Diálogo de Shangri-La aspira a construir una región pacífica y estable

La vigésima Cumbre de Seguridad de Asia (también conocida como Diálogo de Shangri-La) finalizó el pasado 4 de junio en Singapur, luego de tres días de sesiones. El cónclave de este año se centra en temas críticos para la seguridad mundial y sus implicancias para el continente asiático, en tanto explora soluciones para la construcción de confianza y cooperación en respuesta a distintos desafíos.

 

El mencionado foro se enorgullece de su carácter abierto y neutral, con miras a que las partes intercambien puntos de vista sobre cuestiones importantes de defensa y seguridad en el cuadrante Asia-Pacífico. Este año, el evento atrajo a más de quinientos delegados e incluyó el tratamiento de una voluminosa agenda, con siete sesiones plenarias, seis discusiones paralelas y numerosos contactos bilaterales, lo que comsignó que la región de Asia-Pacífico está atrayendo cada vez más la atención del mundo. Sin embargo, esto también refleja el hecho de que esta zona también enfrenta numerosos desafíos, es decir, la creciente competencia entre grandes potencias, el incumplimiento del Derecho Internacional y el empleo de la fuerza militar, así como disputas territoriales y contaminación ambiental.
 

 

Shangri-La defiende la responsabilidad colectiva y el respeto por el Derecho Internacional

 

La agenda del Diálogo de Shangri-La del año en curso se centró en la construcción de la confianza, en el rol de las grandes potencias de la región, en la promoción de la responsabilidad colectiva y el Derecho Internacional en materia de control de riesgos -y la competencia regional.

 

Numerosas opiniones argumentaron que puntos conflictivos como Ucrania, Corea del Norte o Sudán han demostrado una vez más que las acciones unilaterales han debilitado la confianza entre las naciones en las reglas, creando así el riesgo de perturbar la estabilidad y la seguridad no solo del cuadrante Asia-Pacífico, sino también del concierto global.

 

En su discurso de apertura como orador principal en el evento, el primer ministro australiano Anthony Albanese enfatizó que con una conciencia de larga data de construir paz, seguridad y estabilidad regionales, el Diálogo de Shangri-La defiende el valor de las discusiones francas y constructivas. El mantenimiento de la paz y la seguridad no es responsabilidad exclusiva de ningún país, ya que la prosperidad regional siempre debe ser impulsada por todos. Según Albanese, la estabilidad de la región de Asia-Pacífico sólo puede garantizarse mediante la responsabilidad colectiva.

 

Por su parte, la ministro de Defensa de Canadá, Anita Anand, afirmó que Ottawa siempre busca la convivencia y la cooperación. La Estrategia para el Indo-Pacífico no es meramente un documento político, sino que también persigue la construcción de una región segura y estable. A tal efecto, las contribuciones habrán de ser tangibles -consignó.

 

Shangri-La 2023 también fue testigo de la gran participación de representantes de la Unión Europea (UE). Durante los últimos años, Europa y Asia-Pacífico tienen intereses directos en la seguridad de cada uno, y las partes aspiran a ser socios confiables que promuevan la seguridad. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, afirmó que reforzar con fuerza la cooperación es la única solución para resolver los retos a los que se enfrenta el mundo.
 

 

Buscar una visión compartida para la región

 

Un punto saliente y de gran interés en el Diálogo de Shangri-La este año fue la sesión de debate “El liderazgo de Estados Unidos en el Indo-Pacífico”, en la cual el secretario norteamericano de Defensa Lloyd Austin, reafirmó el compromiso de Washington con una región del Indo-Pacífico libre y abierta. El jefe castrense dijo que la seguridad del Indo-Pacífico no puede ser ignorada y que cualquier intento unilateral de cambiar el status quo en la región es inaceptable Los Estados Unidos se unirán a sus socios a criterio de promover una visión común para la región, aseguró.

 

Uno de los temas más preocupantes en el Diálogo de Shangri-La 2023 radica en la relación entre los EE.UU. y China. Aunque Lloyd Austin y su homólogo chino, Li Shangfu, ofrecieron enfoques contrastantes sobre la paz, la estabilidad y la seguridad en Asia-Pacífico. Sin embargo, la opinión pública todavía cree que las dos potencias no buscarán una nueva guerra fría y espera una perspectiva más cálida y positiva en las relaciones entre Washington y Pekín, con el objeto de poder abordar los desafíos comunes.

 

Celebrado desde 2002, el Diálogo de Shangri-La ha proporcionado una plataforma abierta y neutral para el intercambio de puntos de vista sobre temas clave de defensa y seguridad en Asia-Pacífico. A lo largo de los años, ha reafirmado cada vez más su papel como uno de los principales foros para el diálogo sobre seguridad regional e internacional.