La manipulación de informaciones sobre contaminación en Fray Bentos
Escrito remitido por el sitio ecologista uruguayo Ecouruguay.org que presenta un panorama interesante sobre la presentación de falsas noticias de contaminación en la planta de Botnia en Fray Bentos y su aprovechamiento por parte de los extremistas de la asamblea de Gualeguaychú.
21 de Julio de 2010
A propósito de las versiones en torno al accidente ocurrido el martes en la planta de Botnia y sus presuntas consecuencias, solicitamos la publicación de estos comentarios.
El hecho ocurrió mientras operarios de la planta descargaba bolsas de sulfuro de sodio. La operación consistía en verter ese polvo a una tolva para mezclarlo con agua, a fin de obtener el llamado "licor blanco" utilizado en la separación de la lignina de la celulosa en la madera. El viento, con ráfagas de más de 50 kilómetros por hora, arrastró unos cientos de gramos de la sustancia a unos metros dentro de la planta. En esa instancia, unos diez obreros que trabajaban a entre 25 y 40 metros de distancia dijeron haber experimentado síntomas de intoxicación. De los diez, sólo dos presentaban "sintomatología respiratoria irritativa y a nivel de piel". Quedaron internados en observación y fueron dados de alta pocas horas después. El incidente no tuvo ninguna significación y nadie le habría prestado atención si no hubiera ocurrido en la planta de celulosa. El viento que provocó el incidente provenía desde Gualeguaychú y se desplazó hacia Fray Bentos (factor que puede comprobarse en una fuente tan insospechable de parcialidad como el servicio meteorológico de Gualeguaychú). Pero, sorprendentemente, la Asamblea de Gualeguaychú y los medios locales vieron la oportunidad. Aquellos medios -de acuerdo a lo manifestado explícitamente- no se rigen por las normas del periodismo independiente sino que se constituyen en herramientas propagandísticas de la Asamblea de Gualeguaychú.
La denuncia efectuada por tres militantes de la Asamblea, manifestando haber sido afectadas por lo que llamaron "nube tóxica" generada del otro lado del río Uruguay, no resiste el menor análisis. El hecho se produjo poco después de las 9 de la mañana (las primeras noticias trascendieron poco después de las 10). Estas personas alegan haberse enterado después de las 15.00 hs (APF.Digital) y, presumiblemente sobre las 16.00, siete horas después del incidente, fueron al puente internacional para fotografiar la "gran nube tóxica" que emanaba de la chimenea de la planta. Pero la sustancia "no salió por la chimenea", de acuerdo a los dirigentes del sindicato de la construcción. Las denunciantes dijeron a Página/12 que, apenas llegaron a la cabecera del puente, sintieron un "muy fuerte olor a cloro", y minutos más tarde presentaron síntomas como picazón, enrojecimiento en la piel y los ojos. Dijeron a APF.Digital que sólo pudieron permanecer un par de minutos en la mitad del puente, y al regresar al piquete de Arroyo Verde "la gente (...) nos decía que nos sentía olor a cloro en la ropa y en el auto. Luego de un rato, empecé a ponerme muy roja en la cara, las orejas y el cuello; me ardía la garganta y la lengua y también tenía la vista muy roja" [sic]. El fiscal les tomó la denuncia y dio un paso de gigantes : caratuló la causa como "lesiones de contaminación ambiental de índole internacional". Los médicos forenses les diagnosticaron una dermatitis aguda, producto de la inhalación de "algún ácido". Aunque está claro que una concentración de un gas o de partículas que permaneciera flotando sobre el río durante tanto tiempo debería haber afectado a miles de personas. El caso es que el 98% de los obreros en el predio de la fábrica no sufrió de afección alguna (ni tampoco el personal de Aduanas, presente a uno y otro lado del puente; ni el de Gendarmería argentina). Los dos afectados tuvieron problemas consistentes con el contacto con sulfuro de sodio, no con sustancias cloradas. Los síntomas descriptos dan la impresión de que efectivamente estuvieron cerca de un producto relacionado con el cloro. Pero el licor blanco para el proceso Kraft es una mezcla de sulfuro de sodio en solución de hidróxido de sodio. No existe un sólo