que se hizo eco de la versión propiciada por Pekín.

Más perturbador es el hecho de que los funcionarios chinos hayan emitido al aire acusaciones que versaban que el COVID-19, originario de Wuhan, ha sido resultado de operaciones de guerra biológica perpetradas por los Estados Unidos.

En realidad, esa afirmación no parte de teorías conspirativas elaboradas por ciudadanos estadounidenses. Todo partió del vocero de la Cancillería china, quien utilizó su propia cuenta de Twitter para diseminarla.

La ironía, también en este caso, es que el ciudadano chino promedio no puede siquiera contar con una cuenta en esa red social; detalle que le imprime un carácter ciertamente grotesco a la situación. 



Artículo original, en inglés

 

Sobre Dean Cheng

Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.