Chile: nuevas formas de protesta sin violencia
En el país, antes que una “nueva forma de gobernar” -tal como denominan los propios oficialistas a su período de gobierno- hoy lo que se ve –y con fuerza- es un movimiento estudiantil muy diverso que ha sabido hallar nuevas maneras de manifestarse, utilizando el arte y la cultura en las calles como medio de impacto y difusión. Pero más novedoso aún han sido los canales de comunicación y organización: en su mayoría, redes sociales.
A las 13.00 pm del lunes 13 de junio, estudiantes de la Universidad de Chile comenzaron a correr con una bandera en la mano alrededor de La Moneda, casa de gobierno. Esta manifestación es llamada “1.800 Horas Por la Educación”, número que alude a la cantidad de millones de dólares suficientes para financiar la educación en un año. La idea es correr sin parar, por lo que minuto a minuto se inscriben más jóvenes a participar, pues están convencidos de que “acciones pacíficas como estas tienen mayor impacto que salir a rayar paraderos y micros”, relata Darwin Parra, coordinador de la actividad y estudiante de la Universidad de Santiago. Hasta hoy llevan 1600 horas sin parar de correr.
http://www.youtube.com/watch?v=aqJThNYS6V8 (video en el canal YouTube)
Otra de las novedosas maneras de protestar que se han visto principalmente en el centro de Santiago (capital) es la entonación de diversos cantos en cada esquinas y el montaje de teatro callejero cuya temática no se escapa al movimiento y su objetivo: concientizar a la ciudadanía sobre el deficiente sistema educacional en Chile.
“Estamos cansados de que la gente piense que nosotros sólo salimos a la calle a hacer destrozos”, afirma Darwin, quien además participó en el masivo Flashmob de “Thriller”. El viernes pasado, 3.000 estudiantes de diferentes universidades se disfrazaron de zombies, y bailaron al frente de La Moneda el famoso esquema de la canción de Michael Jackson. Además, todos colgaban de sus cuellos la suma total de millones que debían pagar por su educación, como acto de protesta al excesivo cobro y altas tasas de interés en los créditos para universitarios.
Pero si de creatividad se trata, la intervención del pasado miércoles gana por lejos. En Paseo Ahumada -una de las calles más transitadas de la ciudad- miles de personas participaron del “Suicidio (Simbólico) por la Educación”, donde los estudiantes caían al suelo por 20 minutos simbolizando que “murieron esperando una mejor educación”.
“Resulta interesante ver como los jóvenes se copan los espacios públicos creativamente y también es muy valioso rescatar la idea de que la vida al interior de los recintos educativos no está y no debería estar nunca desconectada de lo que ocurre en la cotidianeidad de la vida callejera”, afirma Patricio Rivera, periodista de la ONG ECO Educación y Comunicación, la cual ha estado siguiendo activamente al movimiento y los canales de comunicación que utilizan para relacionarse con la sociedad civil.
Lo increíble –o al menos digno de reflexión y estudio- es el cambio en las formas de comunicación, expresión y organización de la ciudadanía y los grupos movilizados. La mayoría de estas actividades han sido coordinadas principalmente a través de las redes sociales (Facebook y Twitter), así como también de las diversas páginas o blogs levantados por los estudiantes.
Cada facultad de cada universidad tiene su Facebook propio, y además se han ido creando nuevos medios de comunicación, a raíz de la coordinación entre distintas organizaciones. Un ejemplo de esto es el programa online “Alerta Opech”, el cual nace bajo el amparo de la radio Juan Gómez Millas y el Observatorio Chileno de Políticas Educativas, ambos de la U. de Chile.
Por otro lado, la emblemática Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile informa diariamente de la agenda de actividades en su página web (http://fech.cl/). “La capacidad de desplegar plataformas alternativas para contrarrestar la manipulación de los grandes medios ha sido notable. Hemos visto como estos despliegues escénicos han intervenido la agenda de los medios más poderosos, cumpliendo el doble rol: despertar empatía del resto de la ciudadanía y al mismo tiempo echar por tierra la imagen "prefabricada" por los centros de poder, que cataloga a los jóvenes como entes inorgánicos, desmovilizados y violentos”, afirma categóricamente Patricio Rivera.
En los ochenta se hablaba de "todas las formas de lucha", de lo lúdico y lo festivo. Según Patricio, “la alegría puesta en la disputa es también un modo de luchar y de manifestar que se parte desde la convicción y no del derrotismo, que mejor modo de dar una pelea creyendo y apostando que esta puede y debe ser ganada”. Así mismo lo cree el presidente de la Universidad Tecnológica Metropolitana, el cual termina haciendo un llamado a los estudiantes a participar pacíficamente de todas las actividades, pues según él “hay que demostrarle al gobierno y a Chile que la educación pública gratuita no es una utopía, y que los movilizados no son puros capuchas lanza piedras, como lo muestra la televisión”.