Los proyectos del Gobierno Nacional relativos a la reforma judicial son un grave retroceso republicano

El Diputado Nacional Ricardo Alfonsín aseguró que, "de aprobarse hoy estas leyes, estaremos dando un paso más en la dirección del deterioro y degradación de valores fundamentales de la República".

En el marco de su discurso en la sesión de hoy de la Cámara de Diputados, el legislador de la UCR declaró: "No sé cómo se atreven a invocar la voluntad popular para justificar este grave retroceso republicano que representan los proyectos en cuestión".

"Estas iniciativas serán aprobadas en el Parlamento, pero seguramente no aprobarán el examen al que tendrán que someterse en octubre del 2013. En nombre de la lucha por la recuperación de la República Democrática, millones de argentinos los van a sancionar. También a los abusos les vamos a decir nunca más", completó.

Alfonsín dijo que "el Gobierno Nacional siente nostalgia y vuelve a la metodología de los noventa porque, en el fondo, y aunque con un formato distinto, se vuelve al criterio de que sólo los partidos políticos serán los que elijan a los miembros del Poder Judicial. Antes, lo hacían los senadores de esos partidos elegidos por el voto popular. Ahora, lo harán los consejeros de esos partidos, también elegidos por el voto popular. La única diferencia, en consecuencia, es que antes eran los senadores del partido, ahora son los consejeros del partido. Pero siempre los partidos y solo los partidos".

El Diputado radical explicó que "el primer paso en este sentido, lo dieron con la reforma del Consejo de la Magistratura del 2006, que alteró los equilibrios previstos en la Constitución. En aquella ocasión, denunciamos que las verdaderas intenciones de esa reforma no eran otras que asegurar un mayor control sobre el poder judicial por parte del oficialismo", recordó.

"Pero la nueva integración del Consejo no les aseguraba condiciones para disciplinar a voluntad el funcionamiento del poder judicial. Y, ahora, formulan estos proyectos de Ley que, vale la pena insistir, no pretenden democratizar la justicia, sino controlarla, debilitar su independencia", sostuvo.

"Una de las funciones fundamentales del Poder Judicial es controlar al Poder Ejecutivo, evitar que el abuso de los funcionarios o gobernantes inescrupulosos, corruptos o autoritarios, dañen la vida, la libertad y la igualdad de los ciudadanos. Controlar que el Ejecutivo no realice actos ilegales. Si no es independiente del Ejecutivo, no puede cumplir este objetivo. ¿Con qué independencia podrá actuar un juez que puede ser nombrado o desplazado por los mismos a los que debe controlar?", se preguntó Alfonsín.