La tinelización de la política

Esta aberración de campaña, prototípica de la vieja política, también había sido puntualizada por Hilda Chiche González de Duhalde y por José María Díaz Bancalari, pues en Florencio Varela mientras el presidente Néstor Kirchner y la primera ciudadana Cristina Elizabeth Fernández hacían uso de la palabra, camiones de la pingüina Alicia K distribuían electrodomésticos a familias que no tenían casi para comer. Sin embargo, para el jefe de Gabinete este ataque es “tragicómico. Entiendo que algunas veces las encuestas desesperan a la gente y más desespera es la falta de adhesión popular”. El segundo de los gemelos no reconocidos, precisamente hijo ideológico dilecto del padre del citado Aseff, hace caso omiso de la imagen que le devuelve el espejo. Pues ellos mismos compran la adhesión popular con dádivas a cambio de ir a los actos, y manipulan las encuestas y a los medios de comunicación para erguir una suprarrealidad. Pero lo verdaderamente aberrante de este período es la obsecuencia de la prensa, demasiado entregada a alabar la gestión de la pareja morganática imperante que a pintar lo que pasa en serio. Como ejemplo, a la vera de las 15 hrs. del viernes 23 en la pantalla del canal de cable noticioso América 24 se transmitió simultáneamente en directo el acto de Kirchner en Neuquén junto con el que mantenía su esposa en Parque Norte. Ambos fustigaron a la década maldita, de la cual no formaron parte porque se encontraban dentro de un placard, a los detentadores de la vieja política y se subieron al pedestal de los hacedores de la nueva Argentina. Ese mismo día, el sitio Diario sobre diarios se hacía eco de una información vertida por Ámbito Financiero y Página 12 en la que coincidían que el modelo K aún no conseguía mejorar las condiciones de vida de aproximadamente 15 millones de argentinos. ¿No puede, o no quiere?. Hace unos pocos días, desde este sitio se intentó mostrar el cómo el ejemplo histórico del new deal de Franklin Rooselvelt permitió a los EEUU salir del flagelo de la depresión de 1930. Mediante un acuerdo patriótico que englobó a todos los sectores, se superó ese trance porque con un objetivo común se supo dejar de lado los intereses sectoriales. Cuando en Argentina sobrevino el batacazo de diciembre de 2001, muchos analistas se devanaron los sesos pensando acerca de cómo pudo suceder. Y no tuvieron en cuenta las lecciones de aquella elección de octubre, en las que el voto anulado y blanco se llevó el podio. Lo mismo sucede ahora, que en lugar de proponer una receta crucial para lograr el cambio social anhelado, los políticos en campaña pierden el tiempo devorándose verbalmente entre ellos. Porque la pobreza y la indigencia, menos aún el desempleo, van a desaparecer por el glamour histérico de Cristina F.K, como por tampoco del histrionismo de su marido “vencedor del Fondo”. Dos postales marcaron estos tiempos desaforados de política circense a lo Krosty. La primera, la imagen de Kirchner vociferando en la palestra “si quieren irse, que se vayan”, en alusión al retiro de la prestataria francesa Suez, y la segunda el cuasi Cromagnon de Palermo del miércoles 21 –día de la primavera- , cuando una topadora de una empresa concesionaria del gobierno porteño se llevó por delante un caño maestro de Metrogás. En lugar de atenerse a cumplir con lo debido, tanto uno como el otro hicieron la gran Bart: yo no fui. La inoperancia manifiesta de ambas entidades, una pública y otra privada, ponen a colación la indefensión del ciudadano en estos tiempos en que sólo parece primar el show inefable de lo espurio. Lo que viene Aunque se insista en presentarlo como una victoria, sabe el Gobierno que la ida de Aguas Argentinas está lejos de ser un triunfo, sobre todo en medio de la necesidad -explicada por el propio oficialismo- de que ingresen inversiones al país. Pocos creen las palabras del incombustible Alberto Fernández, quien aseguró hace pocas horas que había otros grupos interesados en ingresar a la empresa abandonada por Suez. Por ahora, la campaña oficialista seguirá basándose esencialmente en las encuestas, algunas de ellas promovidas por el siempre oficialista -y eterno vocero del Poder- diario Clarín. En la última medición, publicada en el día de la fecha en su tapa, aparece Cristina Fernández de Kirchner con un poco creible 40% de intención de voto para senadora en la provincia de Buenos Aires, aventajando por algo más de 23 puntos a su principal competidora, Hilda Chiche Duhalde. Sabiendo de dónde surgen los datos, no habría que darle mayor trascendencia. Y es que son números que provienen del Centro de Estudios