La importancia de la relación estratégica entre Washington y Seúl
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, visitará Washington, D.C. a fines de abril...
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, visitará Washington, D.C. a fines de abril, instancia en la que los Estados Unidos de América podrán contar con una oportunidad para fortalecer su relación bilateral con este importante aliado.
La Administración Biden debería recibir a Yoon con todos los elementos que hacen a una visita de Estado y del mayor alto nivel; por su parte, el Congreso debería invitar a Yoon para que se dirija ante una sesión conjunta.
El timing de la visita contabiliza un detalle adicional, en razón de que el año en curso se conmemora el septuagésimo aniversario de la creación de la alianza militar entre Corea del Sur y los Estados Unidos.
Tras asumir en su cargo en mayo pasado, Yoon procedió a energizar las relaciones bilaterales con Washington, llevando a las políticas exterior y de seguridad surcoreanas a un alineamiento superior con los EE.UU..
Yoon declaró que una sólida alianza con Washington serviría para construir los cimientos de las relaciones exteriores de Seúl con Corea del Norte, el Japón, y la República Popular China. El pasado año, los presidentes Yoon y Joe Biden ampliaron la relación, para otorgarle un status de alianza estratégica de proyección global.
Yoon adoptó una política pragmática basada en principios hacia Corea del Norte, en la que ofreció a su vecino un extenso listado de beneficios. Sin embargo, condicionó la llegada de aquéllos a la confección de un acuerdo incremental junto a Pyongyang en pos de la desnuclearización. Este enfoque, coherente con el de los Estados Unidos y del Japón, rechazó llamados que planteaban ofrecer concesiones prematuramente, con la vana esperanza de que el hacerlo induciría a Pyongyang a retomar el diálogo.
Bajo la gestión de Yoon, ahora Corea del Sur está dispuesta a replicar a las provocaciones norcoreanas con mayor firmeza desde el punto de vista militar. Yoon respondió afirmativamente al pedido de la Administración Biden en torno de retomar la realización de ejercicios militares combinados, que los Estados Unidos habían suspendido unilateralmente desde 2018.
Yoon y Biden acordaron ampliar el alcance y la magnitud de esos ejercicios, así como también el despliegue rotativo de activos estratégicos estadounidenses -esto es, bombarderos, portaviones y aeronaves de capacidad dual- hacia la Península de Corea.
Yoon ha buscado optimizar las relaciones con el Japón, como medio para nutrir la cooperación regional contra amenazas en común, y contra desafíos del mismo orden. Yoon defiende una 'asociación con mirada al futuro', a pesar de las cuestiones históricas y disputas de soberanía que contribuyeron a tensionar la relación bilateral.
El subrayar valores compartidos -emparentados con la democracia liberal y los derechos humanos-, Seúl se abrazó a la continudad del esfuerzo diplomático con miras a restaurar la confianza.
Al conmemorar el 104o. aniversario del Movimiento Independentista del 1ero. de Mayo, Yoon fue audaz al afirmar que 'el Japón logró transformarse, de agresor militarista en el pasado, al socio que, en la actualidad, comparte los mismos valores universales' que Corea del Sur.
En el pasado, los presidentes surcoreanos habían aprovechado aquella fecha para subrayar la brutalidad de la ocupación nipona de la Península de Corea, desde 1910 a 1945.
Yoon rindió homenaje a los patriotas surcoreanos del pasado pero, antes que abrazarse a eslóganes nacionalistas, puso énfasis en la necesidad de trabajar en conjunto con Tokio, a efectos de contrarrestar a las amenazas actuales.
Durante mucho tiempo, los Estados Unidos urgieron a los dos aliados del noreste del continente asiático a sobreponerse a aquellos temas históricos, para invertir energía en un modelo de cooperación trilateral que logre replicar a los desafíos regionales.
Corea del Sur, el Japón y los Estados Unidos retomaron la realización de ejercicios militares combinados en modalidad tripartita en 2022, luego de un receso de cinco años. Las tres naciones desplegaron fuerzas en ejercicios antibalísticos y antisubmarinos, con el objeto de optimizar el ecosistema de coordinación frente a la amenaza común que encarna Corea del Norte.
Asimismo, los tres países convinieron dar inicio a intercambios de información en tiempo real, al respecto de cualquier amenaza misilística originada en Corea del Norte.
Claramente, Yoon ha logrado que Corea del Sur coincidiera con los Estados Unidos y otras democracias frente a las tácticas coercitivas que, ejecutadas por la República Popular China, buscan intimidar a las naciones del Asia. Con Yoon, es más probable que Corea del Sur adopte un enfoque más firme ante las frecuentes transgresiones chinas
Las alianzas sólidas hacen al interés estratégico de los Estados Unidos -lo que contribuye a incrementar las capacidades militares, diplomáticas y de inteligencia del país. Corea del Sur es un aliado de primera magnitud, que ha combatido junto a las fuerzas estadounidenses en todo conflicto de importancia desde la Guerra de Corea.
Los Estados Unidos deberían aprovechar la próxima visita de Yoon para subrayar la relevancia de una relación bilateral fundada en valores, principios y objetivos compartidos. Al hacerlo, Washington avanzará en su proyección de confianza hacia sus aliados, logrando disuadir a sus adversarios en el proceso.
Artículo original, en inglés