POLITICA: POR EL DR. ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO

El vértigo y las derrotas

“Todo lo que había que escuchar ya se dijo. Nada de lo que había que entender se ha entendido. Seguimos perdidos en el laberinto” (Gustavo Estrada Luque)

01 de Agosto de 2011

La semana que pasó estuvo llena de acontecimientos, algunos curiosos, otros dramáticos y hasta algunos, graciosos, coronados por el ballotage de ayer. Los números de éste no pueden ser más auspiciosos para quienes creemos que, hoy, la prioridad es expulsar, siempre democráticamente, a doña Cristina y sus secuaces del poder.

Me equivoqué en los cálculos que adelantara en “Otro clavo para el ataúd”, pues pronostiqué un resultado de 68%/32%, pero –al menos esta vez- Poliarquía me ganó. De todas maneras, la cifra final habla a las claras del profundo rechazo que genera, entre los habitantes de la Ciudad Autónoma, este Gobierno que, desde el relato, pretende demostrar la cuadratura del círculo.

Macri reafirmó sus laureles, seguramente acompañado por un gran caudal de votos “bronca”, que hubieran seguido –y lo harán a partir del 15 de agosto- a cualquiera que se convierta en el mejor rival del kirchnerismo imperial. Como es natural, al reelegido Jefe de Gobierno porteño le resultaría más provechoso, en orden a su proyecto político personal de transformarse en el natural líder de la centroderecha, que doña Cristina se impusiera –insisto, no se presentará- en las elecciones de octubre/noviembre.

Pero la hora exige dejar de lado los egoísmos y los personalismos y, para Mauricio, alinearse detrás de quien termine el 15 de agosto mejor posicionado para batir las posiciones del oficialismo. La crisis generalizada, que aún no es percibida por el común de la gente, demanda de menos nombres y de más hombres.

La vertiginosa cotidianeidad de los argentinos ha hecho que, como mejor ejemplo, el escándalo de las Madres de Plaza de Mayo y sus administradores -los parricidas Shocklender- haya desaparecido de los medios de comunicación, y lo mismo ha sucedido con el repugnante trapicheo de doña Estela Carlotto en torno al ADN de los jóvenes Noble-Herrera, puesto al servicio de los aún más indignos designios de los Kirchner. Clama al cielo la libertad de doña Hebe y don Schocklender, que ni siquiera han sido llamados a indagatoria por el Juez dueño de un pasado prostibulario, por ahora alquilado a la Casa Rosada.

Vale la pena, entonces, recordar qué nos dejó la última semana de julio.

Comenzó con el flagrante desprecio aplicado por el oficialismo a su perdidoso candidato en Santa Fe, don Agustín “Chivo” Rossi, que debe estar en su nueva estancia de Vera lamiéndose las heridas y preguntándose en qué momento de locura se le ocurrió convertirse en una de las primeras espadas de un grupo de mafiosos que paga tan mal la ciega lealtad de sus mariscales. Siempre está a tiempo de formar un club con Pampuro, con Patricia Fadel, con su propio hermano, con el inefable Senador Fernández, con Verna, con Filmus y, por supuesto, con quien debería ser su Presidente honorario, don Alberto Fernández.

Fernández, por su parte, nos regaló una carta nacida del dolor más profundo ya que, según él mismo, estuvo en la “sala de partos” del proyecto kirchnerista de adueñarse del país y fue su padrino, casi un padre intelectual. ¡Menuda gloria! Sin embargo, con su habitual compulsión a reescribir la historia, doña Cristina no dudó un segundo en trasplantar al gran epígono del “mejor presidente que ha tenido la Argentina” (sic) al almácigo donde crecen y se desarrollan los peores enemigos del régimen imperial.