para la Opinión Pública (CEOP), encuestadora cautiva del citado matutino y que oportunamente tuvo grandes pifiadas, como cuando dio por ganador a Mauricio Macri por sobre Aníbal Ibarra en el marco de las elecciones a Jefe de Gobierno porteño. Más allá de lo antedicho, la estrategia de Kirchner seguirá apuntando a no confrontar contra Duhalde, sino apuntar sus cañones hacia otros demonios, como el FMI y demás "enemigos" del país. Confirmando lo dicho por este periódico hace algunos meses, se va haciendo cada vez más evidente que la real pelea contra el duhaldismo es por la millonaria "caja" de la Provincia de Buenos Aires. Según información publicada por diario El día de La Plata "el felipismo parecería haber ingresado en una zona de alto riesgo de extinción. Es que, si desde el momento mismo que se cerraron las listas de candidatos a fines de junio hubo dirigentes medios territoriales que se ocuparon de quitarse el mote de felipistas para usar el de kirchneristas sin matices, ahora ese proceso comenzó a percibirse en algunos despachos calificados de la propia Gobernación. (...) si hay un sillón bonaerense en el que la Casa Rosada habría puesto la lupa, ése sería el de la presidencia del Bapro, al menos para que no se siente allí alguien sin el visto bueno de Kirchner. Por lo pronto, hay un antecedente. El hombre que en junio último dejó vacante esa silla por su alineamiento en el duhaldismo, Jorge Sarghini, supo hace dos años que Solá le ofrecería ese cargo por boca del Presidente, que acompañó el anticipo con un consejo: aceptalo". Fuera de ello, resurgen viejas disputas, como la de Kirchner y Scioli, quienes vuelven a estar distanciados. Esta vez porque el Gobierno cree que el vicepresidente no hace campaña y que conduce el Senado con gestos a los opositores duhaldistas. En sentido similar, el oficialismo agudizará su campaña de desprestigio contra su opositora más fuerte: Elisa Carrió. Sabe el kirchnerismo que Lilita es cómoda vencedora en Capital Federal y será una preocupante rival para el 2007, por lo cual se preparan contra ella contundentes misiles para desacreditarla y desprestigiarla. A efectos de hablar de este tema, este periódico intentó hablar con Carrió, pero no pudo ubicarla (1). Según el sitio Urgente24, la agresión es recíproca entre Lilita y el Gobierno: "En plena campaña electoral, los candidatos continúan agrediéndose entre sí, sin proponer demasiado. Tal es así que hoy, por ejemplo, la líder del ARI, Elisa Carrió, dijo que después de los comicios, "el país se va a enterar de muchas cosas" y puso de ejemplo el otorgamiento de superpoderes al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en el presupuesto 2006. Pero éste no se quedó callado y acusó tanto a Elisa Carrió como a Ricardo López Murphy, de tener un "doble discurso" y de pronosticar caos porque, "ni por ventura" tienen alguna vez la posibilidad de gobernar el país. Para variar, estas críticas aportan poco", publicó el sitio referido. Fuera de esta disputa, se supo que algunos candidatos del izquierdista MST fueron agredidos, al tiempo que nace una nueva tendencia a futuro: los "candidatos delivery", llamados así por recorrer casas, tocar timbre y hablar con vecinos para difundir sus ideas. Son los postulantes del novísimo partido PRO, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy. La "cambiante" Patricia Bullrich, por su parte, decidió embestir contra Rafael Bielsa: "Los argentinos tenemos la necesidad de tener un Canciller que se dedique exclusivamente a sus obligaciones. No podemos esperar a que pasen las elecciones para que volvamos a tener una persona que se ocupe de las Relaciones Exteriores. Cuando Bielsa realiza declaraciones no sabemos en carácter de que lo está haciendo, si como Canciller de la República, o si lo que expresa, es parte de la campaña a Diputado que él está llevando a cabo. Es hora que defina un rol, ya que si no la superposición de tareas influye negativamente en nuestra imagen en el exterior. Las declaraciones realizadas en relación a la garantía de seguridad en la Cumbre de las Américas no parece de un Canciller", aseguró la candidata de Unión por todos. Así está la cosa. Mientras tanto el país continúa paralizado, con desvío de gran cantidad de recursos públicos en pos de la campaña oficialista. Al mismo tiempo, algunos jueces federales aseguran que prefieren demorar sus resoluciones en causas de "alto contenido político" para evitar "sospechas electoralistas". Jamás se había escuchado semejante disparate. Esto significa que la Justicia está tan paralizada como el país. Es lo único que faltaba. Anarquía total... ¿Pan y circo?