POLITICA: POR EL DR. OSVALDO JOSE CAPASSO

Una nueva -y previsible- derrota: la trampa urdida por el Gobierno Nacional y el rol de Mauricio Macri

La Presidente parece haber recordado la letra de aquel tema de Joaquín Sabina ("Yo, en cambio, nunca supe ir a favor del viento que muerde las esquinas de esta ciudad impía..."), y se decidió a levantar el teléfono para saludar el triunfo del ahora reconfirmado Jefe de Gobierno.

02 de Agosto de 2011

No es la primera vez que la actual mandataria no hace lo que siente, sino lo que le conviene.

Aquel aciago junio de 2009 -luego de la andanada de votos en contra de las pretensiones del oficialismo-, Cristina Fernández llamó al diálogo político, con la apariencia de haber arriado las banderas de la soberbia y el atropello.

Elisa Carrió leyó el juego y optó por no acudir a ese llamado, advirtiendo que se trataba de una trampa.

No se equivocó: la oposición fue engañada cándidamente y el gobierno kirchnerista obtuvo el aire necesario para seguir manejando el Congreso Nacional.

Mucho hemos oído hablar sobre los "encantadores de serpiente", pero poco se escucha acerca de la sagacidad del animal para "hipnotizar a sus víctimas", para después deglutírselas.

Sería bueno aprender de la naturaleza.

Cristina Fernández no tolera a Mauricio Macri, a quien ve como el representante de la “patria contratista” y del “capitalismo acérrimo”. Remedando a Luis D’Elía y su "odio a los blancos".

El Jefe de Gobierno disimula algo mejor su incomodidad con la Presidente aunque, en su fuero íntimo, sepa que ha sido ella el factótum principal de muchas de las peripecias que ha sufrido durante estos años.

Ayer, luego de la nueva paliza recibida y de un rosario de improperios (“rayos y centellas”) contra propios (Daniel Filmus, Carlos Tomada y otros) y extraños (la burguesía porteña que "no la comprende"), la actual mandataria bajó varios cambios y decidió tender un puente para apaciguar los ánimos.

Pero la jugada duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks.

Sepa el lector disculparme: hoy he amanecido con cierta prosa sabinista.

En efecto; a menos de una hora de aquel llamado, el ministro Florencio Randazzo despotricó contra la sociedad que, a su entender, es "manipulada por los medios de comunicación no afines al gobierno".

Muchas veces ocurre que las personas que viven “sugestionadas”, suelen creer que los demás comparten su misma patología. Grosero error.

Una y otra vez, desde hace ya algún tiempo, la mayoría de la ciudadanía le hizo saber al Gobierno Nacional su descontento, su desencanto y su oposición a un modelo de “marketing” que se trata de imponer como una idea fuerza, como un pensamiento único, clásico de los gobiernos totalitarios y populistas.

Si acaso existe una característica que ha signado al “despotismo” a través de la historia, esta es, precisamente, la incapacidad de escuchar.

No se trata de una falla en uno de sus sentidos; es decir, no son sordos.

Pero una cosa es “oir” y otra muy distinta es “escuchar”.

Para saber escuchar, es imprescindible contar con algunas virtudes básicas: la humildad, la tolerancia, la inteligencia, la comprensión y un sinfín de caracteres que distinguen a los sabios, a estadistas y los elegidos, del resto de los mortales.

Es la diferencia entre ser o no ser “trascendente”. Y no es poco.

