Las incoherencias de la Ministro de Defensa, Nilda Garré

Ante la requisitoria de los senadores que integran la Comisión de Defensa, preocupados por la instalada inseguridad aérea, la falta de mantenimiento de aeronaves y buques, y por supuesto la demorada solución al tema de los radares, la Señora Garré les dio respuestas como la siguiente : ?El Irizar es el barco que tuvo más alto grado de mantenimiento?. Con ello, intentó deslindarse de todo tipo de responsabilidades por el incendio ocurrido a bordo. Tampoco pudo responder a preguntas específicas sobre el siniestro, ya que reconoció que desconoce totalmente la terminología naval; interrogada sobre las razones por las que el rompehielos hacía cuatro años que no entraba en dique seco -cuando la norma indica que debe hacerlo cada dos-, la funcionaria, visiblemente nerviosa, minimizó el hecho, reduciéndolo a la cuestión estética de retirar conchillas adheridas al casco. Las elucubraciones de Garré le permitieron acusar como necedades debidas a personas irresponsables, las críticas vertidas que solo distorsionan la realidad que percibe la opinión pública. Adjudicar a un complot generalizado lo que ha sido desidia, responde a la política oficial de tergiversar los hechos para ocultar ineptitudes manifiestas en el ejercicio de la función pública. La suma de incoherencias vertidas por la Ministro al querer explicar por medio de su acotado vocabulario los inconvenientes técnicos y las alternativas de solución a los mismos fue antológico. Sorprendió al emplear la denominación ?tarjeta?, término solo utilizado en España, a lo que habitualmente se conoce como plaqueta de circuito impreso en el resto del mundo de habla castellana, al describir el elemento dañado por un rayo en el radar de Ezeiza, al que luego de mucho buscar se le encontró un reemplazo en Nueva Zelanda y que por algún misterio inexplicable aún no ha llegado a la Argentina. La descripción de las medidas tomadas para que en el futuro un rayo no vuelva a dañar el radar en cuestión, debe haber hecho retorcer de la risa a Benjamín Franklin en su propia tumba. Con respecto a las tres cuasi colisiones entre aviones de pasajeros, la Señora Garré solo reconoció una, la que se produjo sobre la pista de Ezeiza, pero responsabilizó a los ?impulsores mediáticos de la inseguridad? la difusión de un caso que se debió, según la funcionaria, a un tema de ?falta de concentración circunstancial?. Pero el momento donde la exposición adquirió ribetes fellinescos fue adjudicar a un error humano el siniestro de Tandil donde un Mirage se precipitó a tierra, perdiendo la vida su piloto. Nota de El Ojo Digital : como precisamente había adelantado nuestro medio que sucedería. De acuerdo a Nilda Garré, ?las pericias realizadas por las fuerzas aéreas, determinaron que la tragedia se debió a una brusca maniobra del piloto, quien al entrar en una nube, perdió todo control con la realidad y el espacio, lo que desencadenó el desprendimiento de un tanque y hace culpable parcial del hecho al piloto?. Seguramente los senadores habrían querido preguntar a que fuerzas aéreas se refirió la Ministro, cuantas y de que países intervinieron en el peritaje, o si el uso del plural se debía a su estado nervioso, también explicarle que un avión caza está preparado para bruscas maniobras, que en el combate aéreo no existen normas de tránsito y fundamentalmente inquirir que fue lo que hizo que el piloto no se eyectara o si el dispositivo para tal fin no estaba en condiciones de uso, pero la senadora mendocina Marita Perceval -acérrima kirchnerista-, quien actuó como ?moderadora? prohibió las preguntas incómodas. Una Ministro totalmente carente de los conocimientos básicos que hacen a su función no pudo legitimar sus palabras ni la mínima cuota de idoneidad para el cargo que representa, solamente le quedó en claro a la opinión pública la inutilidad de su gestión y la irresponsabilidad que la ha llevado con liviandad a poner en riesgo la vida de las personas.