La risible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner

Las elecciones ya han finalizado y arrojaron un resultado que a pocos ha sorprendido, ya que desde el retorno de la democracia, siempre el oficialismo de moda se ha impuesto en las primeras contiendas. Le ocurrió a Alfonsín, a Menem y hasta al impresentable ex presidente Fernando de la Rúa. Pero la democracia argentina está mal bautizada, pues es una democracia de papel. Es un sistema corrupto y a todas luces ineficiente que es sostenido por quienes sacan más provecho a ese mismo sistema : los mismos políticos. Es característico de la política argentina castigar con el bombardeo permanente de la propaganda electoral y discursos vacíos, a los aburridos oídos de los votantes -y contribuyentes-, quienes, en última instancia, financian la fiesta de la corrompida dirigencia política argentina. Y es una mala costumbre del político, aquella que describe una exagerada anticipación a la hora de considerar candidatos para las elecciones que aún son lejanas. Aplíquese este enfoque para todos los políticos de la "democracia" del país, desde 1983 hasta aquí, y el Presidente Néstor Kirchner no es la excepción. Hoy, la ciudadanía contempla con desprecio, la forma en que el impresentable ministro del Interior Aníbal Fernández -otrora prófugo de la Justicia, y muy involucrado en cuestiones de tráfico de drogas en Quilmes-, exalta la figura de la dictatorial y peligrosa Primera Dama, la señora Cristina Fernández de Kirchner. Aquí poco importa si la Primera Dama hace rato que vive separada del Presidente -con lo cual, difícilmente podría ser llamada Primera Dama-, como tampoco tienen importancia otros rumores extramaritales que involucran al matrimonio presidencial. El objeto del análisis tiene por fin último preguntar, qué tan estúpidos son los argentinos, a vistas de los funcionarios de turno, léase Aníbal Fernández. El impresentable ministro comparó a la Primera Dama con Eva Duarte, y hasta llegó al patetismo cuando declaró que es la "figura política más importante de los últimos 50 años". Verdadero es que las palabras de Aníbal Fernández pueden tener el valor de unos pocos centavos, analizadas detalladamente. Pero el ejemplo que el ministro nos regala, es a todas luces más que útil para ilustrar el ejemplo del patetismo que caracteriza a aquellos que rigen hoy nuestros destinos. Sin dejar de destacar el histrionismo de los discursos de Cristina Fernández y sus facetas autoritarias -que en el Congreso se conocen bien, ya que ha llegado incluso a detener investigaciones oficiales sobre los bienes del Presidente Kirchner, su esposo-, corresponde acaso preguntarse, desde qué posición puede el Gobierno proponer semejante candidatura, y habiendo demostrado "qué". Fundamentalmente, es lógico pensar que aquel gobierno que pretenda tener aspiraciones políticas a largo plazo, es porque cree haber solucionado más de un problema importante de su país, o bien porque ha demostrado con holgura una gran capacidad de administración. Pero corresponde preguntarse, * ¿Ha hecho algo el gobierno del Presidente Néstor Kirchner para crear empleo y combatir las tasas de desempleo exorbitantes? Evidentemente no, pues la tasa de desempleo continúa siendo del 25%, si se tiene en cuenta a quienes perciben el plan "Jefes y Jefas" y otros subsidios para no trabajar. * ¿Acaso ha hecho algo el Gobierno para combatir el problema de la inseguridad? También la respuesta es negativa, pues en toda estadística, los índices de inseguridad se han disparado y hoy es poco común conocer a quien no tenga contrato con agencias de seguridad privada, haya puesto rejas a su casa, o no haya instalado alarmas. Lo que es más, el mismísimo gobierno de Kirchner ha alentado a piqueteros y demás lacras a atacar comisarías y a cometer destrozos y bloqueos contra empresas extranjeras -léase propiedad privada-. * ¿Cómo están las relaciones del Gobierno Argentino con el mundo? Tal vez, en el peor momento. Los viajes del Presidente en el Tango 01 son contados, y en sus dos años de gestión ha generado rispideces con los líderes mundiales más importantes -con la única excepción de George Bush-. No recibirá al Presidente de Sudáfrica, y lo propio dejará de hacer con otros líderes de Europa que visitarán la región. Vladimir Putin ha viajado para una cumbre internacional en Chile recientemente, e incluso viajó a Brasil, pero evitó visitar la Argentina. El motivo : Kirchner lo había "plantado" en una ocasión que realizara un viaje por Medio Oriente. Las únicas relaciones que el Presidente Kirchner mantiene son con el risible aunque peligroso Hugo Chávez -verdadero dolor de cabeza para Latinoamérica, a la vez que financia golpes de estado y grupos extremistas locales-, y luego con el jefe de gobierno español Zapatero -un verdadero "paria" a nivel internacional pues Bush ni siquiera le atiende el teléfono, al igual que los líderes políticos de Francia y de Alemania; España ha vendido armas a Venezuela y ha retirado tropas de Irak, a la vez que ha relajado los mecanismos de combate contra la ETA-. Tales son los "aliados" de la Argentina de hoy. * ¿Y qué sucede con la economía? Pues veamos : la inflación se ha disparado y llegará a un 15% anual, siendo la más alta del mundo de acuerdo a las estadísticas proporcionadas por organismos financieros; el dólar continúa subiendo su cotización, a pesar de que el Banco Central no interviene para adquirir divisas -la "bomba de tiempo" del peso subvaluado; la capacidad de la industria está superada en más de un 100% y no se producen las inversiones necesarias, debido a la inseguridad jurídica y al exagerado poder que el Gobierno ha dado a los corruptos sindicatos; el problema de la deuda externa no se ha solucionado, pues aún quedan US$25 mil millones fuera de los acuerdos tan promocionados por el oficialismo, con lo cual hay riesgo de nuevo default; continúa la presión por los aumentos de tarifas -que el gobierno no ha otorgado en su momento- y ahora no hay otro camino que aumentos súbitos para las naftas, la electricidad, el gas, la telefonía, etc. De modo que, para cualquiera que realice un análisis genérico o específico sobre los aspectos relacionados con la gestión del Gobierno, encontrará que difícilmente el Presidente Kirchner esté en condiciones de sentirse con derecho a ir promocionando nuevas candidaturas. Pero en el caso de una candidatura de su propia esposa, Cristina Fernández, la risa es ya inevitable. O tal vez, en el interín, a los brillantes funcionarios del Gobierno se les ha escapado que, con la sola idea de promocionar a Cristina, han dejado trascender -o simplemente han confirmado- que el Presidente Néstor Kirchner no podrá enfrentar un nuevo mandato debido a su enfermedad estomacal, que algunos sindican como "grave" y que ya no puede ocultarse a los medios.