En un país donde una fundación (Madres Constructoras) puede provocar desfalcos a diestra y siniestra; donde una institución que lucha contra “presuntos apropiadores” (Abuelas Desmemoriadas”) pretenden apropiarse de la verdad -aunque deban travestirla una y otra vez-; donde el máximo órgano en la pirámide jurídica de la Nación organiza un Congreso sobre Violencia de Género y Trata de Personas y una de sus integrantes manifiesta que “La sociedad no entiende que pagar para tener relaciones sexuales es contribuir a la prostitución”. "No nos engañemos: cuando existe un magistrado que ordena un allanamiento a un sauna, whiskería, casa de masajes o como queramos llamarlos, minutos antes desapareció todo. Para que se entienda bien: hay alguien que avisa, y alguien bien "conectado". A quien esto escribe no le caben dudas de que hay que rastrear el origen del problema entre las fuerzas de seguridad. Si a la sociedad le parece normal que haya quienes paguen por sexo, si eso no se corrige, si se sigue tomando esto como normal, no hay nadie, ni gobierno, ni jueces, ni leyes, ni cárceles, ni nada que pueda revertir. Asimismo, un colega que comparte con ella funciones en el mismo órgano, aparece denunciado por una ONG por delitos que se relacionan con el tema, entre otras tantos desmanes. Resulta paradigmático que quienes gobiernan se mantengan en sus cargos y que ni siquiera los rocen las esquirlas que vuelan desde y hacia varias direcciones.

Por ello, no sorprende que la ciudadanía se pronuncie una y otra vez contra una forma de hacer política que la tiene cansada y aturdida, y que seguramente se manifestará en igual sentido el domingo venidero en la provincia de Córdoba.

Y que, además, espera el domingo 14 de agosto para -avalancha de votos mediante- preguntarle al gobierno ¿qué parte de "Estamos hartos" no entienden?

A tal efecto, resulta de vital importancia que Mauricio Macri no se deje seducir por los cantos de sirena.

Varios analistas políticos -afines directa o indirectamente al Gobierno Nacional- apelan al normal egocentrismo del candidato y pretenden hacerle creer que el mejor escenario para él es mantenerse prescindente y no apoyar a ningún candidato de la oposición, ya que un triunfo de Cristina Fernández lo dejaría como único referente opositor con un camino allanado para ser Presidente en el 2015.

Nada más alejado de la realidad.

Un triunfo del cristinismo paralizaría a la clase política y al Poder Judicial y le sería muy sencillo a los reelectos, condenar a Mauricio Macri al infierno más temido, por la vía de las dádidas y el temor.

Si con un poder menguado le inventaron una causa judicial, le cortaron calles permanentemente, le movilizaron miles de okupas a lugares públicos desde el sendero de la violencia y con un tendal de muertos, no es complejo imaginar lo que podrían hacer con una potestad renovada: reforma constitucional, dominio de los espacios políticos a través de la “Agencia de Empleos Públicos La Cámpora” -trampolín para Máximo Kirchner para ocupar eventualmente la Presidencia, para preparar el terreno para el regreso de su progenitora-, etc.

Por otro lado, si Macri no apoyara a alguno de los candidatos que enfrentarán a la actual mandataria, en tal caso no podrá esperar reciprocidad en el 2015. Y ya se ha demostrado que, sin el acompañamiento de -por lo menos- uno de los grandes partidos nacionales, es imposible acceder a la Primera Magistratura.

Finalmente, Macri podrá concertar “políticas de estado” con cualesquiera de los partidos de la oposición, pero jamás con el partido oficial, por el simple hecho que al haberse encerrado en un “pensamiento único y excluyente”. El kirch-cristinismo no comulga con las prácticas democráticas pero sí lo hace, en cambio, con los modos totalitarios. Lo expuesto refleja que, a partir de octubre, la Casa Rosada no se dedicaría a otra cosa que a su objetivo de borrar de un plumazo del escenario político al actual Jefe de Gobierno porteño.

En resumidas cuentas, para Macri, con Cristina no hay futuro.

Sin ella, el intendente se convertirá -de manera natural- en el referente más buscado para cogobernar este país después de la “tierra arrasada” que el oficialismo nos dejará a todos como herencia.

Los actuales son tiempos para “saber escuchar”.

Por el Dr. Osvaldo José Capasso -Abogado-, para El Ojo Digital Política