Militantes peronistas remiten carta abierta a Eduardo Duhalde: cuestionamientos a la jefatura de campaña, "consejeros" y "asesores"
Gabriel Martin refleja -desde adentro- las preocupaciones de los militantes que acompañan la candidatura presidencial de Eduardo Duhalde.
21 de Julio de 2010
Con esta nota -que incorpora conceptos de una anterior, publicada a fines de marzo de 2010-, tal vez me anote algunos enemigos. Mas esta es mi visión y espero sea respetada. Descreo de aquello de "entrar a los codazos", y quienes estén de acuerdo con estas líneas, pueden difundirlas. No divido aguas; hago un aporte, en la forma de un llamado a la Unidad y a la Conducción.
Hace unos días, el periodista Luis Majul refería que la foto que más preocupa a Néstor Kirchner es aquella que muestre a Carlos Reutemann, Francisco De Narváez, Mauricio Macri, Felipe Solá y Eduardo Duhalde sentados a la misma mesa. Por cierto, yo agregaría a Juan Carlos Romero, Ramón Puerta, Jorge Busti y Mario Das Neves. Todos reunidos, con el compromiso de no competir entre sí hasta asegurarse de vencer a Néstor Kirchner.
Pero los que impulsamos su Conducción, Compañero Eduardo Alberto Duhalde, en el Partido Justicialista, hemos elegido hacer para que todos juntos enfrentemos a los Kirchner en 2011, ganemos la elección y comencemos con la refundación de la República, la normalización de las instituciones, la restitución del respeto a la Constitución Nacional, las leyes y el orden de convivencia ciudadana, más todas las cosas que deben volver a sus cauces institucionales. El objetivo es volver a ser un país "en serio", un país creible y no una republiqueta satélite de Venezuela.
Pero, quienes apoyamos su candidatura, Compañero Duhalde, nos encontramos algo nerviosos... Usted se preguntará por qué.
A fines de marzo, escribí estas líneas, esperando que algo cambiara. Pero me equivoqué, pues hasta el momento, todo sigue igual. Es por eso que me he decidido a volver a publicar este material, que invito a Usted a leer.
"Conducir no es mandar; conducir es persuadir". Así sentenciaba y aconsejaba el General Juan Domingo Perón. Justas y sabias fueron y siguen siendo esas palabras. Una pena que algunos de los mandatarios a quien Usted encomendó la tarea primaria de organización política, pareciera que jamás han escuchado al General. Pues permanentemente, refieren: "fulano dice", "fulano mandó", "fulano quiere"... Pues bien; pareciera que el tal "fulano" es el dueño de la verdad y quienes lo representan dicen que se debe acatar esas órdenes o la "bajada de línea". El problema es que estos referentes acomodan esas órdenes a sus propios intereses. Y esto es sumamente molesto para nosotros, sus Militantes.
Militantes y cuadros sobrevivientes de veinticinco años de una parálisis en lo que tiene que ver con las escuelas de conducción política, sin Unidades Básicas abiertas -donde muchos aprendían el ABC de un militante-. Muchos de esos sobrevivientes dudan que esas órdenes provengan de alguien que habla de "Acuerdo Patriótico"...
Los muchachos gremialistas de segundas y terceras líneas que responden a los líderes sindicales, sumados a los "buenos muchachos" de la Joven Federación (a quienes pareciera Usted encomendó esta primera parte de la organización) se están equivocando. Prohibido disentir con ellos, pues se autorreferencian como los "dueños de la pelota". De más está decir que este discurso aleja a los Compañeros que -de corazón- se arriman a un proyecto que no les asegura nada, solo tal vez el hecho de que puedan ser perseguidos si trabajan en una municipalidad u otra oficina gubernamental en manos de los kirchneristas. Y si son beneficiarios de planes sociales, pueden llegar a perderlos porque el puntero del barrio no simpatiza con bandas políticas rivales en "su" territorio. Para muchos, perder los planes "sociales" equivale a condenar a su familia al hambre.
