Mansilla Derqui, Triangular (Tritec) : la mafia de las calderas
Los sufridos ciudadanos de la Argentina conocen mucho de monopolios, oligopolios y abusos de posición comercial en todas sus formas y en todo ámbito. Pocos o ningún medio han examinado el sistema mafioso que impera en la comercialización de calderas individuales y la venta de repuestos. Material imperdible cuya colaboración se debe a los infinitos emails enviados por nuestros lectores.
La noticia bien podría sonar bizarra, solo a partir del llamativo título que le hemos otorgado : "la mafia de las calderas". Pero esta situación dista mucho de ser divertida para muchos dueños de departamentos en la Ciudad de Buenos Aires y el propio interior del país. Uno de los problemas que más aquejan el bolsillo de los argentinos es la monopolización de prácticamente todo aquello que en el país se comercializa. Este hecho, que rara vez es analizado en profundidad por los medios, para muchos se debe a la característica de "poco exigente" que tiene el mercado argentino.
El ciudadano promedio sabe de memoria lo que es un monopolio -u oligopolio, en cuyo caso, los resultados son los mismos-. Vivimos en una sociedad en donde todo gran negocio es dividido entre muy pocas manos. A veces, uno suele ser el único dueño. Ocurre con el fútbol (TyC Sports), con las naftas (caso de YPF y Petrobras), con los medios (Grupo Clarín), hipermercados (Carrefour, Coto y Jumbo), la telefonía de base y celular (Telefónica y Telecom), etc. Muchos argentinos viven hoy en edificios de departamentos relativamente nuevos o a estrenar, y al mudarse a sus nuevos hogares descubren que su unidad dispone de lo que se denomina "caldera individual", una ventaja por donde se mire, dado que es ciertamente una comodidad poder regular la temperatura del agua y de la calefacción a gusto, sin depender de el frío que tenga el vecino de arriba.
Por lo general, las calderas de las que hablamos son de marca Ocean y similares, de origen europeo; más precisamente, italiano. Para muchos sufridos consorcistas, los problemas comienzan cuando la mencionada caldera comienza a fallar. La alimentación de este sistema es mixta, a base de gas y electricidad. Al sufrir Ud. un corte de luz, inmediatamente comenzará a extrañar el agua caliente. Lo mismo ocurrirá en caso de cortes de gas o de disminución de la fuerza de la llama. Los fallos en este tipo de calderas se producen generalmente cuando la bomba -el corazón del equipo- deja de funcionar. Y aquí comienzan las verdaderas malas noticias. La primera consulta normalmente se realiza con el encargado del edificio. Este procederá a informarle, de manera elegante, que el precio de los repuestos "no es muy económico". Entonces, el primer llamado telefónico del afectado es a la firma Mansilla Derqui S.A., localizada en Cramer 1060 de esta Capital. Acto seguido, se le informará que el precio de la bomba es de US$ 200, incluyendo su instalación. El precio es el correcto y Ud., estimado lector, leyó bien : se trata de doscientos dólares estadounidenses.
Los alaridos de terror no alcanzan. Mucho menos las plegarias. El sufrido consumidor deberá abonar esa suma, o bien resignarse a pasar los gélidos inviernos porteños bajo el rigor del agua helada y sumergido en toneladas de mantas, llegada la hora del sueño. Nunca falta el cliente final maleducado que elucubra el siniestro plan de consultar a otras compañías para adquirir el producto o repuesto buscado.
Se encontrará el investigador con que las únicas otras empresas que proveen el preciado material son Tritec S.A. (Espronceda 2679) y Triangular S.A. Pero la sorpresa será mayor al informársele que estas empresas solo comercializan productos para otras compañías -es decir, con número de CUIT-. En este caso, se podría lograr un importante descuento sobre el precio del repuesto solamente, pero el CUIT, como todos sabemos, no está disponible para consumidores finales. Lo que es más, Triangular y/o Tritec solicitarán comprobante, dado que, en los últimos tiempos, han evaluado que sufrieron importantes pérdidas a manos de "consumidores finales avivados" que, por no poder pagar los seiscientos pesos de rigor, o bien trucharon comprobantes de CUIT o bien adquirieron alguno "por derecha". Tritec y Triangular son la misma empresa, y así se puede comprobar en sendas páginas web www.tritec.com.ar y triangularsa.com.ar. Dicho de otro modo, existe una cartelización en el comercio de calderas individuales en el país, constituída por las compañías Mansilla Derqui S.A. -de la cual el señor Santiago Mansilla Derqui es uno de sus titulares-, Tritec S.A. y Triangular S.A.
