El ejemplo de Honduras podría aprovecharse

Respecto del Mauricio Macri, es poco lo que tengo que decir. Baste con las pantomimas y ensayos de pasos de baile, ejecutadas en su cuartel de victoria. El doble de Francisco De Narváez, danzando junto con el original, les otorgará una primera pista de lo grotesco que todos estos tipos ofrecen a una ciudadanía, que por cierto, es también bastante estúpida. Lilita Carrió, que aún no se repone del susto de haber podido quedarse sin ascender al colectivo, pronto recuperará su verborragia mística, sazonada con su anhelo de reemplazar a Kretina. Pero de cualquier manera, creo que todos somos contestes de que estamos mejor parados que el domingo a las 8 hs, cuando los comicios recién abrían sus puertas. Los Kirchner están heridos, pero no de muerte. No todavía. Tratarán de implementar algo a través de su marioneta oficial, -Daniel Scioli-. Pero será de vuelo corto. Dos escenarios se presentan como los más plausibles. En el primero, podremos ubicar a Néstor tramando alianzas de sangre con los piqueteros de Pérsico y Perdía, y por separado con Moyano y Balestrini, a quienes a estas horas está contactando en Olivos. Si este es el caso, será pronto. Con miras a incendiar toda la Nación. Le declarará una guera abierta y frontal a todo el sector agropecuario, emblema de la clase media y de todo el interior del País, muniéndose para ello de las mayorías parlamentarias que mantendrá hasta diciembre. Reforzará las retenciones a cereales y oleaginosas, so pretexto de que existe un pueblo que requiere del asistencialismo del Estado. Si lo hace, se sentirá nuevamente en sus aguas. Con arengas y discursos de barricada, a los que es tan afecto. Me detendré en este plano, para sostener mis dichos con cierta carga probatoria que mi sector, el agropecuario, al parecer no ha detectado. El sábado a mediodia, mientras regresaba a casa, me senté cómodamente a ingerir un balón de cerveza, frente al puente colgante de mi amada ciudad de Santa Fe. En medio de la libación, un nudo se apoderó de mi garganta. Perdí la sed y luego, el apetito. Tuve la mala fortuna de hojear el diario UNO de esa ciudad. En una de las páginas centrales, una noticia sin letra destacada informaba a los lectores de ese pasquín, entre los que accidentalmente me encontraba, que el Ingeniero Bertero, a la sazón Ministro de la Producción provincial, había suscripto un convenio entre los propietarios de 134 tambos y una veintena de empresas lácteas, categoria Pymes. El acuerdo consistía en que, a partir del 1 de julio, las usinas y los tamberos se obligaban a donar parte de su producción a los planes de asistencialismo. El concordato no aclaraba el quantum de lo procesado que se obligaban esos pobres gringos a regalar. Ni si era a partir de una toma de utilidades previa. Ese espureo y confiscatorio concordato no incluía ni a Sancor, ni a Mastellone ni a Williner ni a Milkaut ni a Zaputo. Solo era inclusiva para el corazón de la producción de empresas familiares. Para forzarlos a que en unos meses les entreguen las llaves de las plantas al gobierno socialista quien de seguro, lo ofrendará gratuitamente a los oprerarios. Esta medida de Hermes Binner, de marcado corte estalinista, es una más de las que se avecinan en el orden nacional: La cogestión obrera. No por fruto de la casualidad el grupo francés Danone, retiró su oferta de la compra del paquete accionario de La Serenísima, la pasada semana. Pues manejan información de primer nivel. Hacen inteligencia comercial e industrial. No practican lo que nuestros políticos, que solo dirigen sus miradas a un resultado comicial. Menos aún nuestros ¿opinólogos?, ese conjunto de gente que padece de una oligofrenia intelectual, que día a día ponen de manifiesto con esa supina ignorancia que los caracteriza. He repasado desde anteayer hasta hoy todos los editoriales de prensa grafica, radial y televisiva. Nada. Ni uno solo de estos comentaristas de barrio, como Grondona, Morales Solá, Van der Kooy, Bonelli, Majul y los otros palurdos de sus layas hurgan en los editoriales de otras publicaciones, tan tendenciosas, tan peligrosas. Tampoco este guasón de Biolcatti. Ni procuran denunciar una capitulación del sector lácteo como el descripto. Lo leí en un periódico de circulación masiva, de una ciudad con casi 700.000 habitantes. No lo escuché en radio Quitilipi del Chaco. Como verán, he tratado de ser sumamente objetivo en lo que algunos de mis destinatarios, tildan de subjetividad dañosa. Esta es una prueba de nuestra orfandad de dirigentes. Trataré de ser menos preciocista: de gente que al menos piense. El segundo plano posible es que nuestro destino caiga, sin traumatismos ponderables, en esta gentuza que hoy se ufana de haber derrotado a los Kirchner. Por eso cuanto más los medito, creo firmemente que ahora deberíamos seguir el sendero Hondureño. Por Lucio Catano, para El Ojo Digital Política.