Acta SAFE: beneficios para cárteles y traficantes de marihuana en Estados Unidos
El pasado mes, la Cámara de Representantes en el Congreso de los Estados Unidos...
En estados de la Unión que han legalizado la tenencia, el uso y la comercialización de marihuana, los mercados negros de la misma se han ampliado. Las falsas promesas de erradicación de los mercados negros cayeron por su propio peso, dada la realidad que explicita que se ha detectado una mayor actividad ilegal, aspecto que ha involucrado la exportación de marihuana a estados en donde ésta no ha sido legalizada.
En lo que consigna un costado más preocupante de este problema, pandillas criminales y cárteles extranjeros utilizan el status legal de la marihuana como cobertura para enmascarar operaciones de cultivo, en complejos residenciales estatales y tierras federales.
En abril de 2018, las autoridades en California ejecutaron redadas en 74 domicilios del área de Sacramento, conforme se informó que los mismos fueron adquiridos por un sindicato criminal de origen chino. Más aún, se verificó que estos grupos vinculados al crimen organizado empleaban viviendas para cultivos, pero también para dedicarlas al tráfico de personas y a esclavitud.
De acuerdo al Gobernador de California, Gavin Newsom, los cultivos ilegales en el norte del estado 'están empeorando; la situación no mejora'.
A modo de esfuerzo para combatir el crecimiento del mercado negro, que se evidencia fuera de control, Newsom convocó a tropas de la Guardia Nacional, para destruir algunos de los masivos emprendimientos de cultivo ilegal. El funcionario incluso promocionó una campaña multimillonaria, financiada con impuestos de los contribuyentes, a modo de alerta. En ella, se arengaba a los californianos a adquirir marihuana en tiendas con licencia, y no a vendedores callejeros.
Numerosos players del sector -aunque no tienen licencia legal- cuentan con comercios, servicios de delivery, e incluso pagan por publicidad en el Internet. No es descabellado concluir que también aplicarán para la apertura de cuentas bancarias, ni bien se les brinde la oportunidad de hacerlo.
En este frente, un grupo bipartidista compuesto de cuatro ex administradores de DEA y seis ex zares antidroga de la Casa Blanca, urgieron recientemente al Congreso a que rechace el Acta SAFE, habida cuenta la potencial exposición del sistema financiero estadounidense frente al delito.
Naturalmente, al abrirse el sistema bancario a drogas del catálogo Schedule I, el Congreso estaría alentando a los bancos a participar de un delito que aún está catalogado como de orden federal, con las severas penas que involucra el particular.
Otro vecino al norte de los Estados Unidos, Canada, ofrece un vistazo a lo que próximamente los ciudadanos estadounidenses habrán de enfrentar. Después de que ese país legalizó la marihuana desde el plano federal durante el pasado año, se informó que numerosos productores de marihuana a gran escala y cuentas de inversión del tipo offshore exhibían vínculos con el crimen organizado y con el contrabando de drogas. Una importante firma de auditoría financiera debió desautorizar todos sus informes, luego de que una firma privada que cotizaba en la bolsa local fue sorprendida cultivando ilegalmente cuotas extras de marihuana en habitaciones secretas, práctica alejada de los alcances permitidos por su licencia.
A efectos de ser claros, el Acta SAFE (también conocida como 'Acta VAPE', dada su infortunada proximidad de esta legislación con la crisis del vapeo con ingredientes de la marihuana tales como THC) le obsequiaría legitimidad a la industria de este cultivo, garantizándole una veloz expansión y, de acuerdo a los refrendado por expertos en cuestiones de seguridad, habilitando la apertura del sistema financiero para el lavado de activos y las operaciones de contrabando de drogas perpetradas por cárteles extranjeros.
Artículo original, en inglés, en éste link
* El autor, Garth Van Meter, es vicepresidente para asuntos gubernamentales en la iniciativa Smart Approaches to Marijuana (SAM).