SOCIEDAD: POR OVIDIO H. ZANZERO, PARA EL OJO DIGITAL SOCIEDAD

Las deficiencias en la "salud moral" agravan el ambiente

Como en el juego de dominó, la caída por arrastre de las fichas, así fueron derribando una a una las de la moral, siendo aquellas que iniciaron este movimiento las que correspondían a las virtudes y que se hallaban debilitadas en su equilibrio.

21 de Julio de 2010
Es así que, sin pretender adentrarme en el estudio minucioso de la psicología social por no contar con el conocimiento específico, solamente intento darle el valor relativo que les otorga la sincera observación y experiencia de las actividades en el medio ambiente. A tal efecto, consideremos el cuadro que presentan algunas de estas en el orden político y social. Un problema original, el agrupamiento de escuelas estatales y particulares solamente en los centros urbanoos, y con costos económicos superlativos estas últimas; muchas veces con excesos de postulantes con pretensión de enseñar o mejor dicho de aspirantes a empleos, siendo que una gran cantidad ya en general no son capaces de desempeñarse en esta misión sagrada en regiones apartadas de la República, donde en realidad hacen falta, pero no solamente esto se trata de personas, esa misma ausencia está reflejada en esos lugares en bienes edilicios y en materiales específicos. Con el agravante que se manifiesta en la deserción de alumnos. La enseñanza secundaria donde se pueden notar algunos planes y profesores incompetentes, sin calidad ni vocación, lo que deja a una cantidad de jóvenes sin destino alguno, preparando a grupos sociales formando a los trabajadores que no son propietarios de los medios de producción y de la burocracia. La universidad, desmoralizada por el electoralismo demagógico y partidario, más que por el estudio y en su afán de llegar apresuradamente a la conquista de un título profesional, es lo que anula el futuro de la juventud que desconoce la satisfacción espiritual del conocimiento adquirido en el silencio propicio al sentimiento profundo de las ciencias. El daño insuperable y sin retorno resulta un mal de fondo; inquietud por llegar, arribismo inculcado en el propio hogar, dado que a los padres muy poco les interesa el saber de sus hijos, sino la promoción del curso para que se lancen pronto a su profesión o trabajo, de esta forma no se constituyan en una carga a sus costas y arriben cuanto antes a la meta de la independencia económica. De esta manera, también se perfilan al cargo público convertido en una verdadera rutina, sin entusiasmo por la obra administrativa o por la social; el hombre se convierte voluntariamente en una máquina, trabajando con la resignación forzosa del recluso, por la necesidad de ganar un mísero salario y detestando la labor que realiza, incapaz de comprender que los pocos años de existencia hay que vivirlos moralmente para sí y para los demás. Las formas actuales del trabajo ya no propenden como en el pasado honroso de nuestra Republica, donde resultaba a elevar la condición mental y a formar la mentalidad de la persona que trabajaba. El aprendizaje a conciencia de una tarea educaba al individuo, el que ponía amor en la tarea que desarrollaba; pero ahora se ha subdividido tanto y es tan suplida por el maquinismo, que ejecuta un trabajo parcial y monótono. Tal resulta esta situación que se puede realizar una diferenciación entre obrero y proletariado, porque mientras que aquel adquiere personalidad, este se transforma en anónimo y pasa de una actividad a otra con igual indeferencia. Vemos así que mientras el quien trabaja ha ganado en mayor salario, va perdiendo en cambio su individualidad. Esto explica la asociación en grandes masas, su distanciamiento y enemistad de alguna forma para con las otras clases y la facilidad con que es sugestionada por conductores, generalmente con tendencias de cabecillas, caudillos y también intrigantes "meneurs" en retóricas en las que por lo común enumeran sus argumentos e intentan atraer definitivamente la voluntad popular, con músicas que quieren escuchar semejantes al sonido de los instrumentos de cobre, tan preferida por los oídos de las muchedumbres. La actividad política es el campo más propicio para el estudio de la conciencia pública y permite confirmar el desconcierto moral por la calidad inferior de los componentes que conforman el abigarrado conjunto de abundancia de individuos que sólo persiguen propios intereses sin ningún freno ético. Por otra parte, es bien sabido que en oportunidades las muchedumbres, que no debemos confundir con multitud, carecen frecuentemente de instinto para conocer a aquellos que explotan su torpeza o falta de tranquilidad y sentimientos y tardan en rebelarse, aún cuando lo hagan con la furia de los sometidos o dominados excesivamente por engaño, clientelismo o mendacidad política. Por Ovidio H. Zánzero, para El Ojo Digital Sociedad. Blog Deucalion; 10 de noviembre de 2009. http://deucalion-info.blogspot.com/
Por Ovidio H. Zánzero, para El Ojo Digital Sociedad