El von Clausewitz Electrónico: los políticos argentinos ahora se pelean en Twitter
"La guerra es la continuación de la política por otros medios", fue una de las reflexiones más citadas del general prusiano Karl von Clausewitz. Pues bien; parece ser que los dirigentes locales ahora amplían sus reyertas al terreno binario. Y el público pide más.
21 de Julio de 2010
En tiempos de su lanzamiento, nadie daba un centavo por Twitter y el surgimiento del microblogging.
Pero estos días, políticos, funcionarios y candidatos se han decidido a sumarse a este nuevo espacio del "Internet dos punto cero". Utilizan esta plataforma relativamente nueva para enterar a seguidores propios y ajenos sobre tareas de gobierno, planes y proyectos.
El problema se da cuando la vieja política usurpa el espacio del Internet para mimetizarse como "nueva política". La lucha callejera y el "aparato" cobran forma ahora también en el espacio cibernético. Y es Aníbal Fernández quien se ha lanzado a explotar estos nuevos escenarios de conflicto, invirtiendo un buen número de horas a las nuevas tecnologías (tiene su rincón en http://twitter.com/fernandezanibal/).
En la última semana, cobró notoriedad la pelea que sostuvieron el insufrible funcionario oficialista con el ministro de Educación de la administración Macri, Esteban Bullrich, en Twitter. El diálogo en cuestión fue reproducido por Perfil.com, y por supuesto rodeó al espinoso tema de las escuchas telefónicas, con el que la Casa Rosada pretende conmover el piso bajo los pies del alcalde porteño. La historieta referirá que este pequeño round fue ganado por el hombre de PRO, pero la puja online seguramente dará pie a otras muchas que le sobrevendrán.
En el interín, el episodio ha empujado a algunos miles de twitteros a arengar a aquellos referentes o candidatos por los que toman partido. A tal efecto, vale la pena citar algunos de los mensajes presentes en el espacio del candidato a presidente por el peronismo opositor, Eduardo Duhalde. El usuario @libonatti transcribió: "Miren quién se hizo cuenta en Twitter: @eaduhalde. Espero ansioso las peleas virtuales con @fernandezanibal". Casi a tono con la discusión, @fvinderola puso lo suyo para arengar al candidato, con un pedido: "Sr Eduardo : LLévese al loko y la loka por favor, pero busquemos gente más joven y con ideas de primer mundo para este bendito país".
Muchos podrían aplaudir la iniciativa que han exhibido los dignatarios de distintos espacios políticos, frente al uso de la Red. Pero lo cierto es que el hecho, al ser contemplado desde una óptica algo más abarcativa, refiere a la evidente escasez de ideas de la política vernácula. Esta, en lugar de debatir conceptos en forma pública o allanar el camino para diálogos cara a cara, se encierra en sus ordenadores portátiles, blackberries y iphones.
Se trata de un incontestable retroceso, porque lo público se torna todavía más privado; y este concepto de "privado" comienza a parecerse mucho a "privativo".
Para el kirchnerismo, la herramienta dos punto cero se presenta con una alternativa perfecta para blanquear -a veces elegantemente, otras no tanto- la innegable atracción que le provocan el apriete, el "escrache", las amenazas y la extorsión. Todo aquello que se realiza en la calle -movilizaciones violentas y "aparato"- conlleva el riesgo de revelar sin gran misterio quién es el autor. Pero Internet todo lo permite, todo lo perdona. Y, más importante, sirve para cobijar acciones en el anonimato. Es así como, por ejemplo, los personeros del espionaje oficialista confeccionan videos que suben a YouTube y luego este material es citado alegremente por el nefasto programa "6, 7, 8", en una operatoria que se asemeja mucho al blanqueo de dineros negros que luego son triangulados por una institución bancaria. Aquí se trata, ni más ni menos, de blanqueo de información.
El corolario de esta nueva revolución comunicacional que representa la World Wide Web verá próximamente -a nivel local-, cómo miembros del Gobierno Nacional compran solapadamente espacios de Internet y el pensamiento de periodistas que sólo se desempeñan en este medio, con el objetivo de cubrir el último de los teatros de operaciones de la confrontación mediática. Una batalla que el oficialismo no puede darse el lujo de perder, pues es aquí donde los jóvenes (muchos de ellos desprevenidos) consumen información y datos que sirven para acercarlos a nuevos lavados de cerebro. Y es la juventud la que definirá, en gran medida, el resultado de las próximas elecciones presidenciales.
Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política.
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Por Matías Ruiz, para El Ojo Digital Política