POLITICA - POR SERGIO FUKS: CORRUPCION EN LA SUBSECRETARIA DE DEPORTES DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES

Parque Sarmiento, un enorme kiosko de corrupción, bajo la batuta de Lautaro Erratchu

No hay funcionario que controle ni verifique con sus propios ojos la crisis que se ha apoderado del Parque Sarmiento, aquel otrora glorioso espacio de esparcimiento que ahora se ha transformado es un gigante caído, imposible de levantar. O más bien, un gigante muerto y en estado de putrefacción. El responsable de este "milagro" no es otro que Lautaro Erratchu, antiguo Director de Administración de Infracciones de la Ciudad de Buenos Aires, y actualmente director de la Subsecretaría de Deportes.

21 de Julio de 2010
Hace algunos años, Parque Sarmiento estaba orgulloso de sus dos piletas olimpicas -una de ellas climatizada-, su trampolin de salto profesional situado en otra pileta, su gimnasio polideportivo cerrado con pisos entarugados y vestuarios funcionales amplios y limpios, su pista de atletismo con tribuna y vestuario propios e imponente infraestructura, apta para la práctica de distintos deportes. Hoy, el Parque es una ruina en su totalidad. Nada se arregla. Nada se limpia. Nada se levanta. Aunque lo correcto sería decir que los kioskos que administran con impunidad los funcionarios de turno, son lo único que tiene éxito. En la actualidad, el encargado del Parque es Paco Monzón, barrabrava de Chacarita, harto conocido entre la gente del club, amigo personal y empleado particular del Señor -aunque se haga llamar Doctor- Lautaro Erratchu. Este individuo es, ni más ni menos, el regente oficial de todos los kioskos del Parque Sarmiento. Es funcionario de la Subsecretaría de Deportes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque avergüence decirlo, es también director de todos los grandes parques y polideportivos de nuestra castigada Ciudad. El mencionado logró que se desplazara al concesionario del único buffet que funcionaba en el predio, hacia otro sitio menos transitado, con el objetivo de insertar allí -en la ubicación usurpada- su propio buffet, más precisamente en la calle de acceso. Dentro del Parque, hay un heladero, un vendedor de globos, una artista que le pinta la cara a los niños -y que, por supuesto, les cobra- y hasta hay un vendedor de barriletes. Como imaginará el agudo lector, todos deben dejar una comisión o "retorno", como le dicen ahora. "Kosovo es así", responden por igual, empleados y usuarios. Y no se refieren exclusivamente a su propia descripción de la alicaída infraestructura, sino también a la manera en extremo desprolija en que todo se maneja. En la entrada, nadie puede ingresar con bebidas alcohólicas en su poder, como dicen los empleados, y como es de público conocimiento en dependencias del Gobierno de la Ciudad. Y, como es lógico, en los lugares de práctica deportiva, la ingesta de alcohol está terminantemente prohibida. "Pero si en el buffet de los jefes se venden cerveza y vino, qué le vamos a hacer... Ya está todo podrido", relata un empleado municipal de mirada cansada. El empleado se refiere a este tema, a sabiendas de que aquel que está en el poder, hace "lo que se le canta". "Ya está. Dejalo. Es así...", dice, una y otra vez, con mueca de resignación. Como si esto fuera poco, Erratchu y sus secuaces llegaron a la hazaña increíble de levantar su propio boliche bailable dentro del predio del Parque Sarmiento. Sí, estimado lector. Leyó bien : el señor Erratchu y su equipo de "colaboradores" o "asesores" regentean un boliche dentro del Parque. ¿Su ubicación? Pues, se encuentra atrás de las piletas y se ingresa a él a través de la calle Donado, es decir, la puerta de atrás del Parque. Por supuesto, también funciona en horario nocturno. Ud. dispone de garage, cuidador, bar con sillones al aire libre. Sin dudas, una ambientación muy romántica. Muy VIP. Y si Ud. aún no estuviera conforme, siempre está la oferta de recorrer "Kosovo" por la noche. Y si está acompañado de su pareja o amante de turno, puede aprovechar la extensión del predio para hacer de su noche, algo para el recuerdo. Pero, quédese tranquilo, pues existe un servicio de vigilancia privada y también policía, con lo cual, difícilmente le suceda algo malo. En el peor de los casos, se le invitará a retornar al sector del boliche. Vale la pena destacar que los negociados del Parque Sarmiento no terminan allí. El mencionado local nocturno puede alquilarse para la celebración de eventos de la más variada gama, como ser, cumpleaños, despedidas, etc. Quien escribe estas líneas asistió al cumpleaños de un gran amigo, y debo decir que la "jugada" no le salió nada económica, dado que quien organiza el evento debe abonar en función de la cantidad de invitados, que en ningún caso deberán ser menos de cien. Eso sí : hay canilla libre, aunque los tragos especiales se pagan aparte. Otra veta comercial para el Parque : Ud. puede disfrazarse de soldado y jugar a la guerra con amigos. Se preguntará Ud., lector, en qué sector se lleva adelante esta actividad lúdica y con mucho de deportivo. Pues, el sitio adecuado es el espacio que en su momento ocupara el campo de golf, hoy convertido en una verdadera jungla de escombros, yuyos, y basura. Pero, ¿qué mejor lugar para jugar a matar gente, que en Kosovo? La atmósfera es, a todas luces, inmejorable. Parece mentira, pero aquí, la realidad supera a la ficción. ¿Se imagina Ud. a la directora de la escuela municipal donde asiste regularmente su hijo, regenteando una librería, un buffet o un kiosko -donde vendan cigarrillos- en el interior del edificio? O tal vez, a los efectos de realizar una comparación más precisa, ¿se imagina Ud. a la misma directora alquilando la sala de música o el patio para la realización de eventos, recitales, o cumpleaños? Siempre para beneficio propio, obviamente... Dificil de imaginar, pero en la Ciudad de Buenos Aires todo es posible, y al día de la fecha, ni Aníbal Ibarra ni Jorge Telerman han tenido el coraje para comprobar lo que aquí estamos denunciando. Esto es el Parque Sarmiento. Esto es "Kosovo". Aunque muy probablemente, los ciudadanos de la verdadera Kosovo se sentirían ofendidos por la comparación. Siempre se ha dicho que tenemos el país -o la ciudad- que nos merecemos y que, de igual manera, tenemos los funcionarios que nos merecemos. Pero, hablando entre Ud. y yo, yo creo ESTO no me lo merezco. Y usted, tampoco. Dentro de poco tiempo, habrá elecciones para elegir un nuevo -o no- Jefe de Gobierno. Los candidatos ya están en campaña. Señor Telerman : así, Ud. no va a ganar... Haga algo por su bien y el de todos los ciudadanos que todavía creemos. Ud. no es Dios; por lo cual, no puede estar en todos lados. Y hay cosas que usted no sabe y se le pasan. Pero si usted puso a esta gente, también puede sacarlos. Esto -que sin dudas, hasta ahora desconocía-, ahora ya lo sabe. Actúe con honradez y moral. De otro modo, Lautaro Erratchu y otros de su calaña, seguirán haciendo de las suyas con el dinero de los contribuyentes. Esos mismos cuyo voto Ud. quiere captar.
Por Sergio Fuks, para El Ojo Digital