El funeral del "cristinismo"
“¿Cuántas muertes más serán necesarias para darnos cuenta que ya fueron demasiadas?” (Bob Dylan)
Los argentinos, en general, parecen haber olvidado que, en un acto francamente delictivo, doña Cristina se permitió calificar a la Señora Herrera de Noble de “apropiadora” de hijos de desaparecidos desde una tribuna pública y que llegó al extremo de informar, urbi et orbi, que acompañaría a doña Estela Barnes de Carlotto si ésta llevaba el reclamo de las Abuelas de Plaza de Mayo a tribunales internacionales.
Tal como sostuve tiempo atrás que ocurriría, los herederos de la dueña de Clarín acaban de propinar al Gobierno un golpe de tal magnitud que, en cualquier país serio, hubiera provocado su inmediata caída. Más grave aún, lo han hecho contra la bandera más exhibida –inventada y manipulada- desde mayo de 2003 a la fecha: los derechos humanos de los terroristas criminales.
La persecución y el hostigamiento sufrido, durante más de ocho años por estos jóvenes, a los cuales se les negó hasta el derecho personalísimo a decidir sobre su propia identidad, han sido castigados grave y muy oportunamente. La pertinacia actual del Gobierno y de doña Estela en continuar con estas iniquidades, sólo para evitar tener que admitir en época preelectoral las canalladas cometidas, complicarán aún más este panorama.
Lo mismo ha sucedido con doña Hebe que, más temprano que tarde, deberá arrastrar su voluminosa anatomía por los Tribunales, después de verse impedida de realizar su consabida marcha en la Pirámide por obreros de su Fundación, a los cuales estafó incorporándolos a la multitud de argentinos que, con sus inexistentes casas o con sus impuestos, solventaron aviones, yates y automóviles de lujo (¿acaso también tráfico de drogas?).
Las habituales “gargantas profundas” que existen en todos los ámbitos están contando, por estas horas, que la filtración que llegó a una redacción e hizo estallar el escándalo de las Madres de Plaza de Mayo y sus administradores parricidas surgió del entorno de don Hugo “Camión” Moyano, inquieto por la prescindencia del Gobierno respecto a su situación judicial y la confesa intención de reemplazarlo, al frente de la CGT, por don Gerardo “Fratacho” Martínez.
Tal vez, sólo tal vez, haya tenido idéntica procedencia el resurgimiento de las versiones que vinculan al conductor de la UOCRA –preferido por la señora Presidente para llegar al sillón de don Hugo- con la represión a la guerrilla de los 70´s; también quizás no haya sido casualidad, sino una reacción contraria, la detención de don Carlos Quintana, Diputado por el FpV y jefe de UPCN de la Provincia de Buenos Aires, intentando viajar a Montevideo con US$ 60.000 escondidos.
Siempre digo que, mientras la mayoría de los gobiernos anteriores robaron dinero, los Kirchner han robado empresas y actividades enteras. Para evitar los cuestionamientos de la sociedad, la embaucaron, precisamente, con las banderas de los derechos humanos que, ahora, se han mostrado tal como son: falsos instrumentos, arrastrados por el fango de una maquinaria creada para ello.
Don Lorenzetti, primus inter pares de los ministros de la Corte Suprema de Justicia, o sea, la cabeza de esta inJusticia tan tuerta, debiera renunciar ya mismo a su cargo, después de haber confesado públicamente que había llegado a un “acuerdo” con el Gobierno –cuando el Poder Judicial debe ser el refugio natural de los ciudadanos frente al Ejecutivo- para aplicar “¡idénticos criterios y políticas!” en los llamados juicios de “lesa humanidad”. Y por haber permitido que la Casa Rosada, y hasta sus funcionarios de tercer nivel, impunemente, ignoraran y desconocieran sus fallos y sentencias.
Estos dos episodios (Schoklender/Bonafini y Noble-Herrera/Carlotto) serán algunos de los clavos que llevará el ataúd político del “cristinismo”. La estúpida creencia en los neo-pseudo-idealistas de La Cámpora como poseedores de números mágicos, los agravios recibidos por el peronismo en la confección de las listas, los vetos al 82% de los jubilados y las agresiones propinadas a los opositores de todo tipo y color también contribuirán a este entierro.
Claras demostraciones del olor a muerte que rodea hoy al “cristinismo” las constituyen tanto la nueva gira artística que ha emprendido don Alberto Fernández por cuanto programa político puede, donde aprovecha para criticar a la viuda de Kirchner hasta en arameo, como el enojo y la bronca de don Horacio “Perro” Verbitsky en Página 12 del domingo pasado, la columna en la cual la señora Presidente abreva como si fuera la Biblia.
Parte de las velas del próximo velorio son, sin lugar a dudas, los incidentes causados en ocasión del descenso de River, y el poco feliz desempeño de la Selección en la Copa América, cuya victoria hubiera permitido un nuevo abuso de la Cadena Nacional y un resurgimiento del triunfalismo oficial.