Esperando la carroza
Finalmente, y contra toda esperanza, el reloj siguió marcando las horas, Dios no recordó a tiempo que era argentino...
Finalmente, y contra toda esperanza, el reloj siguió marcando las horas, Dios no recordó a tiempo que era argentino...
Que, a horas de la fecha límite, una sociedad no supiera aún qué será de ella frente al mundo...
Por regla general, el ciudadano de a pie desconoce la identidad de quién preside otro país; mucho menos el de sus funcionarios...