Nueva Ley de Medios: ¿ahora tampoco?
"El hombre se acostumbra a todo, siempre y cuando alcance el apropiado grado de sumisión", frase de Carl G. Jung.
21 de Julio de 2010
Jorge Raventos publicó ayer, con su maestría habitual, su nota semanal, a la que tituló "La Conjura de la Realidad", y en la que describe, con precisión quirúrgica, el panorama político argentino pre y post recambio legislativo del 10 de diciembre.
El artículo en cuestión, cuya lectura recomiendo efusivamente, no hace más que poner en blanco y negro el estilo y el objetivo del gobierno de don Néstor, que está dispuesto a todo para continuar ejerciendo el poder omnímodo, con total prescindencia del veredicto de las urnas.
Si cumple su objetivo -y no dudo que así sucederá- en pocos días más Argentina tendrá una nueva Ley de Medios, hecha a la medida de sus intereses, políticos y económicos.
Otra vez, enmascarando sus verdaderas intenciones detrás de una inquietud genuina -la necesaria modificación de la legislación vigente, que ha permitido a todos los gobiernos, desde el Proceso hasta hoy, tolerar una irracional concentración de medios de prensa- doña Cristina, su mandada, ha enviado al Congreso un texto que, de ser aprobado a libro cerrado, producirá graves daños a la libertad de prensa y de opinión, pero también a la democracia.
Vayan aquí, dados los ríos de tinta que se han vertido en estos días sobre este tema, sólo algunas precisiones:
a) Al permitir el ingreso a las telefónicas al mercado, se producirá una concentración igual o peor que la actual.
b) Al obligar a Telecom Italia a desprenderse de sus tenencias accionarias para evitar el monopolio de la telefonía, se está fabricando un traje a la medida de los grupos Werthein y Eurnekian, íntimos amigos y socios de don Néstor.
c) Al imponer la obligación a los grandes conglomerados actuales (Clarín y Vila) de desprenderse de medios (TV abierta, cables, radios AM y FM, diarios), éstos caerán en las manos de los cómplices y testaferros de la pareja imperial: Rudy Ulloa Igor (el inexplicablemente exitoso self-made man, ex chofer de don Néstor), Electroingeniería, Cristóbal López, etc.
d) Al determinar que las licencias deberán pasar por una revisión oficial, exclusivamente en materia de equipamiento técnico dice el texto, en realidad se establecerá una rígida censura por parte del poder reintante sobre los contenidos y líneas editoriales.
e) Al conformar un organismo de contralor con mayoría del Ejecutivo, se estará entregando un virtual poder de vida y muerte a quien lo ejerza.
f) Al omitir legislar sobre el manejo de la pauta publicitaria oficial, se consentirá que el tubo de oxígeno indispensable continúe en manos de quienes deben ser vigilados y criticados por la ciudadanía a través de la prensa.
Estos puntos, y varios más, no invalidan per se un proyecto que, desde el punto de vista estrictamente técnico, puede ser muy bueno, pero debo informar a mis lectores que vivimos en Argentina, y no en Finlandia.
Aquí, tal como está escrito, el proyecto de la Ley de Medios permitirá un avasallamiento mayor de la opinión pública, por parte de un poder que no tolera disensos, como bien saben, por haberlo aprendido con sangre, los señores Nelson Castro, Alfredo Leuco, Jorge Lanata, Víctor Hugo Morales y tantos otros.
Tampoco digo que este querer imponer el pensamiento único sea patrimonio de los Kirchner -basta recordar la fantástica respuesta, multitudinariamente cantada, a la pretensión de la Juez María Romilda Servini de Cubría de amordazar a Tato Bores- pero nadie, al menos desde que recuperamos la democracia, ha hecho tanto uso -y cometido tanto exceso- de las formas de ésta para implantar una verdadera tiranía.
Y aquí llega, entonces, la justificación del título de esta nota, vinculada a una anterior: "Abusos contra una sociedad apática". ¿Tampoco ahora reaccionará la sociedad ante este Chávez, más pobre y menos armado, pero igual de loco que su mentor bolivariano?
¿Seguiremos tolerando, para evitar ser calificados como "destituyentes", que los Kirchner nos sigan robando nuestro país, nuestras libertades y nuestro futuro?
¿Contemplaremos impertérritos como, al decir de Javier González Fraga y confirma la Iglesia, este Gobierno sigue mandando a la pobreza a cinco mil argentinos por día?
¿No reaccionaremos frente a la inmunda escena en la cual un rey loco quema nuestros "pozos de petróleo árabes" y dilapida el producto de su rapiña impositiva en disparates tales como el fútbol o la "línea de bandera" mientras montones de compatriotas mueren de hambre, cuando las enfermedades les permiten llegar siquiera al primer año de vida?
¿De qué está hecha la sociedad argentina?
¿Creemos, en serio, que "los libres del mundo responden, al gran pueblo argentino, salud"?
En este tema también debo informar que, en realidad, el mundo entero se muere de risa las pocas veces que piensa en nuestro país, y que las escasas informaciones que se publican a nuestro respecto en el mundo se refieren, casi con exclusividad, a la corrupción oficial reinante.
Hemos desaparecido, guiados por don Néstor, de todos los escenarios de inversión del mundo, y nos hemos convertido en el hazmerreír universal.
¿Hasta cuando lo toleraremos? Honduras, con sus instituciones funcionando, nos ha marcado el camino. No hay otro que el juicio político, la destitución y la cárcel para estos canallas, si no queremos que Argentina deje de existir.
Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro, Abogado, para El Ojo Digital Política.
Email: ega1 -arroba- avogadro.com.ar.
Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro, para El Ojo Digital Política