POLITICA: EL EX JEFE DE GOBIERNO PORTEÑO, MAS IMPOPULAR QUE NUNCA

Buenos muchachos : Aníbal Ibarra, nuevamente escrachado. La "esperada" liberación de Omar Chabán

El ex intendente porteño, Aníbal Ibarra, volvió a pasar un mal momento al ser escrachado por familiares de víctimas de la tragedia del boliche República Cromañón. Estos protestaron fuera del recinto de la Legislatura, colocando 194 sillas de plástico vacías, en representación de los fallecidos. Chabán, uno de los dueños de Cromañón, salió libre, como lo anticipara en su momento El Ojo Digital.

21 de Julio de 2010
Los mecanismos de la vieja política siempre dan revancha. Incluso para los dignatarios liquidados de la actividad local. Y el ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, bien conoce de esto. Pues fue gracias a estos mecanismos -que emulan a las listas sábana- que logró convertirse en legislador porteño y asegurarse nuevamente la obtención de ingresos elevados a partir de la actividad política. De nada le han servido los aceitados sofismos al ex intendente. Mucho menos el discurso del que echa mano hasta el hartazgo frente a sus críticos, y que reza que está donde está "gracias a la voluntad popular, la sociedad y la Justicia". Nunca nadie supo de dónde sacó Ibarra el argumento para decir que más de la mitad de los residentes de la Ciudad de Buenos Aires rechazaba su separación de la Jefatura de Gobierno. Jamás exhibió encuestas serias ni publicaciones. Será porque nunca tuvo datos certeros. Por otro lado, si sus argumentaciones fueran correctas, entonces la sociedad realmente se hubiera "plantado" para evitar su salida del gobierno de la Ciudad. Pero nadie tomó partido por él. Solamente los referentes obsoletos provenientes de la desdibujada izquierda porteña y el progresismo que no tiene eco en las urnas. Y vale la pena recordar también que lo que él denomina "Justicia" es administrada por un kirchnerismo que debió apoyarlo hasta el final para evitarle mayores costos políticos al Presidente Néstor Carlos Kirchner en la Capital Federal. Finalmente, los argumentos de Ibarra caen por su propio peso. Sentenció Aníbal Ibarra, frente a la protesta que llevaron adelante los padres de las víctimas de Cromañón, que llega a la Legislatura para ser "fuerza de oposición". Pero lo cierto es que Mauricio Macri, con todos sus defectos, ya no contará con los cánones que la Ciudad percibía, por ejemplo, gracias a las tragamonedas y los casinos. Decenas de millones de pesos que sí manejaban Aníbal Ibarra y sus socios en el Banco de la Ciudad de Buenos Aires con discreción impune. Así es muy sencillo ser "oposición". La sombra de Cromañón continuará persiguiendo a Aníbal Ibarra por los siglos de los siglos, muy a pesar de la defensa que el oficialismo y el Grupo Clarín hacen de su persona. Al día de hoy, el ex intendente sigue negándose a reconocer que él fue parte del aceitado mecanismo de corruptela que extorsionaba a restaurantes, boliches, discotecas y pubs con la clausura a cambio de jugosos dividendos, retornos, coimas, o como quiera llamársele. Maquiavélico sistema del que también eran parte muchos policías y que sembró, a la postre, la semilla para la tragedia con ya 200 muertos. Paralelamente a la asunción de Ibarra se produce la liberación de Omar Chabán, la cara visible de Cromañón y cuya salida de la cárcel había sido anticipada desde hacía tiempo por El Ojo Digital. Ocurre que Chabán es Ibarra. Ibarra es Omar Chabán. Y el saliente intendente, Jorge Telerman, mucho sabe de esto pues en el ambiente artístico todos saben que el afrancesado es dueño de La Trastienda y otros tantos sitios de diversión nocturna. ¿No sabía Aníbal Ibarra nada de esto? ¿Desconoce Ibarra la forma en que los negociados de la Ciudad se han manejado desde el regreso de la democracia? Desde Fernando de la Rúa hasta Jorge Telerman, todos se han beneficiado de la recaudación de los cánones de tragamonedas, hipódromo y casino, haciendo de cuenta que se peleaban con sus rivales políticos. Una verdadera charada de la que todos han sido parte desde siempre. En ocasión del juicio por Cromañón, ciertos laderos de Ibarra -que se desempeñaban en el sector de inspecciones- fueron los únicos convocados a declarar, pero las influencias de la Casa Rosada en el ámbito porteño de la Justicia hicieron lo imposible para desligar al ex intendente. Era más que obvio que Ibarra conocía perfectamente lo que ocurría bajo su órbita. Pues así ha sido siempre en los terrenos de la administración pública porteña. Como corolario, y así como Omar Chabán ha recuperado su libertad, al tiempo que a Aníbal Ibarra le ha sido permitido continuar con su carrera política, como si nada hubiera ocurrido, también es esperable que Patricio Santos Fontanet y el infame grupo Callejeros vuelva más seguido a la música (a pesar del estrecho cerco que el mundo artístico, correctamente, ha practicado contra ellos). Callejeros no es más que un factor más en la corrupta ecuación de la que Chabán, Ibarra y Telerman son parte. Ninguno de ellos hubiera podido funcionar sin el otro. Por ende, ninguno de ellos terminará en prisión. Las idas y vueltas de la política son, para muchos, una res complicada. Aunque en realidad todo es más sencillo de lo que parece.
El Ojo Digital Política