La comarca de la ruleta
A los jóvenes que cuidaban la puerta del Palacio, les llamaba muchísimo la atención que, de vez en cuando -casi en horas de la madrugada- salía alguno de los jerarcas de allí adentro y, al pasar, les obsequiaba un beso.
A los jóvenes que cuidaban la puerta del Palacio, les llamaba muchísimo la atención que, de vez en cuando -casi en horas de la madrugada- salía alguno de los jerarcas de allí adentro y, al pasar, les obsequiaba un beso.