Rápido de reflejos y, sobre todo, veloz para hacer los mandados, salió ese émulo injustamente ignorado de Jorge Luis Borges, de Julio Cortázar y de José Hernández, don Anímal –nunca más justificado el apodo- Fernández, a contestarle. Al mejor estilo de “El Hombre de la Esquina Rosada”, lo hizo en el único lenguaje que conoce, el arrabalero de las barras bravas.

Porque, pese a que ambos Fernández son un par de canallas, el primero, al menos, sabe cómo se dicen las cosas y utiliza una prosa casi elegante, mientras que el Jefe de Gabinete de pacotilla que tenemos ignora hasta los más elementales principios de la lengua española y de la sintaxis. Más allá del contenido, en ambos casos deleznable, la diferencia estuvo marcada por los continentes, produciendo uno de los más graciosos momentos de la semana.

También resultó cómico el blooper del fútbol. Hasta yo que, como todo el mundo sabe, con lo que ignoro sobre ese deporte se puede hacer toda la enciclopedia, no pude parar de reírme ante tanta imbecilidad. Primero, cuando noté el masivo rechazo –incluyendo el de los clubs que serían beneficiados- a la rebaja de la “A” a la “B” para que los hinchas de River no pudieran ver a su equipo por los canales de Clarín. Segundo porque, al poco rato, todo había sido idea de don Julio Grondona, el gran capo mafia autóctono, y no del Gobierno, pese a cuanto dijeron públicamente los presidentes de varios clubs.

Luego, tres menores pero no menos graciosos: la inauguración del mural de Eva Perón, para lo cual la ciudad fue cortada en dos durante diez horas, con el solo propósito de que “Ella” pudiera compararse con Santa Evita, y el fallo judicial dictado para impedir que don Guillermo Moreno, en otra inefable muestra de humor político, impidiera que dos kioscos vendieran el diario de Magnetto.

El tercero fue el descubrimiento, atribuído a los sagaces periodistas de investigación de Perfil, de los muchos departamentos que, pertenecientes al Juez de la Corte Suprema, don Zaffaroni, sirven de lugar de trabajo a una serie de prostitutas. La cándida defensa intentada por el “¿probo?” y garantista hombre de la Justicia y asesor de don Amado Boudou, cuando sólo había trascendido el primero de esos inmuebles, se cayó a pedazos al aparecer varios más y ahora nuestro Wikileaks autóctono acaba de publicar (en http://www.leakymails.com/2011/06/la-prostitucion-de-la-justicia.html) una serie de mails que manchan el ya escaso prestigio del Tribunal supremo, tan exhibido por los Kirchner como logro excepcional de su gestión.

Otro hecho, enormemente dramático y que resulta difícil de entender, se produjo en Jujuy. Carlos Pedro Blaquier es el gran elector de ese feudo, en el cual Ledesma tiene una importancia económica enorme, y mantiene fluídas y amigables relaciones con el poder nacional. En la política provincial manda hoy un personaje curioso, don Jenefes, que se hizo de la fortuna y de los medios que pertenecían anteriormente a su suegro; a su vez, es el jefe político de don Fellner, Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación.

En medio de ese escenario, ha crecido geométricamente el poder real de doña Milagro Sala, capitana de la Tupac Amaru, muy ligada al Gobierno nacional que la sustenta con cuantiosos fondos, de quien se cuentan contradictorias historias y a la cual se atribuye el comando de un militarizado y muy numeroso grupo de activistas.

Por otra parte, también tiene allí una fuerte presencia la Corriente Clasista y Combativa (CCC), tan opuesta a los Kirchner como para acompañar, como compañero de ruta, la rebelión del campo de 2008. Esta organización, de neto corte maoísta, fue la protagonista de la invasión al predio de Ledesma, nuevamente invadido ahora por más de mil familias.

No tengo dudas que fue la muerte primera de un policía la que desencadenó la feroz represión, en medio de un desalojo ordenado por la Justicia. Sin embargo, hay demasiados agujeros oscuros en la historia para que podamos quedarnos tranquilos.