Compañero Eduardo Alberto Duhalde: en primer término, ¿Pretende Usted ganarle la interna a Néstor Carlos Kirchner y todo su aparato para recuperar el Partido Justicialista? ¿Con qué objeto? Para después ser Presidente de todos los argentinos por los votos de la gente, y con el Acuerdo Patriótico gobernar y ganarse el bronce de la historia, como el presidente que rescató a la Argentina de una de las crisis más nefastas que nuestra Patria y nuestro Pueblo han debido soportar. Para ello, es necesario montar una organización política muy bien "aceitada" y no me refiero a dinero. Hablo puntualmente de organización. Le recuerdo que las "montoneras" provinciales del siglo 19 fracasaron: eran gauchos convencidos y valientes, pero la propia desorganización los derrotó. Y, aunque duela decirlo, algo parecido estamos notando en esta primera etapa de su proyecto presidencial.
Antes de preguntarle sobre la identidad del Jefe de Campaña, me gustaría aclarar que sus bajadas parecen "espontáneas", con la sola excepción del acto que tuviera lugar en el Teatro Lola Membrives en la Capital Federal, al que sí asistimos como invitados "especiales", pues lo pagaron las agrupaciones de la 1ª, la 3ª y la 8ª, de la Federación de Agrupaciones que Usted preside, junto con el Compañero Gerónimo Venegas (Secretario General). El resto de sus visitas a los distritos nos llega a nosotros, los militantes, a través de los diarios. Algunos, por la televisión (Guernica, San Martin -¿dos veces en un mes?-, Quilmes, etc.). Igual que con actos como el relanzamiento de la Liga Federal en La Boca.
Sucede que aquellos que queremos acompañarlo, no deseamos "aparatearlo", proporcionándole tropa movilizada por vía terrestre o micros. La idea es que su visita a cualquier distrito de la provincia de Buenos Aires observe el marco que se merece su investidura de un ex presidente que nuevamente se encuentra en campaña presidencial. No nos agrada que los medios reflejen, horas después, que su presencia despertó poco interés, como tampoco nos agrada que se ningunee a los militantes y cuadros políticos que de corazón estamos acompañándolo.
Pero que la temática no abarque solamente a sus presencias. Tratemos también la cuestión de las visitas distritales de la Senadora Nacional Hilda González de Duhalde, muy querida por las mujeres peronistas -bien conocida como "La Gallega", aún cuando es andaluza-. Hace unos días, Chiche bajó a La Matanza, a una reunión organizada por un compañero Concejal y solo la esperaban cincuenta personas. ¿La parece a Usted un marco digno como para recibir a su señora esposa? Para quien esto escribe, esto representa una falta de respeto de parte de los organizadores quienes, al no contar con los compañeros/as presentes en número más que suficiente para recibir como se merece a una Senadora Nacional que bien podría ser la futura Primera Dama, no le avisan y suspenden por cualquier motivo. Estos muchachos son pícaros; quieren demostrar que ellos van a ?ser?. Por el contrario, muchos somos los que pensamos que Usted y su Señora Esposa representan el único capital político que tenemos, y consideramos que no debemos devaluarlo y desgastarlo antes de tiempo.
Ahora bien; ¿quién sirve al rol de su Jefe de Campaña? Si acaso lo tiene, despídalo: no sirve para nada. ¿Quiénes le brindan consejo y sugieren bajara a tal ó cual distrito sin hacer "la previa"? Esa "previa" es precisamente lo necesario para asegurarle el marco ideal a su presencia. Para que esta tenga el efecto que debe tener y el que luego deberán reflejar los medios, lo consideren conveniente o no. A estos "asesores" no los despida, porque quien quiere ser Presidente de la Nación necesita de todos. Mi recomendación es que deje de escucharlos. Arme Usted personalmente su equipo de Campaña; busque entre los mejores hombres y mujeres cercanos y fieles al proyecto. Que tengan "materia gris" o un cerebro que funcione políticamente: que hayan trabajado en otras campañas, que sean personas con experiencia y que no le descuiden ningún flanco. Acuérdese de lo realizado por un Compañero con mayúsculas, que ya no está: Julio Mera Figueroa. Este Compañero fue vital durante la campaña 1987/88 previa a la interna, donde Usted era parte fundamental de la formula triunfadora. Allí, su gente de confianza se encargó de la 3ª sección electoral y así pudieron conciliar a la "renovación" con los antes "intervenidos", y la mencionada sección fue crucial para el triunfo de la fórmula.
