Las patéticas miserabilidades de la política subalterna. Elisa Carrió, la oposición y la continuidad del sistema corrupto

La Mediocracia -esto es, la forma de gobierno de los mediocres-, que ha sido una constante desde que muchos tenemos memoria, en estos últimos cincuenta años, se encuentra en todo su esplendor y algarabía. Anoche pude apreciar la silueta ideológica de la pobre de Carrió. En una posición mendicante, confió su suerte al electorado de la ciudad de Buenos Aires, suponiendo que no le alcanzarán los votos. Como dando por anticipadas esas sospechas, en uno de los varios ciclos a los que presurosamente concurrió, profetizó que su movimiento tiene la mente en el 2011. Y descuento que era sincera en esos anhelos futuristas. Porque dentro de su inconsciente, lo relevante es seguir compitiendo, abogando por un nuevo desafío. Su mensaje es la quintaesencia de una mente, tan ramplona como vacìa de contenido. Idéntica a la de todo radical que se precie de serlo. Para esta gente, que dejó su intelecto depositado en alguna casa de empeños de barrio, no son trascendentes los problemas nacionales, sólo el ìmpetu de la disputa comicial. Validando el fraude en ciernes, recomendaba a las votantes femeninas -de manera patética pero a viva voz- que llevasen la boleta en los corpiños. Esta Señora, que carece del sentido del ridículo, que sazona su supuesta virtud republicana, con la sensación del amor inconmensurable que sus supuestos votantes le profesan, nos demuestra una vez más, que no está en sintonía con el absurdo de sus propios dichos. Lo curioso es que dentro de su bipolaridad cada día más acentuada, no registra adecuadamente cuál es su rol dentro de esta desquiciada Sociedad. Dice no contar con aspiraciones personales. Desde que recuerdo, sobre lo único que pontifica es... "Cuando yo sea Presidente". Y "El Pueblo me ama". No serìa desatinado suponer que el probable triunfo de Néstor que se avizora tiene una de sus vertientes en la supina orfandad de quienes se autotitulan como sus Fiscales. Entre ellos, esta Señora que, como dicen habitualmente los españoles en su adusto argot gramatical, no tiene una puñetera idea de lo que dice. Desafortunadamente no es la única, ya que todo el arco político, por definir de una manera inmerecidamente respetuosa a todos estos palurdos que están candidateándose en distintos frentes, es más o menos lo mismo. La oferta electoral del gobierno y la oposición es como plesbicitar entre la población si asoma como más conveniente perecer a manos del dengue o de la gripe porcina. A tan solo eso se reduce el margen de maniobra de la civilidad, este próximo domingo. Nada cambiará con la próxima elección. Porque el delito contra la propiedad no sufrirá mengua alguna. Porque las fuerzas policiales seguirán desmotivándose y sucumbiendo progresivamente a la tentación de más corrupción e incapacidad para actuar en la prevención de ilícitos. Porque el tráfiKo de enervantes es un próspero negocio, a juzgar por los decomisos, que en el caso del cannabis podría analogarse a la soja o cualquier oleaginosa, dado que los cargamentos ya se cuentan por toneladas. Porque la maquinaria judicial garantista está demasiado bien atornillada. Y porque en el ideario colectivo, la corrupción kirchnerista no concentra la repulsa de la gente. Solo el fastidio o la desilusión de no poder ingresar a ella. Estos son, de acuerdo a mi humilde criterio, los que avientan cualquier hipótesis de renovación. Para exterminar a esta pandilla del gobierno, es imperativo que el común de la gente deje de acariciar la idea de que un diputado o algún concejal amigo alguna vez les conceda un favor o una gratificación a expensas del Erario Público. Que abandonen el tan mentado y argentino No te metás, que tantos desvelos y frustraciones colectivas nos han irrogado. Que entienda el ciudadano callejero que cuando un político de fuste como Juez, Macri, De Narváez o cualquier otro cocoliche como ellos, cuando enfatizan que desean que Kretina termine su mandato, lo que están enunciando elípticamente es que lo màs relevante es el continuismo del sistema. ¿Este? El de catorce millones de planes reposar. De un homicidio cada dos horas. El del pacto de inmunidad, o mejor dicho, de impunidad que los Kirchner tienen cerrado con Eduardo Duhalde sin importar el resultado de las urnas. El del saqueo de las AFJP, para que dentro de sesenta días se suspenda sine die el pago de todo tipo de jubilaciones. El de la reedición de las cuasimonedas, que a pie de imprenta en todas las provincias argentinas, los gobernadores en pacto secreto ya poseen para abonar los salarios de las administraciònes públicas provinciales a finales de julio. Tal como lo anticipó el viernes Juan Schiaretti públicamente en TN. El del inminente consumo de carne de cebú -léase chicle-, procedente de Paraguay, a tres dólares el kilo vivo para mediados de septiembre. El de la ausencia de trigo para consumo de pan en 2010. El de la anarquía estudiantil en todos sus estamentos, que nos privará de graduados en menos de una año. El de los trasvestidos que, protegidos constitucionalmente, pronto seràn Magistrados, y a ellos les deberemos confiar nuestra suerte. El de estar a la más miserable deriva, sobre la hipótesis de conflicto más irrisoria, entre ellas una posible invasión chilena si la derecha triunfa el año venidero. El objetivo esgrimido será el de proteger sus inversiones aquí. Más la posibilidad de forzarnos a la construccíón de un gasoducto a la altura del Neuquén, circunstancia conocida y admitida en toda la comunidad de Inteligencia Militar. ¿Aún así, con todos estos supuestos, aguardan algo de estos políticos miserables e incapaces? ¿Es que acaso la sociedad argentina no es sino un mero conglomerado de sodomitas? Antes de ahora, por una cuestión de mera vanidad literaria, procuraba concluír mis notas con un epílogo similar al intitulado. Modificaré esta trama. A partir del presente, lo haré con miras a mi próxima entrega. La que viene, en consonancia con la que hace poco lanzó el Señor Brigadier Alberto Simari se denominarà: Se Solicitan Líderes y Combatientes. Por El Dr. Lucio Catano (h), Abogado, para El Ojo Digital Política.