Buenas noticias en el panorama árabe-israelí
Si el borrador del posible acuerdo se llevará a un plebiscito en Israel y entre los palestinos, se pondrá al descubierto que ambos pueblos están dispuestos a una solución de conflicto.
21 de Julio de 2010
La separación entre Gaza bajo el régimen de Hamás y Cisjordania, dirigida por palestinos más moderados, representa algo así como un precalentamiento histórico para concertar la paz entre Israel y el Gobierno de Mahmud Abbás.
Tanto el Gabinete de Olmert como el de Abbás aceptan el principio de dos Estados para dos pueblos, la idea de territorios por paz y la concepción del fin del dominio israelí. Los puntos de divergencia no son pocos, pero en ninguno de ellos hay un abismo entre las partes. Una negociación intensiva podría contemplar las diferencias y llegar al borrador de un acuerdo.
¿Qué sucederá con Gaza en manos del Hamás, Gaza expuesta a la influencia iraní y al Hesbollah? Cabe esperar que, al lograrse un acuerdo israelí-palestino, la creación del Estado palestino independiente en Cisjordania, y el fin de la conquista israelí sobre los palestinos en esa región, despertará en la Franja un movimiento popular que se subleve contra el gobierno fanático y extremista religioso de Hamás. Las masas populares no podrán sino comprobar los logros históricos de los habitantes de Cisjordania, y lucharán para desmenuzar el yugo de Hamás e incorporarse al Estado palestino.
Tanto por parte del Gobierno de Olmert, como por el de Abbás, se percibe un clima positivo. Israel llevó a cabo una serie de gestos con el fin de manifestar su buena voluntad : la liberación de prisioneros palestinos, su aprobación de otorgar armamento moderno para las fuerzas de Abbás, el acuerdo de amnistía a líderes terroristas de Al Fatah y facilidades adicionales.
Los palestinos por su parte, vienen realizando reconocidos esfuerzos para evitar la anarquía en Cisjordanía : recogen material bélico de grupos armados y tratan de evitar posibles ataques terroristas contra Israel. La cláusula "Lucha armada" fue finalmente retirada de la plataforma del nuevo Gobierno y en su lugar se habla de un acuerdo que será logrado a través de negociaciones con Israel. En lugar del reclamo por "el derecho al retorno", cuyo significado sería la eliminación de Israel, los palestinos introdujeron un inciso que proclama "la búsqueda de una solución justa y de común acuerdo para el problema de los refugiados".
El importante discurso pronunciado por Ehud Olmert en Sharem A-Sheij, en el que por primera vez puso de manifiesto su comprensión e incluso su admiración por la tolerancia de los refugiados palestinos, atestigua que también Israel desea una solución "justa y de común acuerdo" al problema de los refugiados.
Los gestos israelíes podrían llegar a ser solo migajas, sino se llega a una negociación emprendedora y de alto vuelo para la solución de todos los problemas aún en discusión y en pro del establecimiento de un Estado palestino en Cisjordania. El próximo paso debería ser comenzar de inmediato con las conversaciones entre Israel y el gobierno de Abbás sobre los temas cruciales del conflicto: Jerusalén, las fronteras definitivas, el futuro de los asentamientos, el problema de los refugiados y los lugares santos. Sobre todos ellos existen ejemplos posibles de solución: el Plan Clinton, la Fórmula de Taba, la Iniciativa de Ginebra, etc.
¿Serán suficientemente fuertes los Gobiernos de Olmert y Abbás como para convencer a ambos pueblos a aceptar el acuerdo por el cual deberán afrontar ambas partes renuncias dolorosas?
He aquí que a los dos gobernantes les aguardan buenas noticias: Si ambos se animan y llegan a un borrador de acuerdo, y si éste es llevado a un plebiscito en Israel y entre los palestinos, todos podrán apreciar que la gran mayoría de los dos pueblos están dispuestos a una solución del conflicto. ¿Quedarán felices palestinos e israelíes con este arreglo? ¿Bailarán en las calles cuando éste se logre? Seguramente no. Pero - y estas son las mejores noticias en una realidad desagradable - ambos pueblos ya conocen cuál es la moraleja. Ellos la adoptarán a través del plebiscito, aunque sea a regañadientes.
Por Amós Oz - Fuente : Yediot Aharonot.Traducido por Lea Dassa para Argentina.co.il