En lo personal, no tengo ninguna duda de que el próximo Presidente en 2011 será Usted, y eso me asegura que mi retorno a la lucha no será en vano, que las horas "robadas" a mi familia en esta etapa de mi vida tendrán su recompensa cuando mis hijos y mis nietos, y los hijos de estos vivan en un país previsible, con oportunidades para todos, pero en serio, donde el hombre se gane el salario en un trabajo digno, que ese salario no solo le alcance para cubrir sus necesidades básicas, sino que también le sirva para tener un estándar de vida decente y no depender de la dádiva que no dignifica a nadie. Que vivan en un país con seguridad individual y jurídica, con una educación de excelencia académica, con coberturas de salud y costos de medicinas y tratamientos acordes a los ingresos de la mayoría de los trabajadores. Con instituciones recuperadas respetadas y respetables. Con una Justicia creíble y que funcione en tiempo y forma -la justicia que llega tarde no es Justicia-. Con jubilados y pensionados que reciban una remuneración digna.
"Un país ideal", pensaran algunos. Sé que podemos lograrlo, pero antes habrá que pasar por varias etapas. El adversario a vencer nada tiene de tonto: tiene "caja" para sostener una tropa rentada y unos cuantos "transversales y socialistas nacionales setentistas", que no quieren perder los privilegios obtenidos en estos últimos años. Y, ¿qué tenemos nosotros? Tenemos dirigentes, cuadros políticos, militantes Peronistas con más de una batalla en su historia. Todos ellos desperdigados, por culpa de una diáspora de la que todos somos en mucho responsables, inclusive Usted. Es necesario volver a encuadrarlos para que -cohesionados- conduzcan a toda la masa crítica de peronistas de corazón y voluntariosa que conforman el Pueblo Peronista, y seguramente no habrá ni segunda vuelta.
"Solo la organización vence al tiempo". Usted lo sabe; pero para organizar se debe tener conceptos claros, unidad en la acción, experiencia y encontrarse aggiornado, comprender los nuevos medios comunicacionales y tener equipo compuesto por mujeres, jóvenes, gremialistas y políticos. No digo que Usted no tenga claros estos conceptos. Sucede que no llegan a quien deberían llegar o de la forma que deberían llegar. No se puede dejar todo el trabajo a una sola rama de las mencionadas y a un grupo de jóvenes inexpertos en las lides políticas? Todas juntas, unidas en los conceptos para una acción conjunta codo a codo, mas no a los codazos.
No debemos desperdiciar más tiempo: comencemos a reconocer a los leales para luego acordar con los aliados. Los mercenarios ya se encuentran trabajando para el adversario. Más nos vale no hallar a ninguno de ellos en nuestra estructura, porque aunque estos muchachos son "pícaros", personalmente no les reconozco grandes atributos. Por otra parte, si logran introducirnos un "caballo de Troya", entonces nos veremos en mala situación.
Voy a recordar sus palabras: "Va a ser necesario que todos trabajemos unidos" (...). Recuérdele a los muchachos gremialistas y a los chicos de la Joven Federación que "abran el juego": que los militantes y cuadros políticos, de esto sabemos. Y si algo tenemos bien claro es que JUNTOS, somos más.
Por Gabriel Martin, para El Ojo Digital Política (Cartas de Lectores).
e-Mail: gabriel (arroba) martin.net.ar.
Por Gabriel Martin, para El Ojo Digital Política