Venezuela: políticos de plastilina
Desde Platón, sabemos que la demagogia es el veneno de la democracia. Lo que no se dice con frecuencia es que ese mal...
Desde Platón, sabemos que la demagogia es el veneno de la democracia. Lo que no se dice con frecuencia es que ese mal...
Cuando todo parecía indicar que la voluntad de los venezolanos por terminar con la izquierda autoritaria y populista de Hugo Chávez triunfaría en las urnas, los fanáticos del bolivarianismo se decidieron por torcer la voluntad popular.
Los votantes se dirigirán a las urnas este domingo 14 de abril, para elegir al próximo presidente del país. Este súbito comicio siguió a la muerte del líder populista autoritario Hugo Chávez, el pasado 5 de marzo.
En mi sueño, me despierto una mañana. Leo el titular del periódico: "Chávez ha resucitado. Se suspenden elecciones en Venezuela". La noticia (en el sueño) me alegró. El regreso de Chávez a la vida (y a la Presidencia de Venezuela) es una buena noticia.
Aún cuando Hugo Chávez falleció la semana pasada en Caracas, la libertad económica supo precederlo en Venezuela durante, al menos, una década.
Basta de llamar a las cosas por lo que no son. En Venezuela, estamos asistiendo a un golpe de estado con todas las letras, lo cual es fácil de entender para cualquiera. Aquí existen dos debates...
Cuando hablamos de política, corresponde dejar de lado las pasiones cotidianas, para entender que las cosas suelen tomar otra dimensión -mucho más compleja- en el mundo simbólico. Así, la muerte de Chávez, al igual que la de Néstor Kirchner, no constituyen únicamente la muerte de un hombre, sino un hecho político que merece cierta reflexión especial.
Durante la época de Fiestas, los venezolanos continuaron recibiendo noticias cada vez más oscuras en relación a la salud del presidente Hugo Chávez. El actual vicepresidente y canciller Nicolás Maduro viajó rápidamente a La Habana, para luego reportar que Chávez sufrió 'nuevas complicaciones'...
Después del 7-0, la oposición venezolana corre el riesgo de caer en una depresión similar a la ocurrida después del referendo revocatorio de 2004. Aquella pérdida nos arrastró por la calle de la amargura.
Ya han pasado casi dos semanas desde que se llevaron a cabo las elecciones en Venezuela. Sin embargo, es preciso tener en cuenta el clima bajo el cual deberán coexistir los venezolanos durante los próximos seis años. Sometidos, por cierto, a un régimen que, si bien tiene una fachada democrática, oculta los peores vicios que encajan a la perfección con lo exhibido por cualquier régimen totalitario.
Que nos digan la verdad sin ocultamiento y sin risitas, como si aquí no hubiera pasado nada.
Artículo publicado en el National Review Online, New York.
El resultado de la elección presidencial en Venezuela ha sido claro. Hugo Chávez obtuvo una victoria que no fue cuestionada por el candidato opositor ni por los observadores que estuvieron presentes. Claramente, es el candidato elegido por los venezolanos para hacerse cargo de la administración del Estado por el período que corresponde. Pero el 54% de los votos no es suficiente como para modificar la estructura constituyente de ese país e imponer lo que denomina como “socialismo del siglo XXI”.