Aunque lo correcto sería decir que las mencionadas empresas constituyen una mafia o una verdadera asociación ilícita para oligopolizar en forma indiscriminada la comercialización de repuestos para calderas. Para el consumidor, la noticia es aún peor : si no se recurre a las empresas de rigor, nadie más podrá proporcionar servicio técnico o repuestos. Y, más grave aún, El Ojo Digital investigó el mercado y, luego de conversar con arquitectos y expertos en el tema, averiguó que todos los edificios recientemente construídos y en construcción tienen programada la inclusión de esta generación de calderas individuales. Calderas que solo Mansilla Derqui S.A. -proveedora de los servicios técnicos para consorcistas- puede proveer. Y otra es la novedad : desde el año 2000 a la fecha, el precio de los repuestos se ha incrementado en más de un 200%. Mansilla Derqui y sus secuaces se han aprovechado de su situación comercial y ejercen, con absoluta impunidad, abuso de poder sobre los consumidores.
Un arquitecto consultado por nuestro medio refirió : "el problema de los precios tiene relación en que Mansilla Derqui, Triangular (Tritec) son las únicas que importan las calderas y sus repuestos. Obviamente se aprovechan de su posición para manipular los precios. Pero no hay alternativa, porque, si no se trata de calderas Ocean o sus variantes -que llevan todas los mismos repuestos- hay que recurrir a la alternativa nacional, que es mucho menos confiable y con repuestos igualmente caros. Por lo que sé, Mansilla Derqui, por ejemplo, ha asesorado en numerosas obras y a partir de allí vio la oportunidad de negocio". El problema es que la empresa conoce su posición y por ello modifica los precios todos los años, especialmente en época invernal, que es cuando más consultas tiene para reparar e instalar equipos. Cabe aclarar que El Ojo Digital recibió consultas y comentarios de parte de muchos usuarios ofendidos y visiblemente molestos a partir de los precios exagerados que cobra Mansilla Derqui, y recién a partir de allí comenzamos a elaborar esta investigación, que dio con un sinnúmero de detalles interesantes. El plato fuerte de la nota, sin embargo, fue la información que nos acercó, entrevista mediante, un ex empleado de la propia empresa Mansilla Derqui S.A. Esta persona pidió mantener su anonimato, a partir de la gravedad de lo que denunciaba, aunque reconoce que su motivación fue el maltrato recibido. Principalmente, la culpa que sintió por haber sido ordenado estafar a clientes, lo llevó a contactarse con nosotros.
Alejandro -solo nos permite revelar su nombre de pila- nos reveló los intríngulis de las prácticas oscuras de Mansilla Derqui.
EL Ojo Digital : Bueno, Alejandro, antes que nada, ¿por qué te animaste a contarnos todo esto?
Alejandro : Reconozco que al principio yo trabajaba de lo mejor en la empresa; de hecho, llegué a ser considerado como uno de los mejores empleados porque trabajaba rápido y bien. El problema surge cuando no pude asistir para atender a un cliente una vez y a partir de ahí empezó el maltrato.
EOD : ¿De qué manera se observó este maltrato para con tu persona?
A : En primer lugar, todos los que trabajamos ahí estamos en negro. Se dibuja todo. A mí me reputearon por no haber podido atender a los clientes por una demora que tuve y hasta ese día nunca me habían dicho nada. Me debían unas comisiones que eran mucha plata y me bicicleteaban para pagar. Abiertamente, me dijeron una vez que jamás me lo iban a pagar. Encima, el nivel de trabajo es insoportable en invierno, te hacen hacer todas las visitas que puedas en un día, es un infierno y yo me la paso yendo de zona sur a zona norte varias veces. Además de no pagarme la deuda, imaginate. Lo último fue que me amenazaron con hacerme juicio, y ahora me odian porque estoy trabajando por mi cuenta arreglando calderas y eso no les gusta nada. Sobre todo porque cobro más barato que ellos.
EOD : Ahora contanos, ¿por qué los precios ridículos por los repuestos y los services?
A : Lo que es Mansilla Derqui, eso tiene que ver con que están arreglados con Triangular y son los únicos que traen los repuestos de Italia. Cada año aumentan los precios de las bombas y lo hacen en dólares, ni siquiera en pesos. Saben muy bien que son los únicos que proveen el servicio. Encima, cada año se construyen más edificios de departamentos con esas calderas, con lo cual el negocio de estos tipos está asegurado para toda la vida. Ganan fortunas porque el tipo que se le rompió una bomba o un ventilador no tiene a quién más llamar. Y por supuesto, cada bomba no sale tanto importarla; la ganancia que tienen por unidad es de más del 150% si se compara el precio de importación y el precio final en la calle.
EOD : ¿Qué otro tipo de prácticas extrañas comprobaste en Mansilla?
