POLITICA: DEBIDO A LA DEPENDENCIA DE CHILE DE GAS ARGENTINO

Preocupación en Chile por nuevos recortes de gas argentino

El gas argentino no deja de significarle dolores de cabeza a las autoridades chilenas. Del otro lado de la Cordillera subsiste la pregunta de hasta cuándo continuarán las restricciones en los envíos de gas desde la Argentina. La falta de previsibilidad de los políticos chilenos ocasiona hoy grandes problemas de desabastecimiento en el país vecino.

21 de Julio de 2010
Incertidumbre. Esa es una palabra que suena fuerte por estos días en Chile y Argentina. En nuestro país dicen no saber cuándo se producirán nuevos redireccionamientos para suplir la alta demanda interna, y en Chile aún no está definido un plan de contingencia para un eventual aumento de los cortes. Incertidumbre hay también en el sector eléctrico chileno, ya que el último corte fue duro para la época: 4,4 millones de metros cúbicos, afectando principalmente a la central de ciclo combinado San Isidro, perteneciente a Endesa Chile, y parcialmente a Nehuenco, de Colbún S.A. Pero los recortes también están perjudicando a algunas industrias, por lo que han tenido que suplir su combustible base, o bien, en el caso de las distribuidoras, dejar de entregar el fluído a algunos clientes. Tal es el caso de Innergy, empresa de la Octava Región chilena, ligada a Gasco y Enap, que desde el lunes recibe 500 mil metros cúbicos menos de este combustible. Manuel González, gerente comercial de la distribuidora, reconoce que han tenido que dejar de entregar gas. "Nosotros distribuimos combustible a las empresas más grandes de la región y hemos tenido que dejar de hacerlo al cien por ciento de los clientes interrumpibles". Esto quiere decir, a todos aquellos clientes con los que se firmó un acuerdo previo, pensando justamente en esta eventualidad. El suministro asegurado eso sí, lo tienen los clientes residenciales y hospitales. Si es que los cortes desde Argentina se siguen incrementando, los últimos perjudicados serían estos usuarios. Esta táctica chilena tiene sus fanáticos también en Argentina : la Administración Kirchner, oportunamente decidió que los usuarios residenciales fueran los últimos que sufrieran los cortes. La explicación es simple : los niveles de popularidad deben continuar elevados, y los cortes siempre se notan menos si se producen en la industria. Continuando con la descripción del problema en Chile, debe recordarse que el proveedor de Innergy -principal distribuidora chilena de gas- es Repsol YPF, la misma empresa que dejó de entregar 1,8 millón de metros cúbicos a la central San Isidro, paralizándola totalmente. Desde el lado chileno dicen que la compañía argentina no ha podido suplir la demanda nacional por dos motivos: falta de inversión y porque tiene varios de sus pozos en mantenimiento. En nuestro país, la empresa negó estas acusaciones y señaló que los cortes se debieron exclusivamente a la orden del Gobierno. Lo cierto es que el tema preocupa a los chilenos, y mucho. Los cortes pueden seguir aumentando. El Sistema Interconectado Central de Chile ha tenido que recurrir a la energía hidráulica para suplir la paralización de San Isidro y la Asociación de Gas Natural solicita una pronta intervención del Gobierno chileno. Sin embargo, el Gobierno chileno aseguró que no habrá racionamientos de gas natural y que se estaba enfrentando con atención y tranquilidad el problema del suministro. Pero los medios chilenos hacen oídos sordos a las críticas de imprevisión que caen sobre su clase política, cuyos representantes, sabiendo de antemano que Chile sufre excesiva dependencia del gas y petróleo argentinos, jamás tomaron medidas estratégicas para anticipar dificultades. En Chile se explotó hasta el cansancio la imagen argentina de no cumplimiento de compromisos -una vez que desde aquí se racionaran los envíos de gas-, pero la realidad es que la Administración Kirchner actuó correctamente al privilegiar el consumo interno. De no haber procedido de esta forma, los cortes se hubieran producido en Argentina, y en Chile, seguramente no. Los chilenos vieron una actitud agresiva y violenta de parte de las autoridades argentinas, pero no vieron lo que era más claro : que la medida fue netamente pragmática, ya sea que apuntara o no a mantener a la opinión pública bajo control.
El Ojo Digital