India: relajar la cuarentena, o padecer lo peor de ambos mundos
Olvídese de la precaución. India debería rápidamente relajar el cierre por el COVID-19...
29 de Abril de 2020
Olvídese de la precaución. India debería rápidamente relajar el cierre por el COVID-19, a criterio de revivir la economía. De otro modo, podría sufrir lo peor de ambos mundos —el colapso económico sin controlar el virus. En un webinar de la Universidad de Princeton la semana pasada, el Premio Nobel de Economía Angus Deaton no mencionó a India específicamente, pero resaltó el peligro en los países pobres de experimentar lo peor de ambos mundos.
Deaton señaló que los países con administraciones y sistemas de salud sólidos podrían hacer cumplir el distanciamiento social, las pruebas masivas, el aislamiento y el tratamiento. Esto podría controlar la epidemia. Pero, en los países pobres con capacidad administrativa y médica limitadas, las cuarentenas obligatorias no controlarían la enfermedad. El distanciamiento social es imposible en los barrios urbanos densamente poblados, en los bazares donde la gente se aglomera y en las chozas donde duermen varias personas. La capacidad para realizar pruebas del virus es débil, de manera que la detección, el aislamiento y el tratamiento son sumamente incompletos, y la enfermedad se esparciría a pesar de la cuarentena.
India está mejor que los países africanos, pero su capacidad administrativa está por debajo del promedio. A pesar de los esfuerzos, la tasa de pruebas realizadas es inferior a las 20 mil diarias, de manera que no tenemos idea cuántas personas están realmente infectadas. India tiene 0,7 camas de hospital por cada 1.000 personas, una de las tasas más bajas en Asia. Tiene un doctor por cada 1.404 pacientes, muy por debajo de la norma de la Organización Mundial de Salud (OMS) de uno por cada 1.000 pacientes. Tiene 1,7 enfermeras por cada 1.000 pacientes en contra de la norma de la OMS de 3 por cada 1.000.
El Primer Ministro Modi dice que ha dedicado 602 hospitales, pero faltan camas de aislamiento y 12.000 camas de cuidados intensivos para enfrentar el reto del COVID-19. Muchas corporaciones, ONGs, gobiernos de los estados y voluntarios están ayudando. Pero, sí tan solo 1% de la población de India se contagiare, eso hablaría de una cifra de 13 millones de personas. Las instalaciones médicas de la India lucen patéticamente inadecuadas para eso.
Hacer cumplir el distanciamiento social luce imposible. Las multitudes masivas de trabajadores migrantes demandan asistencia. Las cocinas comunitarias alimentan a los necesitados, pero éstas implican aglomeraciones. Los buses y trenes han sido detenidos para limitar las aglomeraciones, pero millones de trabajadores migrantes están marchando a sus casas en grupos, ignorando el distanciamiento social. En los apretados bazares y barrios pobres, la gente no puede mantenerse a dos metros de distancia por mucho tiempo.
Los mercados agrícolas mayoristas están siendo reactivados para la cosecha de la primavera, pero el distanciamiento social en estos mercados (mandis) es difícil. Los agricultores que siembran alimentos perecibles han perdido toda su cosecha, debido a la suspensión del transporte.
El FMI predice que el crecimiento del PIB será de -1,9%, tan malo como en 1991 cuando India colapsó. Si el distanciamiento social no funciona, y si la economía no logra revivir en la segunda mitad de 2020, el FMI señala que el crecimiento será profundamente negativo, el peor desempeño de la independencia de la India. Este desastre económico creará una miseria masiva que exacerbará las enfermedades y las muertes. De manera que una cuarentena prolongada podría matar y perjudicar a más personas que las vidas que salvaría.
Ser terco no significa ser duro de corazón. Algunos favorecen una re-apertura muy gradual para monitorear la evolución de la enfermedad. Sospecho que eso causaría más miseria que una re-animación rápida de la economía. El mundo ha experimentado muchas pandemias (SARS, MERS, la epidemia de la influenza en 2018) que murieron sin que se haya tenido que clausurar la economía. La influenza de 2017-2018 provocó 80 mil muertes en los Estados Unidos de América, pero no se ordenó ningún cierre. En el caso del COVID-19, el Imperial College of London proyectó una propagación explosiva del virus que mataría a millones, a menos que fuese controlada por vía de una cuarentena.
Esto causó pánico alrededor del mundo. Los gobiernos no querían ser acusados de matar a gente. Una excepción se dio cuando la socialista Suecia fomentó el distanciamiento social, pero evitó cualquier tipo de cuarentena obligatoria. Comparado con los países europeos con cuarentenas obligatorias, las tasas de infección y mortalidad de Suecia están en la mitad del grupo. Por sí sola, ha salvado su economía mientras que evitó un desastre médico, y tuvo un desempeño médico superior al de muchos países que cerraron su economía.
Varios países han decretado cuarentenas obligatorias que van desde leves hasta muy estrictas (como la de India). Estas están provocando el colapso económico más grande desde la Gran Depresión. Sin embargo, numerosos expertos cuestionan la precisión o incluso la validez del modelo del Imperial College. Una cuarentena “achata la curva” de infecciones. Pero eso no garantiza una menor cantidad de muertes —estas simplemente podrían estar esparcidas a lo largo de 18 meses en lugar de solo 4 meses. Deaton consignó que las muertes atribuídas a las pandemias están exageradas por las “cosechas”: muchos de los que mueren son personas enfermizas que se hubiesen muerto de todas maneras durante los próximos dos años. Deaton sostiene que ésta es la razón por la cual las tasas de mortalidad se desploman un año después de una pandemia.
Los datos son demasiado limitados y sospechosos para comprobar o descartar el modelo del Imperial College. Quizás la enfermedad es menos letal y se propaga más rápido de lo que los modelos predicen. Quizás es menos efectiva en países tropicales. Nadie realmente conoce los resultados médicos. No obstante, sí sabemos que su resultado económico será terrible.
Los riesgos existen tanto si salimos de la cuarentena gradualmente como si lo hiciéramos de manera rápida. El levantamiento rápido mitigará el desastre económico, pero podría empeorar las muertes -aunque esto también es incierto. Es de preferirse este escenario, frente al levantamiento gradual que podría darle a la India lo peor de ambos mundos.
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@Swaminomics
Sobre Swaminathan Anklesaria Aiyar
Swaminathan S. Anklesaria Aiyar es un académico titular de investigaciones con enfoque especial en la India y Asia; trabaja en el Centro para la Libertad y la Prosperidad Global de The Cato Institute. Sus investigaciones se concentran en el cambio económico en países en desarrollo, los derechos humanos y los conflictos sociales, la economía política, la energía, el comercio y la industria.