Morón, un viaje a ninguna parte: un distrito desmantelado por el kirchnerista Martín Sabbatella

Abandono del Titanic: cuando las ambiciones legislativas hunden al distrito El intendente local ha mostrado su nueva jugada política: candidatearse a diputado nacional (nota de El Ojo Digital: o bien, Jefe de Gobierno porteño), dejar al municipio en manos del ignoto Lucas Ghi, tomando licencia antes de las elecciones y renunciar el 10 de diciembre ya que, si no lo hiciera antes, debería convocar a elecciones por el resto del mandato. Estos clásicos enroques son en realidad un escape del Titanic: Morón se hunde en una crisis sin precedentes y su capitán huye en el bote salvavidas. Estas maniobras electoralistas que burlan el voto popular cuentan con la desidia del cuerpo de ediles que debería repudiar firmemente esta maniobra oportunista. Lo cierto que, además de buscar fueros parlamentarios que lo "inmunicen" ante eventuales futuros juicios, el intendente prefiere que el pos-sabbatelismo lo encuentre fuera del distrito, para evitar costos políticos personales. Desde los medios acólitos, la candidatura de Martín es tapa central y tema excluyente pero jamás la agenda social, pendiente desde hace una década. El inquilino: los onerosos reductos del nepotismo local Una de las ingeniosas formas que el sabbatelismo justifica los sueldos de sus integrantes es creando oficinas y secretarías innecesarias donde “ñoquis de cuerpo presente” vegetan todo el año. El alquiler mensual de las veinte oficinas fuera del palacio municipal le cuesta al contribuyente casi 86 mil pesos; tanto en esas oficinas como en distintas dependencias, la privilegiada cúpula cobra supersueldos de 4.500 a 10.000 pesos en rigor mensual. El vecino de Morón debe saber que con sus impuestos mantiene una casta parasitaria y enriquecida, que está endeudando el patrimonio municipal para las próximas generaciones. Cannabis para todos: drogshops legales y territorio narco No sólo la administración local jamás tuvo un programa antinarcótico, sino que deliberadamente permite el libre consumo de estupefacientes en el circuito de boliches y pubs nocturnos los fines de semana en el corredor Santa Rosa de Castelar y Villa Sarmiento. A la vez, habilita locales como el de la galería Edén, donde funciona “el primer drogshop de oeste” (sic): allí se comercializa toda la parafernalia cannábica y se exhibe en vidriera libros sobre cómo cultivar cannabis de interior. La ley 23.737 prohíbe esto con penas de hasta 15 años de prisión. ¿Los concejales oficialistas también se encuentran de acuerdo con esto? ¿O acaso se adhieren al fallo de la Cámara Federal que despenaliza el cultivo de marihuana para uso personal? Pues, si es así, necesitan blanqueen de una vez. La gula de los poderosos y el hambre de los excluidos por Martín El 24 de febrero del corriente en sesión extraordinaria del Concejo Deliberante, se aprobó la asignación del defensor del pueblo Abraham Gak, que hace dos años acompañaba al intendente a inaugurar sus locales partidarios. El “Defensor” contará con un presupuesto de $444.000 anuales y un total de nueve secretarios rentados. Asimismo, no se privarán de lujos gastronómicos, ya que la partida para "masas finas, galletitas, café, etc." asciende a la suma de $7.374 anuales. Sólo dos concejales -Patricia Arteaga y Cristina Bruno- votaron por la negativa. El resto les dijo "buen provecho". A sólo metros de allí, los indigentes y menores se alimentan de la basura diariamente. Esta contradicción no parece afectar a supuestas expresiones de izquierda progresista como la juventud socialista local, la cual defiende al intendente con la “justificación por la generalización”; traducido: “pobres y excluídos hay en todo el país, y Martín Sabbatella no tiene la culpa de que los haya también en Morón”. Aquí observamos la genuflexión correspondiente para seguir recibiendo las migajas del poder; Sabbatella quiere naturalizar la pobreza en el distrito, escudándose en la pobreza estructural para no hacerse cargo. La desigualdad se encuentra a la vista: la clase política enriquece, mientras la indigente se degrada. Cementerio de animales: Terminator y el Apocalipsis canino El 16 de febrero -en sesión extraordinaria-, el Honorable Concejo Deliberante de Morón aprobó en forma sorpresiva y sin debate la ordenanza número 11189/09, por la cual el Centro de Zoonosis Municipal puede entregar animales a los laboratorios científicos “para fines experimentales” —eufemismo cruel para exterminio y torturas—. Organismos proteccionistas como Acción Vegan se movilizaron hacia la plaza central el pasado 4 de marzo y -escrache mediante- repudiaron esta vil medida que consagra una suerte de Holocausto canino en el distrito. Atemorizado, Sabbatella modificó los incisos pero se negó a vetarla. Las fotos revelaron el hacinamiento y pésimas condiciones de los perros cautivos en zoonosis, pero también trascendieron denuncias concretas que muestran el negociado del Ejecutivo con la venta y trafico de cadáveres animales en connivencia con el gremio veterinario. El móvil de castraciones que costó $98.000 se encuentra desmantelado y sólo se utiliza para capturas: salen ocho bolsas de cadáveres del quirófano, cuando antes salía sólo una. Compran Euthanyl, la inyección letal y no dejan entrar voluntarios al sector observación. En 2008, disminuyeron las castraciones de 200 a 20 semanales y pretenden construir un deposito de animales en la periferia clandestina para disponer del martirio y ejecución de canes. Si a Martín Sabbatella no le importan las decenas de menores que comen diariamente de la basura en el centro de Moron, ¿qué nos hace pensar que le importará la vida de los animales? Los perros condenados a muerte son otra muestra de la brutalidad y crueldad sabbatelista, pero en pequeña escala. Marketing y billeteras gordas: cómo corromper al periodismo a cabalidad La ola de denuncias de los últimos meses ha hecho entrar en alerta naranja al Sabbatelismo, que ha redoblado la distribución de suculentas pautas publicitarias a por lo menos veinte medios nacionales. La candidatura de Martín Sabbatella es el tema central y esto se nota en la avanzada marketinera de las ultimas semanas. Sabemos de “colegas periodistas" mensualizados en no menos de cuatro dígitos. Existe compra completa de líneas editoriales, censura y hostigamiento a la prensa díscola. Pagarle a un boletín local $20.000 solamente por publicar un listado de deuda de contribuyentes en enero, ¿no es acaso corrupción y devolución de favores? Por la anterior y otras razones, es tiempo que las organizaciones de base, fuerzas cívicas y políticas, se movilicen en planes de lucha y protesta para detener este sistema de gobierno injusto, elitista y hambreador. Esta faena es un desafío, pero también una necesidad. Otra lectura benévola nos clasificara de ingenuos y pueriles. Diez años de nepotismo es demasiado: es la hora de la gente. Por Pedro Alejandro Ivanoff, Tribuna de Periodistas (Diciembre de 2009). Web: http://www.periodicotribuna.com.ar/