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Cristina está sola
La presidente Cristina Fernández corporiza -desde lo personal, y desde el cargo que ocupa- un cuadro político de marcada relevancia.
La presidente Cristina Fernández corporiza -desde lo personal, y desde el cargo que ocupa- un cuadro político de marcada relevancia.
A la Presidente de la Nación todo parece salirle decididamente mal. Tal como sucediera con la explotación propagandística de su nuevo rol de viuda -de muy corta duración-, ahora los tristes episodios de Villa Soldati hacen añicos sus intenciones de acercarse con su discurso a la clase media. Pero al Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le acecha un destino aún peor: los sectores duros del oficialismo lo han elegido para convertirlo en la María Julia Alsogaray de la Era Kirchner. Ciertos núcleos de halcones ya trabajan con presteza para obligarlo a cargar con los cadáveres del Parque Indoamericano.
El aroma putrefacto de una negociación que cobra forma a espaldas de una sociedad hastiada: la amortiguación de las críticas contra Cristina Fernández a cambio de una tregua entre Papel Prensa y el Gobierno Nacional. Felipe Solá y su objetivo de concretar la implosión del Peronismo Federal. La instalación mediática de Máximo Kirchner, "Príncipe de Río Gallegos".
Lo anunció Carlos Pagni en su columna especial en La Nación -edición online- de fecha 27 próximo pasado (*). Hizo lo propio el periodista Carlos Manuel Acuña en la web InformadorPublico.com hoy jueves (**). Ambos resumieron, en sus propias palabras, las sanguinolentas características de la lucha entre las “líneas” componentes del kirchnerismo por lo que queda del poder.