Análisis del discurso de Cristina Fernández de Kirchner

Desde tiempos inmemoriales, todo inicio de período de sesiones legislativas no es más que un compendio de buenas intenciones dialécticas, pura retórica, o como decía un fallecido senador del elenco estable gobernante, "pura cháchara". Esta inauguración no tenía porque ser la excepción, salvo por la novedad del disertante, la Señora Presidente. Analicemos de manera sencilla algunos de los enunciados que reitera en forma constante, diríamos casi en la forma de una muletilla : "la ecuación energética", que significa de acuerdo a su visión : toleramos la presencia ideológica del chavismo, de los sectores bolivarianos trabajando en distintos ámbitos del país, en particular la Provincia de Buenos Aires, a cambio de algún mendrugo de energía y la luz verde para negociados del señor Julio De Vido. Es así como debe decodificarse. Si de esta manera se nos presenta la realidad, esta es como mínimo lamentable; nos coloca en una condición de país bananero o berreta, en una condición de precariedad casi terminal. La señora nos habla de un superávit fiscal permanente, una situación nunca vista en Argentina, con crecimiento a tasas chinas pero con una pequeña salvedad de política casi doméstica : si yo no enfrento mis deudas, tengo superávit. 20 mil millones de dólares defaulteados a distintos países del mundo, 6 mil 500 millones de la misma moneda al Club de Paris, más de 40 mil demandas por reajustes en las jubilaciones mal liquidadas... Hagamos un ejercicio simple o, como dice la Señora, una "ecuación simple" : la Corte Suprema, que ya falló a favor de un reajuste jubilatorio basado en la movilidad de los haberes, "se pone a trabajar en serio", como lo exigió la primera mandataria, y determina la variación por el índice del 82% móvil símil al caso Badaro, al tiempo que ordena al Estado Nacional abonar jubilaciones basados en ese justo fallo. Pues bien, ¿qué pasaría? De acuerdo al actual director de Anses, esto es de imposible cumplimiento, pues quiebra literalmente la seguridad social. En otro orden de cosas, la Presidente persiste en su ideario de "trenes de alta velocidad", y el cuestionamiento que parte de cualquier ciudadano sensato es el siguiente : ¿podemos aspirar a servicios del Primer Mundo, mientras brindamos un servicio urbano de trenes similares a los transportes de prisioneros de la Segunda Guerra Mundial? Y si este fuera el caso, ¿a quiénes estaría destinado un servicio que compite con el transporte aéreo? Pues, obviamente, a las clases más acomodadas, siempre en desmedro de las menos privilegiadas. Nuestro país, por obra y gracia de estos señores que se autocalifican de progresistas, se está convirtiendo en uno de los más injustos del planeta en cuanto a redistribución de la riqueza y en el cual se amplía de manera insoportable y descomunal la brecha entre ricos y pobres. Hay que reconocerle al kirchnerismo bicéfalo que logró venderle lo invendible a una izquierda paleolítica y anquilosada que son progres de izquierda (aunque no lo fueron ni lo serán). El Señor de Puerto Madero -hoy, adalid de los "derechos humanos"- jamás presentó hábeas corpus alguno en beneficio de un detenido desaparecido, mas sí presentó incontables ejecuciones hipotecarias por la circular 1050. El matrimonio presidencial incrementó su patrimonio en estos últimos años, que solo podría ser explicado ante una análisis de los tribunales de los milagros de la Santa Sede. Es hasta hilarante, para quien esto escribe, que el ex presidente Fernando de La Rúa fuera procesado, pues si este señor, quien condujo los destinos del país se merece ese proceder judicial, la runfla que se reúne en la pingüinera debería hacerse acreedora, como mínimo, a una carátula de asociación ilícita en banda. Por último, diremos que a los sectores de la izquierda vernácula los desactivó con un costo nimio, y hay que reconocérselo : un puñado de juicios a gerontes, la cooptación del piqueterismo con prebendas monetarias y puestitos a la sombra del poder y algunos chequecitos a la universidad de la calesita y los negocios inmobiliarios, no están ciertamente nada mal para el nieto del fotógrafo del Ejercito Argentino que participó de la represión de obreros anarquistas en la Patagonia; el abuelito del usurero Shilock y antiguo regenteador de prostíbulos en nuestro extenso sur. Señora Presidente, no se dirige Usted solo a un conjunto de mal alimentados que no piensan por la aplicación de este tipo de políticas, o habitantes de un territorio; también se dirige a ciudadanos y no precisamente de Macondo. Por Sorge, para El Ojo Digital Política. Email : sorge_601@yahoo.com.ar.