A : El problema con las bombas es que no se pueden reparar, así que no hay caso, hay que importar nuevas. Lo más gracioso es que vienen de Italia pero en Italia y el resto de Europa estos modelos de calderas ya no se usan más; allá están instalando unas que no miden más de 50 cm de alto, ni comparar con los armatostes de acá. Lo que te digo es que al final estos tipos venden repuestos a precio de oro, de aparatos que en el país de origen van a parar a la basura. El factor de no reparación es importante porque hay otra pieza que se suele romper mucho y que es una suerte de ventilador que va insertado en la caldera. La gente de Mansilla se queda con el ventilador viejo de la caldera del cliente, los junta todos y después los manda arreglar para venderlos más tarde como nuevos, ¿entendés? Y los tipos que arreglan las piezas saben lo que están haciendo.
EOD : Interesante. ¿Y cómo es la relación entre Mansilla Derqui y las otras empresas?
A : Entre todos se arreglan para cobrar el precio que quieran. Lo que cambió en estos últimos años es que antes la gente de Triangular también vendía al público pero después dejó de hacerlo. La cosa quedó en manos de Derqui. Pero lo importante es que entre todas arreglan el precio al que quieren vender y nadie vende a menos de eso. Es una estafa obvia a los clientes, que no tienen adonde ir para comprar más barato. US$200 por la bomba es una locura, además hay que tener en cuenta que Mansilla te manda el técnico a tu casa una vez por año y te cobra $100 la visita por no hacer nada. O sea, para purgar el equipo, eso lo podés hacer vos solo; solamente hay que preguntarle al encargado y él te dice. Con eso y con manejar bien la caldera, ya está bien.
OAD : ¿Qué alternativa existe para no recurrir a esta gente?
A : No hay otro camino. Lo mejor que puede hacer el cliente es purgar el equipo lo más seguido posible. La bomba no sirve más cuando empieza a trabajar en vacío. Esto quiere decir que hay que estar atento al reloj de presión : si está cerca del rojo, ahí hay que girar la llave interna y purgar, dejando correr el agua caliente un rato, desde todos los sectores de la casa. Con diez minutos está bien. La bomba nunca tiene que trabajar en vacío. Además, cuando se usa la calefacción, nunca dejarla encendida mucho tiempo; está bien calentar la casa de noche y apagar la calefacción de día. Nunca subirle más allá de la indicación "comfort" a la rueda de la calefacción, y tampoco poner el termostato a más de 25 grados. Siguiendo estas indicaciones y purgando el equipo regularmente, la bomba debería durar más de 3 años y con esto uno ni siquiera tiene que llamar al service para las revisiones. Para el cliente final, lo mejor es boicotear la tarea de Mansilla Derqui y las otras, llamando lo menos posible al service o llamando a otros que cobran menos por las visitas. Existe gente que sabe y no cobra ni ahí cien pesos por ir a tu casa. A la larga habrá que comprar las piezas con Mansilla pero con estas recomendaciones, solo habrá que hacerlo cada mucho tiempo. Si no queda otra, siempre hay un amigo que nos puede proveer de un comprobante de CUIT para obtener un descuento importante sobre el precio del repuesto. El tema es que uno tiene que llamar luego a su propio instalador. Además estoy enterado de que la gente de Mansilla Derqui está enojada porque hay clientes que hacen esto para que les salga más barato. Entonces le dieron instrucciones a los vendedores para que pregunten mucho, cuando en realidad no tienen nada que preguntar. Uno se tiene que atener al discurso de que tiene una empresa y que ahí está el comprobante. No te pueden decir que no te quieren vender. Y también sugiero que compren la bomba más potente, que tiene posibilidad de regular las revoluciones con una muesca. Este modelo de bomba dura más, es un poco más grande pero igual sirve. Por lo menos servirá dos años más que las comunes. Pero es importante seguir las instrucciones; yo conozco gente que cambió la bomba más de tres veces en cinco años porque pone la calefacción a full y a 30 grados y la deja prendida por días hasta que pasa el frío. Y esto no es así. Hay que tener cuidado para que todo dure más.
La "mafia de las calderas" dará que hablar. El presente artículo refiere a todos esos detalles que Mansilla Derqui y Triangular-Tritec no quisieran revelar. Y -hay que decirlo- las mencionadas son un verdadero cártel, y su proceder ya hubiera sido duramente cuestionado en cualquier país serio. Por lo pronto, y además de seguir las recomendaciones de nuestro entrevistado, sugerimos a nuestros lectores y que se hayan visto envueltos en la problemática de los repuestos, que denuncien el abuso de Mansilla Derqui S.A. ante los organismos de defensa del consumidor. Básicamente, la argumentación debería incluir el cargo de monopolio y abuso de posición comercial.
Precisamente, el presente artículo tiene la firme intención de concientizar a los lectores y, a la vez, de alertar a las autoridades que regulan en la materia para que tengan información sobre el caso. De otro modo, las prácticas mafiosas de estas empresas continuarán depredando los bolsillos de muchos argentinos.