La agitación política en Italia genera preocupación en la Unión Europea
El presidente italiano, Sergio Mattarella, aceptó el 21 de julio pasado la renuncia del primer ministro...
02 de Agosto de 2022
El presidente italiano, Sergio Mattarella, aceptó el 21 de julio pasado la renuncia del primer ministro Mario Draghi, y decidió disolver la Asamblea Nacional. Con elló, fue allanado el camino para elecciones anticipadas. Este es el último y más notable movimiento en la escena política italiana desde mediados de julio y, en simultáneo, genera preocupación en liderato político de la Unión Europea (UE).
En su anuncio, el presidente Sergio Mattarella expresó que fue inevitable tomar la decisión, 'dejando en claro que no hay apoyo parlamentario al Gobierno. Esta condición hizo inevitable la disolución anticipada de las cámaras'. Además, agregó que las elecciones anticipadas se llevarán a cabo dentro de los setenta días de acuerdo con la legislación vigente, y en este caso, es probable que sea el 25 de septiembre venidero. Según expertos, el colapso del gobierno italiano no solo podría generar más complicaciones políticas en ese país, sino que también fogonear preocupación para todo el Viejo Continente.
Convulsión política italiana
La crisis política en Italia estalló el pasado 13 de julio, después de que el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del ex primer ministro italiano Giuseppe Conte, amenazara con retirar su organización de la coalición gobernante liderada por el primer ministro Mario Draghi. M5S es el partido político más grande, tutelando actualmente más del 30% de los escaños en el Senado y la Cámara de Representantes de Italia, tras desarrolladas las elecciones generales de 2018.
Entretanto, La Liga y Forza Italia también amenazaron con retirarse de la coalición de gobierno, evento que condujo a la primera salida del primer ministro Draghi el 15 de julio. Luego, esta solicitud fue rechazada por el presidente Mattarella, quien pidió entonces al primer ministro dialogar con el Parlamento a efectos de hallar una solución para la crisis política.
No obstante, el 20 de julio pasado, la coalición de Draghi se derrumbó -ya de manera oficial-, luego de que tres partidos claves de la alianza: M5S, la Liga y Forza Italia no participaron en una moción de confianza en el Senado, cuyo objetivo es poner fin a las divisiones y apostar por la cooperación.
Un día después, Draghi volvió a presentar su renuncia al presidente Mattarella, siendo aceptada en esta oportunidad. Con todo, se le pidió que continúe con su trabajo hasta la celebracion de comicios anticipadas.
El primer ministro Mario Draghi, de 74 años, que se había desempeñado como gobernador del Banco Central Europeo (BCE), es valorado por expertos y políticos italianos, quienes le consideraron como una 'opción segura' para llevar al país a lograr una recuperación económica posterior al COVID-19.
En tal virtud, el colapso de su gobierno es interpretado como un duro golpe no solamente para el escenario político de Italia, sino también para la economía nacional, especialmente en el contexto en el que se enfrenta ahora a una inflación récord en las últimas décadas.
El ministro de Administración Pública, Renato Brunetta, afirmó que en este período, Italia no estará sin Draghi, mientras que el presidente Mattarella también advirtió que el país enfrentaba serios desafíos.
Preocupación en la UE
'No solo los italianos, sino muchos líderes europeos también están realmente preocupados por la inestabilidad política italiana. Francia, uno de los países con mayor protagonismo e influencia en la UE, hizo su respuesta inmediata al respecto'. En declaraciones a la prensa, la ministro francesa de Asuntos Europeos, Laurence Boone, advirtió sobre un “periodo de incertidumbre” en Italia después de la dimisión del primer ministro Mario Draghi, a quien lo describió como 'un hombre de Estado excepcional, un socio para Francia', y 'un pilar para Europa'.
Entretanto, de acuerdo a analistas, existen varias razones por las que los líderes europeos están preocupados por la actual inestabilidad política en Italia. En primer lugar, tras la salida del Reino Unido de la UE (Brexit), Italia -la tercera economía más grande de la UE- se considera un nuevo pilar que puede reemplazar a Londres para que, junto con las dos fuerzas, Alemania y Francia, conduzcan a la UE a superar los desafíos, incluídos los efectos del COVID-19 y la alta inflación.
Por otro lado, expertos advierten que el incidente de Italia podría crear un efecto dominó, lo cual afectará negativamente el escenario político de otros miembros del bloque continental. Mientras tanto, muchos países de la UE también deben lidiar hoy con una profunda división política y una gran presión relacionada con la crisis entre Rusia y Ucrania, el aumento de los precios de combustibles, materiales y alimentos, así como la inflación récord.