átomo de cloro en esta mezcla, y en ningún caso lo que cuentan pudo vincularse al incidente en Botnia, que con certeza no se encuentra utilizando sustancias cloradas. El doctor Oscar N. Ventura -profesor catedrático de la Facultad de Química, investigador principal del Programa de Ciencias Básicas (Pedeciba) e investigador grado III del Fondo Nacional de Investigadores (sin relación alguna con la fábrica)- explicó que el sulfuro de sodio ni siquiera está listado como tóxico agudo. Es moderadamente tóxico para los crustáceos, levemente tóxico para peces y moluscos y altamente tóxico para insectos (en realidad sólo para la "efímera"). Para el ser humano puede ser altamente tóxico si se lo ingiere, ya que en tal caso produciría quemaduras severas en las mucosas (los jugos gástricos producirían descomposición de ácido sulfídrico, que sí es altamente tóxico dentro del organismo). En contacto con la piel produce quemaduras cáusticas e irrita los ojos, con inflamación y posible pérdida de tejido. La exposición a cantidades apreciables de este compuesto debería haber exhibido lesiones aparentes en quienes estuvieran intoxicados. Si no las hubo, esto es porque la concentración fue muy baja (voló escaso polvo). Su olor no tiene similitud alguna con el cloro o sus compuestos. En ausencia de agua o ácidos no huele, pero normalmente está al menos en contacto con el agua atmosférica y consiguientemente tiene olor a huevo podrido por emanación de ácido sulfhídrico (olor a sulfuro). Es imposible confundir uno y otro olor. En caso de esparcirse accidentalmente, sus efectos no serían otros que los descriptos anteriormente. No deberían ocurrir desmayos, y sólo en caso de que hubiera una gran concentración del producto se podrían observar lesiones en quienes lo hayan inhalado. Podrían darse lesiones en la piel no protegida sólo en contacto con una gran concentración de sustancia; de aquí que quienes lo manejen directamente deben estar protegidos. No produce vómitos. La medida principal que se aconseja es retirara a los afectados al aire fresco y lavar con agua abundante cualquier rastro de la sustancia en la piel o los ojos. Como la eventual exposición ocular puede causar cambios en fondo de ojo y retina, se recomienda el seguimiento por 72 horas si ello pudo suceder. En casos extremos (nada que ver con este accidente) se recomienda inhalación de nitrato de amilo o nitrito de sodio intravenoso. Pero ahora, palomas. "No conozco ningún caso reportado de afectación a palomas u otro tipo de aves", manifestó el doctor Ventura. "Existe información sobre afectación de otros animales" : http://www.pesticideinfo.org/List_AquireAll.jsp?Rec_Id=PC38989 -copiar y pegar en su navegador-. Prima facie, que la mortandad de palomas pueda asociarse con el accidente en Botnia es inconsistente con la no afectación del 98% de los obreros dentro de la fábrica, con la no afectación de ninguno de los aduaneros presentes en el entorno de la mortandad de aves, con el hecho de que las palomas estaban presumiblemente volando ("caían", es la palabra empleada) y que ese producto no puede haber alcanzado ninguna altitud digna de mención, a menos que haya habido algo así como un huracán en Fray Bentos, ni con la toxicidad conocida de la sustancia química de que hablamos. El doctor Ventura recomienda mayor información en : Material Data Sheet (http://www.jtbaker.com/msds/englishhtml/s5042.htm); Animales afectados : http://www.pesticideinfo.org/List_AquireAll.jsp?Rec_Id=PC38989. Por otro lado, las palomas devinieron en plaga en las zonas sembradas con granos, y los agricultores utilizan distintos venenos para proteger sus cosechas. De modo que, si existieron palomas muertas (y suponiendo que nadie las plantó como "prueba"), habría que preguntar por lo sucedido en chacras cercanas al área en cuestión. Vale la mención porque, entre otros absurdos, Radio Máxima de Gualeguaychú difundió este fin de semana un testimonio según el cual el agua del Río Uruguay "ya cambió" : "ahora es espesa", etcétera, sin considerar que la fábrica no ha empezado a producir ni, por lo tanto, a emitir efluente alguno.
Tal el nivel de "seriedad" con que se trata este tema.
EcoUruguay.org