El General Milani, 'Sueños Compartidos' y la venta de humo verde

Un esfuerzo considerable ha hecho Cristina Fernández de Kirchner al momento de convencer a sus acólitos para lograr el ansiado ascenso de su general de cabecera. Más allá de, ahora, haber dilapidado su siempre falaz política de derechos humanos, y siempre con el objetivo de cooptar a organizaciones de este espectro para que los negocios personales y el latrocinio de personajes afines al Gobierno Nacional no se viera obstaculizado.
 

Quien esto escribe ha dedicado unos minutos de su vida -previa dosis de vacuna contra el asco- para atender al video de la entrevista del General César Milani con la Señora Hebe Pastor de Bonafini. Ciertas porciones del citado reportaje no tienen desperdicio, en tanto merecerían formar parte de un verdadero tratado del cinismo, para ser evaluado por las más prestigiosas casas de altos estudios del planeta.

 

Allí por el minuto trece de la entrevista, se asiste a un Milani furiosamente comprometido con el 'Proyecto Nacional y Popular con inclusión social de matriz diversificada', palabrerío inocuo que no pudo haber surgido sino de alguna usina de pensamiento del estilo de 'Carta Mamerta'.
 

Como si Doña Bonafini fuera una rabiosa militante del Ejército Argentino, y como si esta rama de las Fuerzas Armadas fuese un partido político, le propone aquella al Teniente General, en forma casi coloquial y chabacana: -"Che; ¿por qué no ponés a disposición todo eso que tenés, y empezamos a urbanizar la villas? Les hacemos calles, las parquizamos y demás...". César Milani, en idéntico tono, replica: -"Si me dan las órdenes, arrancamos ya con el proyecto".
 

Solo les falté completar que, dado que se terminó el curro de 'Sueños Compartidos', qué mejor negocio que armar una nueva firma constructora al servicio del latrocinio. Eso sí: más prolija y mejor administrada, para hacer realidad el sueño de Hebe, quien ya cuenta con su miniBulgheroni de bolsillo. Y especialmente ahora, que el proyecto de los parricidas ha llegado a término. 
 

De paso -y por qué no-, el General podría prestar oído a una idea algo más loable, esto es, dedicarse a la reconstrucción derruído HMC, Hospital Militar Central (http://www.elojodigital.com/contenido/12182-una-historia-de-terror-hospital-militar-central-o-criminal-center).

 

Continuó, pues, la madre putativa del Teniente General, invitando a "hacer frente a los Macri y demás candidatos, impuestos por los medios concentrados de la economía y los medios de comunicación social". "No tienen que llegar al poder", decía la Señora, cual pasionaria vernácula portadora del gen del "No Pasarán". Olvidando que, en una democracia, se imponen los votos y no las botas. A no ser que, de cara al año 2015, Milani se muestre en franco desacuerdo con cualquier nuevo presidente que no le garantice impunidad. ¿Qué haría entonces el uniformado? Asistiríamos a la reedición de la novela de García Márquez, 'El General en su Laberinto'.
 

Grueso error de Milani: encaramarse a un proyecto político que, dicho sea de paso, se percibe aniquilado y en retirada. Sin importar que el flamante Teniente General se haya creído aquello del "50% de imagen positiva de Cristina", que seguramente lee de los apuntes de 'Arsénico' López, encuestador kirchnerista por excelencia. Y pensar que algunos creíamos que Milani era un especialista en 'Inteligencia'...

 

Vaya, entonces, un mensaje de quien escribe, dirigido a ciertos Señores Oficiales del Ejército Argentino. En virtud de que, de acuerdo a mis fuentes, algunos de Ustedes han 'comprado' este modelo, analicen bien este desembarco en la cabecera de playa del Kirchnerismo. No vaya a ser que este General los utilice para su proyecto personal y, fracasado el mismo, la caída estrepitosa se lleve puesto a todo el Ejército definitivamente, en lo que sería ante una nueva ecuación de poder en la Argentina, de otro signo político -sobra decirlo- y, nuevamente, hagan Ustedes las veces de preservativo de la fiesta.
 

Los Señores Oficiales del Ejército Argentino siempre deberán tener presente quién es autor del Fallo Zanotti -modificatorio de su predecesor Salas- que logró licuarles hasta los retroactivos. Este fallo, vale recordarlo, salió de plumas jurídicas al servicio de César Milani, y fue convalidado oportunamente por el esbirro Ricardo Lorenzetti.
 

Un fallido interesante del General remite al instante en que la mayor de sus hijas le preguntó si acaso había torturado o si había participado en la desaparición de personas. La respuesta lacónica del protagonista: -"No, hija; lo juraría por tu vida, pero no voy a jurar". Bordeando con el oxímoron... no vaya a ser que los dioses del olimpo le pasen la factura a este simple mortal.
 

Traidor de notoriedad, el Teniente General Milani ya se cobró la factura pendiente que le obsequió el reciente ascenso. Se trata de una cuestión remanida pero que siempre es necesario refrescar. La historia se circunscribe al único caso en la historia de un Ejército en la que su jefe de Estado Mayor entrega los listados de todo su personal de ICIA, en contundente violación de la Ley 25.520 y la Ley 19.101, que versan sobre materia penal en el Decreto 4/2010: en este libramiento de datos, la Presidente cubrió bien sus espaldas y firmó un Decreto ad hoc, solo liberando nombres de personal involucrado en causas penales específicas. El personal mencionado en aquellos listados no solo prestó servicios durante el Proceso Militar, sino que también lo hicieron en ocasión de todos los gobiernos democráticos... incluso bajo la conducción de Milani.

 

Por último, camaradas castrenses: al humilde entender del autor de la presente columna, el Teniente General César Milani se trae un proyecto que no es el que describe tan bien el autor Robert A. Potash en su trabajo intitulado "El Ejército y la política en la Argentina"; el proyecto milanista es bastante más humilde, resumiéndose en un proyecto personal cuya única estrategia es llenar las alforjas de su núcleo de acólitos y de su círculo áulico (muchos de los cuales citara el periodista de La Nación, Mariano De Vedia, en http://www.lanacion.com.ar/1650196-inquieta-a-oficiales-el-alineamiento-de-milani-con-cristina). Aquí no estamos hablando del GOU.
 

Cristina Fernández de Kirchner recurre a lo que considera es su última ficha en el tablero de ajedrez. Ante un país desmadrado, una economía en quiebra y sin salida ni integración posible con el mundo exterior, sin crédito, oficiando de paria internacional con aliados tales como Venezuela e Irán, con un ministro de economía que está convencido de que la Revolución Bolchevique de 1917 no remató exitosamente porque no se habían inventado aún las planillas Excel... En definitiva, ante un desquicio, la Señora de Kirchner aparece como en el relato de Jorge Luis Borges: "ante el jardín de senderos que se bifurcan".

A la Presidente, el Teniente General César Milani le ha 'vendido' el humo verde de sombras y de espejos. El único objetivo de CFK es que el último acto de epifanía estalle en otras manos. Habrá que ver si resulta finalmente sucediendo así.