Formato y perspectivas de un desfalco
No nos dimos cuenta... tal como en el experimento del sapo hervido. Pero esta gente -que tiene un trágico espíritu doloso y absolutamente desenfadado-, sentada sobre una parva de votos creyó que había logrado un cheque en blanco para avanzar hacia un desfalco...
No nos dimos cuenta... tal como en el experimento del sapo hervido.
Pero esta gente -que tiene un trágico espíritu doloso y absolutamente desenfadado-, sentada sobre una parva de votos creyó que había logrado un cheque en blanco para avanzar hacia un desfalco...
Y nos metieron en una cacerola con el agua fría para hervirnos de a poco... como si fuéramos poiquilotermos.
En su interpretación tan básica de la vida -y del entendimiento con sus semejantes-, consideraron que contaban con un campo arrasado que se hallaba libre para encarar un proceso institucionalmente violatorio de la esencia constitucional.
Y en eso están:
Quitándonos, inescrupulosamente, jirones de nuestra libertad.
No representa exageración decir que han estado desarrollando, desde hace casi nueve años, un verdadero experimento que consiste en la más infamante interpretación de tal espíritu de libertad, que es fundamento de nuestra Carta Magna. Un formato sencillo de desfalco nacional.
Se dedicaron a fulminar... artículo por artículo.
Implantaron el clásico gambito del totalitarismo rudimentario, esto es, quedarse ellos con la libertad y mandar a empellones a todos los que somos gobernados hacia un arrinconamiento social de restricciones y de anulación discrecional de las conductas particulares surgidas del libre albedrío. Con un único objeto: DESPOJARNOS.
Digámoslo sin ambages: nos han aplicado el cuento la sacralización de la democracia... para saquear a mansalva las arcas de la República.
Todos los artículos constitucionales que por su finalidad muestran una médula de libertad, sin dudas apodíctica, resultaron retocados, desgajados, conculcados y, finalmente, demolidos.
Lo que no estaba expresamente prohibido... pasó a estarlo.
E hicieron todo esto, por varios conductos de disposiciones violatorias de las leyes anteriores. Lo que era positivamente libre de actuarse pasó a estar vedado... con una máscara de limitaciones sumadas a tal fin.
Expliquémoslo mejor: acaso por percibirse como demasiado evidente el mamarracho de cada prohibición, ingeniaron una lluvia de trabas en la viabilidad fáctica de cualquier acto libre.
Se trataba de restricciones o regulaciones para convertir lo permitido en condicional. Y luego, lo condicional desgranado, a su vez, en requisitos extravagantes de una maraña que resultaba intransitable.
Aquí ya no se necesitan demasiadas señales más.
Todo prosigue, en este raro país, exactamente con rumbo a la misma dirección. Se perpetúa con los mismos personajes, con el mismo nivel de latrocinio y con la misma mediocridad política llovida sobre nuestras cabezas... cada día.
Peor aún, lo que se advierte es una profundización enfática de los vicios, junto con una multitud de restricciones a la libertad.
Ningún traspié los disuade... para que detengan el latrocinio.
Asesinaron alegremente a 51 personas por robarse, criminis causa, las partidas destinadas a los repuestos ferroviarios.
El formato era y sigue siendo el siguiente: el concesionario "Rey de los Retornos" percibe una suma sideral en concepto de subsidios y, al día siguiente, reingresa el 22%. Sí: ha leído Usted bien: el 22%, para los gastos llamados de la OP, u "operación política".
Y las perspectivas de ese formato no son otra cosa que las siguientes:
Con el sueldo de la Reina, recientemente confesado por ella misma...
(VÉASE BIEN ESTO, POR FAVOR)
...en la hipótesis de no haber gastado ni un centavo, Ella tendría que haber gobernado durante 53 períodos presidenciales. Seguidos, consecutivos e ininterrumpidos.
En efecto, para alcanzar su patrimonio, son necesarios 212 años de sueldo y, aunque el incremento patrimonial tan alucinante le corresponde al matrimonio, esto -lejos de atenuar las cosas- agrava su situación. Por cuanto jamás puede haber ignorado los ductos de robo que controlaba su pareja y que fueron heredados íntegramente (latrocinium coniugis).
El robo de Jaime, de Skanska y una veintena de casos más, todos concentrados en un solo juez.
Para dar inicio a la justificación de la fortuna, es preciso llegar al 25 de mayo del año 2265... Una perspectiva que se inserta más allá del fin del mundo.
La destrucción institucional sistemática también fue confeccionada por ellos para robar. Jamás para otra cosa.
Y las herramientas fueron el profanamiento del texto de la Carta Magna, el repugnante mercenarismo parlamentario alquilado, la promiscuidad pseudobanderiza de un peronismo del jurásico y la complicidad ratera de una enorme parte -alarmante- de los tres Poderes del Estado.
La desidia investigativa de cualquier delito gubernamental conforma parte de ese formato terrorífico de latrocinio magno estatal, a través de la connivencia concreta de cinco señores ladrones (uno de ellos portador de invaluable anillo).
Completaron el formato del robo con dos elementos manufacturados para el desfalco: la elucubración malsana del populismo subsidiador y prebendarlo, sumada a la connivencia con un terrorismo encorbatado, absuelto ahora de culpa y cargo de cara a todos sus tumores de lesa humanidad.
Podían haberse sentado, entonces, a negociar con Lucifer en persona, si acaso hubiese hecho falta. Con cualquiera que se hubiese cruzado.
Ellos son pseudo seres humanos.
Se trata de un gobierno de vulgares partisanos del carterismo.
Ladrones carentes del escrúpulo de detenerse, siquiera ante una vida. No pueden -ni quieren- responder esencias.
Y, precisamente por esa terrible carcoma moral, preferirán terminar estrellándose sobre la propia ciudadanía...
... Antes que irse.
Por el Lic. Gustavo Adolfo Bunse, para El Ojo Digital Política
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