Hugo Moyano consolida, gracias a Kirchner, el poder mafioso de los gremios en la Argentina
¿Cabe alguna duda al respecto de que, bajo la Administración Kirchner, el gremialismo corrupto ha conseguido mayor poder e impunidad para operar? Desde la destrucción comprobada de supermercados chinos, pasando por el bloqueo de supermercados y terminando en la liberación de Miguel Emilio "Madonna" Quiroz, el gremialismo argentino y sus "buenos muchachos" han dado buena muestra de la forma de crimen organizado que constituyen.
21 de Julio de 2010
En una nueva visita que el camionero violento Hugo Moyano realizará a la Casa Rosada próximamente, el gremialista solicitará al Presidente Néstor Kirchner que tenga a bien habilitar más vacantes para que el tristemente célebre gremialismo nacional pueda garantizarse más puestos en el Gobierno Nacional y los distintos provinciales. Se trata, ni más ni menos, que una lucha por el poder y por la impunidad.
Hugo Moyano es una suerte de padrino que se ha aprovechado de las debilidades del Presidente para llevar adelante sus reclamos con el claro uso de violencia. Primero fueron los bloqueos de supermercados y empresas, en donde los casos más conocidos fueron Carrefour y Coca Cola de Argentina. El reclamo de Moyano no era otro que absorber pequeños gremios relacionados con el transporte, al suyo propio. De este modo, las quitas obligatorias que se realizan mes a mes del sueldo de los empleados le garantizarían un flujo de fondos más generoso y las arcas del gremio de camioneros se asemejarían al tesoro nacional en épocas de Juan Domingo Perón.
Lo más trágico es que funcionarios kirchneristas tan inoperantes como corruptos, como los Fernández y la buena de Felisa Miceli no dejaban, por esos momentos, de proclamar que la inversión en la Argentina crecía a ritmos asíaticos. Los mencionados han tomado por estúpidos a todos los argentinos, con la complicidad de los medios, al vociferar todo tipo de hechos falsos en relación a la economía, la inversión y los índices de inflación y desempleo. ¿Acaso los inversores internacionales y locales no saben que la Administración Kirchner ha disparado como nunca los costos laborales y que la inseguridad jurídica imperante hace imposible cualquier proceso de generación de riqueza no especulativa aquí?
Funcionarios oficialistas han sostenido en reiteradas oportunidades que Moyano es "el principal aliado de Néstor Kirchner". Pero tal afirmación abunda en falsedad, dado que el gremialista ha amenazado reiteradas veces al Presidente con inundar de camiones la Plaza de Mayo si acaso sus diabólicos reclamos de incrementos salariales exorbitantes y absorción de empleados para su gremio no eran cumplidos. Kirchner -que tiene poder pero que carece de un pelo de tonto- jamás le hizo frente, dado que tiembla en exceso cuando tienen lugar manifestaciones de piqueteros, grupos de derechos humanos y gremios en general. Lo que jamás ha osado comprender el Presidente, es que la ciudadanía lo apoyará siempre, aún cuando exista represión contra aquellos grupúsculos sin representación. Pues la opinión pública tampoco es estúpida : sabe muy bien cuando sectores bien diferenciados utilizan su poder para pasar por encima de las leyes. Hoy, el caso más notorio, es el de los asambleístas de Gualeguaychú, un grupo por lo demás escaso, de individuos que se aprovechan de la anarquía reinante en el país y sus instituciones para cometer todo tipo de desmanes y tropelías, además de dictar la política exterior a voluntad.
Se ha dicho que el peor legado que Perón dejara a los argentinos ha sido su relación con el gremialismo y su contribución para su crecimiento. Cualquier hombre de empresa conoce hoy del dolor de cabeza que representa tomar empleados en cualquier rubro, debiendo abonar un 40% de su sueldo en concepto de cargas sociales y otras yerbas, y sin considerar el hecho de que su empleado -aunque robe, haga huelga indefinidamente, pille y saquee- siempre tendrá las de ganar en un tribunal. Si acaso osare despedirlo, habrá que otorgarle doble indemnización y sumarle otros tantos dineros porque la moda de hoy lo dice : el empresario es necesariamente un explotador, un negrero, un malvado e inhumano fumador de habanos importados que solo quiere torturar y exprimir a sus subalternos para que estos obtengan la verdadera ganancia para él.
Más recientemente, el chofer de uno de los hijos de Moyano, Miguel Emilio Quiroz salió libre a pesar de que, en el reciente pandemónium que se levantare en ocasión de los homenajes a Perón, el mencionado extrajera un arma de fuego y comenzara a disparar a mansalva y con impunidad hacia la gente. Este increíble personaje, que sólo los gremios argentinos pueden presentar mediáticamente como una víctima, fue liberado al poco tiempo porque, según el juez, "no tuvo intención de matar". Un interesante tecnicismo que abogados y juristas de la peor calaña utilizan en la Argentina porque, gracias a este argumento, ningún asesino -por mayor cantidad de víctimas que se anote- tiene jamás la intención de quitar la vida. De este modo, nadie se hace cargo jamás de las consecuencias de sus actos. La escuela Zaffaroni, que le dicen.
Cuestiones legales y argumentales aparte, la presión que el propio Hugo Moyano realizó en la Rosada sirvió para que Quiroz fuera liberado. Al Capone y su ejército de asesinos no tienen muchas diferencias con Moyano. Tal vez la diferencia sea el país, pues, mientras Estados Unidos veía como gangsters, políticos y policías corruptos se adueñaban no solo de Chicago y otras ciudades en los años 30, se invirtió decididamente el orden de la situación y se crearon por aquella época la mayoría de las agencias federales encargadas de destruir al crimen organizado. En la Argentina, lejos de hacer lo propio, se ha arengado a estas oscuras fuerzas para que operen con impunidad, dado que los gremios aportan su buena cuota de barras bravas y de violentos para que los políticos continúen con sus negociados.
La estructura gremial de Hugo Moyano comienza, cuando menos, siendo una asociación ilícita, figura que determina a un grupo de individuos que se reúnen para cometer delitos de todo tipo en forma planificada y organizada. Los sicarios de Moyano están entrenados en el uso de la extorsión y las amenazas, toda vez que es necesario disuadir a colegas de que se sumen al paro "por las buenas". Por otro lado, las pruebas de cualquier fuerza de policía apuntan a los hombres de Moyano como iniciadores de muchos incendios que han tenido lugar en supermercados chinos. Manos anónimas amenazan a dueños de estos locales porque no quieren contratar a camioneros del gremio para mover sus mercaderías. La Policía Federal hace tiempo tiene sobre sus escritorios la hipótesis de que tríadas -mafias- chinas se enfrentan diariamente con los muchachos de los Moyano, en lo que constituye otra muestra de la anarquía que hace tiempo está entre nosotros.
Mientras tanto, Hugo se pasa por la Casa Rosada cuando quiere y a la hora que quiere. Sin importar lo que los funcionarios de turno digan en los medios, el Presidente tiene un nuevo jefe.
El Ojo Digital Política