POLITICA: POR MATIAS E. RUIZ, EDITOR

Santa Fe: Miguel Torres del Sel se lleva toda la atención. Hermes Binner y el socialismo, heridos. Cristina Fernández se anota una nueva derrota

Los comicios santafesinos catapultaron al ex comediante de Midachi -y candidato a la Gobernación por el PRO- hacia un nuevo escenario: el político. Por el lado del Frente Para la Victoria, las conclusiones son tan escabrosas como incontestables: la Presidente de la Nación se obsequió una dolorosa derrota, al tiempo que la propaganda triunfalista del Gobierno Nacional ha quedado herida de muerte. La nacionalización que se hizo del evento exhibe ahora a la Casa Rosada incómodamente dependiente de lo que pueda construir en la siempre pantanosa Provincia de Buenos Aires.

24 de Julio de 2011

No se alzó victorioso el contendiente de PRO, Miguel Torres Del Sel, pero los votos que su espacio supo cosechar en la sorprendente elección santafesina lo asistieron para remover violentamente a Antonio Bonfatti del foco de atención de medios y analistas políticos.

El crecimiento sostenido que fue caracterizando el avance del comediante sorprendió tanto a propios como a extraños. Esa expansión terminó por hacer añicos las expectativas favorables del socialismo local, confiado en asegurarse la Gobernación por medio de una amplia ventaja que jamás llegaría.

En el terreno, Del Sel comenzó a esbozarse en un problema operativo para el Frente Para la Victoria y para los referentes de Hermes Binner. En tanto que Agustín Rossi jamás abandonó su libreto de agresión gratuita contra el de PRO (factor que moldeó su cadalso) , para Bonfatti el dilema se hizo más notorio, a medida que transcurrían los días: la falta de compromiso del discurso socialista y -si se quiere- de firmeza para condenar la intentona oficialista de la Resolución 125 en su oportunidad complotaron para que los electores de la provincia se alejaran de sus figuras en el tramo final. Hermes Binner contaminó con su verborragia timorata a su delfín en la pelea por la Gobernación, y este último jamás supo cómo reacomodarse frente al desafío que planteaban los poco convencionales métodos comunicativos del ex Midachi. Los resultados están a la vista: Antonio Bonfatti se amesetó "haciendo la plancha", mientras Torres Del Sel continuaba arrastrando con presteza a los indecisos, votantes evidentemente disconformes con los modos tibios del binnerismo.

Con toda probabilidad, los analistas políticos del país olvidarán apuntar que fue el Campo argentino el espectro de votantes que condenó al socialismo a una victoria agónica en su carrera hacia la conducción provincial. Hermes Binner y sus allegados del Frente Progresista Cívico y Social incurrieron en un grosero error a la hora de interpretar a los productores, gente para la cual no existen las medias tintas: o se atiende a sus reclamos, o se es parte del problema. Otra porción de electores igualmente fundamentales comprendió que era hora de propinarle un fuerte puntapié a los timoratos de la política. Esta señal deberá ser tenida en cuenta, de aquí en más, por todos aquellos encargados de construir plataformas para cualquier aspirante que pretenda llegar a buen puerto en el espinoso terreno del arte de lo posible.

Sin sombra de duda, corresponde sentenciar en esta instancia que la candidatura presidencial de Binner también ha acusado un furibundo recto a la mandíbula. Su carrera hacia el sillón de Rivadavia sufre un severo traspié, en virtud de que le será difícil -sino imposible- remontar la problemática del desconocimiento que caracteriza a su figura más allá de Santa Fe. El desafío se le hace cuesta arriba, especialmente cuando se considera que a duras penas ha conducido al socialismo al triunfo en su propio terruño. Para colmo, las elecciones cordobesas se encuentran a la vuelta de la esquina, y el binnerismo ha terminado de poner en duda sus posibilidades de traccionar votos. En la provincia mediterránea, su candidato es el polémico Luis Juez (otrora referente kirchnerista, y sindicado como feliz poseedor de US$ 5 millones en cuentas off-shore).

¿Tiene sentido -para Binner- presentarse en las Elecciones Generales de octubre? Antes bien; deberá reorientar sus esfuerzos hacia adentro, habida cuenta de que el FPV se anotó un buen resultado en la categoría legislativa. Si el bueno de Hermes no acuerda con el PRO local, la legislatura le hará la vida imposible y, con ello, la supervivencia del socialismo en el poder tendrá los meses contados. Hace algún tiempo, fue Pirro de Epiro el que expuso: "Otra victoria como ésta, y estaré perdido".

Dejando atrás la mención obligada de los protagonistas principales de esta historia, le toca el turno ahora a Agustín Rossi, candidato del Frente Para la Victoria. Protagonista de un papelón mayúsculo, Rossi lo hizo absolutamente todo para quedarse con su paupérrimo tercer lugar. Hasta puso de suyo para contribuir al desahucio prematuro de las chances presidenciales de Cristina Fernández. Contra toda recomendación, la primera mandataria se dirigió a Santa Fe para retratarse con el aspirante más denostado de la provincia -el suyo-. Si acaso puede extraerse una certera conclusión respecto de lo sucedido es que la viuda de Néstor Kirchner ha perdido ya toda capacidad para acercarle votos a sus postulantes en todo el país. Este fenómeno continuará afirmándose en la psiquis de cada ciudadano, a medida que arriben los comicios programados para los próximos meses en el resto de la nación. Realidad que terminará por cimentar un efecto dominó en cada escenario electoral, rematando con la sepultura del Frente Para la Victoria como entidad política y la desaparición del kirchnerismo como movimiento.

A los soberbios moradores de Balcarce 50 aún les quedan por vivir en carne propia los padecimientos que les arrojarán por las narices la contienda en Córdoba y la segunda vuelta porteña, en donde Daniel Filmus persigue la "epopeya" de caer derrotado por cuarta vez en una elección, esta vez por una cifra todavía más abultada que la tuviera lugar el 10 de julio. Capítulos de un trágico fin de ciclo, en donde solo los mejor informados podrán apreciar que la Señora juega, invariablemente, a perder. Contra -solo en apariencia- todo raciocinio y sentido común.

Para el cierre, es obligada la cita del pensamiento de Jorge Cayetano Zaín Asís (www.jorgeasisdigital.com), quien ha vuelto a anotarse un acierto. El estudioso analista ha referido -horas antes del cierre de los comicios santafesinos- que la Presidente de la Nación, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm, terminará haciendo las veces de rehén de Daniel Scioli y de los "minigobernadores" del conurbano bonaerense. En una suerte de inevitable reproducción del viejo refrán "El que a hierro mata, a hierro muere", la Primera Señora no tendrá otro camino que rogar, de rodillas, que los mencionados -a quienes ha destratado y humillado como a nadie- eviten ponerle la soga al cuello. Acaso, la primera lección de cualquier manual: Evite ningunear o maltratar a nadie; como en la vida, en política todo vuelve, y Usted nunca sabe qué tanto podrán los acontecimientos volverse en su contra. Alguien podría querer tomarse venganza.
 

Por Matías E. Ruiz, Editor