Estados Unidos, tercer debate presidencial: política exterior
El tercer debate presidencial entre el presidente Barack Obama y el ex gobernador Mitt Romney ha sido, probablemente, el que menos ha interesado al público, porque la mayoría de los ciudadanos estadounidenses siente que los asuntos de política exterior quedan lejos para ellos –y los candidatos lo sabían. Por esta razón, ambos se dedicaron a salpicar el encuentro con detalles relativos a políticas domésticas.
El tercer debate presidencial entre el presidente Barack Obama y el ex gobernador Mitt Romney ha sido, probablemente, el que menos ha interesado al público, porque la mayoría de los ciudadanos estadounidenses siente que los asuntos de política exterior quedan lejos para ellos –y los candidatos lo sabían. Por esta razón, ambos se dedicaron a salpicar el encuentro con detalles relativos a políticas domésticas.
No obstante, el debate fue muy importante, pues resalta las diferencias entre dos formas de ver el papel de los Estados Unidos en el mundo. Y es de destacar que este país no debe dejar escapar la oportunidad de decidir su propio destino, dada su poderosa influencia en las relaciones internacionales. Si renuncia a usar ese poder, siempre surgirán otros, apresurados por llenar ese vacío.
Los dos candidatos presidenciales se refirieron a la conflictiva situación en Medio Oriente, poniendo énfasis en Afganistán, Paquistán, Irak –y por supuesto, Irán. Las relaciones con la República Popular China ocuparon un lugar destacado en el debate, y tanto Obama como Romney ofrecieron su perspectiva respecto de cómo ser socio comercial de los chinos sin permitir que se aprovechen de su posición de privilegio, puesto que EE. UU. exhibe un déficit comercial importante con esa nación de Oriente.
El actual presidente supo ser efectivo en su mensaje, porque sabe comunicar sus ideales en términos sencillos. Pero se trata de las mismas ideas que nos han llevado al punto en el que nos encontramos hoy. Por su parte, Mitt Romney necesitaba un empate y lucir presidenciable. Logró ambas cosas. Supo desenvolverse en asuntos internacionales aunque, definitivamente, su fuerte es la economía.
El presidente dijo durante el evento que el embargo de fondos de Defensa no tendría lugar. Vale recordar que esos recortes son peligrosos para la seguridad de la nación. Pero la campaña de Obama, al finalizar el debate, dio marcha atrás y ahora afirma que el embargo “no debería” suceder. Esto dará mucho que hablar.
Como afirma el experto de la Fundación Heritage, Marion Smith: "Para salvaguardar estas bendiciones de la libertad, Estados Unidos mantendrá su independencia nacional, pero no retrocederá a la hora de identificar y, si fuese necesario, combatir los monstruos del despotismo para así proteger sus intereses, defender la libertad y preservar la paz”. Esta es la idea de los Padres Fundadores para la nación, y nuestro presidente -sin importar su partido- deberá siempre tenerla en cuenta, con el fin de que Estados Unidos continúe promoviendo la libertad en casa y en el exterior. Y, para ello, se necesita una sólida defensa. El embargo de fondos nos dejará en una situación precaria.
El debate llevado a cabo este lunes 22 de octubre ha servido para explicarle al pueblo estadounidense las posiciones de los aspirantes a la Presidencia relativas a política exterior. El mundo no ha dejado de ser un lugar peligroso y la carrera nuclear en Medio Oriente es algo aterrador para todos los amantes de la paz.
Nuestro diplomático número uno es el presidente de los Estados Unidos de América, y de su liderazgo dependerá que nuestros hijos hereden un mundo más seguro y pacífico. El votante escogerá, el próximo 6 de noviembre, quién le parece que puede llevarnos por ese camino.
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