POLITICA: HEBE DE BONAFINI Y SU GRUPO AMENAZARON A JORGE TELERMAN

Las Madres de Plaza de Mayo, asustadas con Mauricio Macri y el voto porteño del domingo 24 de junio. Los negociados infinitos de Hebe de Bonafini

No es novedad que Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender y la organización "Madres de Plaza de Mayo" también han sentido el cachetazo propinado por la ciudadanía porteña en la segunda vuelta del 24 de junio. Ante la inminente llegada de Mauricio Macri a Bolívar 1, Bonafini y compañía se apresuraron para amenazar a Jorge Telerman con que no dé marcha atrás con los subsidios -y negociados- que garantizan el buen pasar de Madres y sus supuestos colegas, luchadores en defensa de los "derechos humanos".

21 de Julio de 2010
Todo indica que los negociados de la neocapitalista Hebe de Bonafini -Madres de Plaza de Mayo- podrían llegar a su fin, al menos en lo que a la Ciudad de Buenos Aires respecta. La elección de Macri para conducir los destinos de la Capital Federal desde diciembre de 2007 y por cuatro años, ha asestado un duro golpe a los proyectos de Bonafini y el propio Sergio Schoklender, que habían tomado forma en el proyecto de construcción de 1,500 viviendas en las villas 15, Los Piletones y Castañares. Así lo destacan los medios Ambito Financiero y Diario Perfil. Pero lo que destaca Ambito Financiero es que el fabuloso negociado de construcción de viviendas involucra 35 millones de pesos argentinos, y ese dinero debería -en palabras de Bonafini- ser aportada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, por todos los porteños. Dice lo correcto el matutino experto en temas económicos : Madres de Plaza de Mayo tienen una suerte de holding en sus manos : universidad, radio, editorial, y queriéndose pasar ahora a la construcción. Sin embargo, cabe preguntarse por qué Bonafini y su organización pretenden tomar en sus manos proyectos de urbanización de villas. ¿Acaso esta no es una responsabilidad del Gobierno de la Ciudad, el Gobierno Nacional, en lugar de otorgarse a particulares? El gobierno de Néstor Carlos Kirchner es uno de los primeros que, en la época democrática de la Argentina, se empeñó en consolidar el poder económico de supuestas "organizaciones sociales" o de "derechos humanos". El caso de Bonafini y Schocklender es bien representativo de lo que se puede obtener con un falso discurso en relación a los derechos humanos : contratos y subvenciones desde el Gobierno de la Ciudad -como el destacado en Perfil y Ambito- y subsidios desde el propio Gobierno Nacional -que alcanzan varios millones de dólares por año-. Para no mencionar las transferencias de dinero que el gobierno "bolivariano" de Hugo Chávez realiza, también anualmente, a las arcas de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, localizada en pleno centro porteño y, sugestivamente, en cercanías de la Casa Rosada. Y por supuesto, la lista de "activos" no finaliza allí : la Escuela de Mecánica de la Armada -ESMA-, que fuera entregada por el propio Presidente, y saqueada y destruída por jóvenes con remeras del "Che" Guevara. La entrega del ex centro de detención clandestino no tiene gran razón de ser. Si Bonafini y los suyos ya reciben tanto dinero desde los gobiernos nacional y municipal, ¿para qué querían un terreno federal, valuado en millones de dólares, situado en uno de los barrios más caros de la Capital Federal? A los efectos de incentivar la memoria, ¿no hubiera sido más correcto convertir al sitio en una plaza pública, que las "organizaciones de derechos humanos" mantuvieran con sus abultados ingresos? Sin ir más lejos, la medida más correcta hubiera sido demoler los edificios y que el Gobierno de la Ciudad vendiera el terreno a elevados precios; con ese dinero, mucho hubiera podido hacerse pero, fue entregado a grupos ideologizados y que simpatizan con lo peor del pasado. Un porcentaje de personas, por fortuna, minúsculo cuando se tiene en cuenta al electorado y a toda la ciudadanía, que está en la vereda del frente, que piensa en sus problemas de hoy y en sus perspectivas para el futuro. Vale la pena revisar el informe de la web Seprin.com, titulado "Las Madres cuidan el kiosko", en la URL -copiar y pegar en su navegador- : http://www.seprin.com/portal2/notas/investigacion_hebe.htm. El interesante informe devela los orígenes del apoyo que Bonafini hiciera de la dupla Filmus-Heller para las elecciones porteñas : ocurre que Bonafini ostenta una deuda importante con el Banco Credicoop, del cual Carlos Heller es, nada menos, presidente. Movilizadas por el temor de perder otro fabuloso negociado, Bonafini y Schocklender, concurrieron ayer a Bolívar 1, sede de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para "apretar" y extorsionar al actual intendente, Jorge Telerman. Se presentaron con banderas y pancartas y un grupo reducido de seguidores, para reclamar que "el negociado no se caiga", en referencia a la construcción de casas en los asentamientos mencionados al comienzo de la nota. De todos modos, el atribulado Jorge Telerman -quien, para colmo de males, debe soportar la amenaza de Madres- no tendrá voz ni voto en el asunto, por más que prometa : una de las medidas que, de acuerdo a trascendidos, no dudará en tomar Mauricio Macri, es abortar de forma inmediata los subsidios y prebendas que parten desde el Gobierno de la Ciudad para con las agrupaciones de derechos humanos. El Jefe de Gobierno electo esperará a diciembre para echar mano sobre el ilegible garabato que constituye la contabilidad porteña. Aducirá -y con razón- que los porteños ya no quieren saber nada con el pasado, ni mucho menos con financiar con sus impuestos a personas de oscuras intenciones. Efectivamente, la gente lo ha votado para eso. Jorge Telerman y Aníbal Ibarra se esmeraron en pisotear el dinero de los contribuyentes porteños. Especialmente durante la Administración Ibarra, comenzaron a otorgarse partidas dinerarias y subsidios increíbles para organizaciones barriales y piqueteras que ni siquiera eran de la Ciudad, dado que todos provenían de La Matanza. Piqueteros que, en definitiva, utilizaban ese dinero de la Ciudad para amedrentar y atacar a los propios ciudadanos de Buenos Aires en manifestaciones y cortes de calles. Lo propio hicieron Aníbal Ibarra y Jorge Telerman con los organizadores de corsos y carnavales : los proveyeron de apoyo logístico, dinero y hasta vehículos en qué movilizarse, a pesar de que los carnavales ya son detestados en prácticamente todos los barrios, por los ruidos molestos interminables durante los fines de semana de febrero y los episodios de violencia que a veces suscitan. Se comprende, finalmente, el ataque que piqueteros, Madres, y dignatarios de los mal llamados derechos humanos llevaron adelante y con munición gruesa, contra Macri : los negociados de unos pocos se terminarían. Comenzando, muy probablemente, por la Guardia Urbana, la mayoría de cuyos empleados son hijos o parientes de desaparecidos. Esta movida fue oportunamente generada por Telerman, a los efectos de congraciarse con los falsos profetas derechohumanistas. La Guardia Urbana -de acuerdo a trascendidos- será desensamblada y sus miembros quedarán "de patitas" en la calle. Ideologías aparte, los porteños ya están hartos de financiar proyectos inútiles con sus impuestos. Llegó el momento de sanear las finanzas de la Ciudad. Si Macri no lo hace, la ciudadanía se lo demandará.
El Ojo Digital Política