Voces en contra de los intentos de control de precios
Aunque puedan parecer eficientes en el corto plazo, a la larga resultan perjudiciales, sostuvo Miguens. La opinión de los economistas "marginados" por el Gobierno : Avila y Solanet.
21 de Julio de 2010
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, aseguró ayer que los acuerdos de precios firmados por el gobierno con distintos sectores productivos pueden resultar positivos a corto plazo, pero que, a la larga, repercutirán negativamente.
"Al bajar los precios o intentar controlarlos, hay una menor generación de ellos o bien se elaboran los que convienen más", apuntó.
El dirigente del campo atribuyó las remarcaciones en la carne al mayor poder adquisitivo interno y la apertura de mercados externos. "No es que la gente consuma mayor cantidad de bifes o asado sino que, por la mejor situación económica, está empezando a comer más en general", graficó.
Insistió, seguidamente, que los acuerdos firmados con frigoríficos, productores lácteos y supermercados pueden tener momentáneo efecto positivo a corto plazo, pero, a la larga, repercuten al revés.
Miguens también calificó como gran error la eventual aplicación de precios máximos y anticipó que esa medida distorsionará aun más el desenvolvimiento de los mercados. "Debe pensarse en una política agropecuaria y ganadera con la que podamos aprovechar la demanda externa, pero sin que falte oferta", finalizó.
Desde el Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina (CEMA), el especialista Jorge Avila dijo que la aplicación de una política de control de precios no está en el ánimo de la mayoría del gobierno.
"Planteos de ese calibre jamás contuvieron la inflación. De aplicarse esa estrategia se advertirá la existencia de productos en negro, colas, sobreprecios, un deterioro de la calidad y la cantidad de los productos que se entregan por determinado precio", acotó.
Avila afirmó que el gobierno exhibe menos optimismo que el registrado un mes atrás cuando se salió del default. "En esos momentos, se preveía la reanudación de las tratativas con el Fondo Monetario Internacional que culminara con un rápido acuerdo y la adopción de medidas para avanzar en la renegociación con las empresas privatizadas.
Manuel Solanet, ex secretario de Reforma del Estado durante un tramo de la gestión delarruista (1999-2001), expresó que los últimos ajustes en los precios de la canasta básica de alimentos descolocaron al gobierno.
"No hay que olvidar que hubo tres años de fuerte expansión monetaria; en diciembre, se concedieron aumentos por decreto, algo que generó mayor capacidad de liquidez y un consumo muy alto durante el último mes del año", expresó.
El titular de la Academia de Ciencias Económicas, Luis García Martínez, depositó su atención sobre la no consolidación de una atmósfera favorable a las inversiones.
"La actividad bancaria, por ejemplo, demorará mucho tiempo en recuperarse de la crisis. Después de los ataques --que sufrió la población y los bancos, debido a la devaluación y la pesificación-- va a tardar bastante tiempo en recuperarse", enfatizó.
"Pese a haber obtenido una adhesión del 76% en el canje de deuda, quedamos como un país que, al momento de pagar sus deudas, busca toda clase de pretexto y dice que los que nos prestaron son los ladrones --agregó--. Son excusas, pero es lo que queda en la mente de los inversores".
Para Solanet, tras tres años de crecimiento con escasas inversiones, muchas empresas están al límite de su capacidad productiva y cuando tienen un aumento de demanda optan por elevar precios y no las cantidades producidas.
"Fuera de esto, en lo demás debe actuarse con mucha prudencia en lo atinente a la política monetaria", apreció.
El Ojo Digital Economía y Negocios