Ledesma, pidiendo la desocupación forzada de sus tierras -sin negociar previamente con los ocupantes- y generando así un conflicto más a la Casa Rosada. El Gobernador despidiendo sumariamente a su Ministro de Gobierno, responsable de la Policía local. La cúpula de la CCC responsabilizando a doña Cristina y a doña Nilda Garré. La Tupac acusando del estropicio al Gobierno jujeño, aliado de sus aliados porteños. Armas surgiendo de quién sabe dónde. Los lenguaraces kirchneristas responsabilizando a Duhalde, como siempre.

En fin, muchas curiosidades y oscuridades, con un saldo de cuatro muertos y más de ochenta heridos, en un período electoral en el que el Gobierno, que ha renunciado a aplicar las leyes vigentes durante los ocho años de mandato, ve cómo explota otra bomba en sus manos. Para esta semana que hoy se inicia, la CCC ha prometido no permitir que el episodio, más grave que el que obligó a Eduardo Duhalde a adelantar las elecciones el 26 de junio de 2002, desaparezca de las primeras planas, y lo hará a su modo, por cierto muy confrontativo.

Otro hecho, éste patético, fue la repentina adhesión del kirchnerismo y del sciolismo a de José Manuel De la Sota, en Córdoba. Desesperados por las fuertes derrotas en la ciudad de Buenos Aires y en Santa Fe, y ante la ausencia total de candidato propio, las tropas de doña Cristina pretenden aparecer como vencedoras. Rápido de reflejos, y a sabiendas del profundo rechazo que Córdoba mantiene desde siempre, el candidato trata de evitar que un abrazo de la señora Presidente –como le pasó a Rossi y a Filmus- lo hunda y le impida su –cree- seguro triunfo.

No parece haber tenido demasiado éxito en esa empresa el “Gallego” ya que, a seis días de las elecciones locales, tanto Juez como Aguad se le han acercado y hoy puede decirse que existe empate técnico entre los tres. El propio Luis Juez, con su errática conducta en el Senado, que permitió por ejemplo que doña Marcó del Pont fuera refrendada como Presidente del Banco Central, sufre el incendiario calor proveniente de su ocasional cercanía a la Rosada.

En suma, el Gobierno Nacional sigue barranca abajo, un logro de todos los esfuerzos que hace para que cada día le vaya peor.

Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, las famosas PASO, siguen siendo un molesto forúnculo en las nalgas de doña Cristina. En ellas, no tiene nada que ganar –salvo que obtuviera más de 40%, una cifra en la que ya nadie confía- y mucho para perder, ya que puede surgir el candidato que concite el voto útil de la ciudadanía, es decir, la decisión de votar a cualquiera capaz de derrotar al “modelo” en las primera y segunda vueltas “oficiales”.

Sucede que, para dejarlas sin efecto, doña Cristina no puede recurrir a sus amados DNU, vedados constitucionalmente para temas electorales, ni a una mayoría especial en el Congreso, de la que carece. Entonces, sólo queda el recurso de algún juez que acepte, por alguna oportuna “banelco”, resolver que no se pueden hacer. Si el Gobierno lo logra, la carnicería en octubre será, todavía, mayor que la que he previsto, y aún faltará noviembre.

Como todos habrán podido observar estos días, el “ya ganó” ha pasado a la historia, y otros vientos soplan en el oficialismo. Cada vez son más los que auguran un escenario electoral complicado para doña Cristina, si es que ella no me da la razón, se presenta a la reelección y me hace perder un montón de apuestas.

Sigo confiado en mis pronósticos, largo tiempo atrás publicados. En pocos días, concretamente trece, la taba caerá al piso y sabremos quién habrá tenido razón.


Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro -Abogado-, para El Ojo Digital Política
Web: http://www.avogadro.com.ar/
Twitter: http://twitter.com/egavogadro

 

 

Por el Dr. Enrique Guillermo Avogadro -Abogado-, para El Ojo Digital Política