Elecciones presidenciales en Venezuela: la continuación del declive chavista
Los votantes se dirigirán a las urnas este domingo 14 de abril, para elegir al próximo presidente del país. Este súbito comicio siguió a la muerte del líder populista autoritario Hugo Chávez, el pasado 5 de marzo.
Los votantes se dirigirán a las urnas este domingo 14 de abril, para elegir al próximo presidente del país. Este súbito comicio siguió a la muerte del líder populista autoritario Hugo Chávez, el pasado 5 de marzo.
Parece probable que los votantes elegirá a Nicolás Maduro -el presidente interino designado a dedo por Chávez Frías- en desmedro del candidato opositor Henrique Capriles. Un Chávez moribundo derrotó a Capriles el 7 de octubre de 2012 por algo más de diez puntos porcentuales en medio de una elección injusta; las recientes encuestas le dan a Maduro una ventaja aparente antes de la votación.
Desde la muerte del "Comandante", Maduro ha venido haciendo campaña de la mano del legado de Chávez y sobre la generosidad que el líder desplegó ante su gente. Imágenes, videos y propaganda en donde se glorifica al difunto jefe de estado saturan cada aspecto de la conversación electoral -mientras que se deja de lado cualquier debate serio que considere el futuro de la política, la economía y las relaciones internacionales de Venezuela.
Una victoria de Nicolás Maduro depositará gran poder ejecutivo en las manos de un líder inexperto y sin carisma, cuyos más recientes pronunciamientos incluyen su afirmación de que se encontró "en presencia del espíritu de Hugo Chávez", una invocación a maldiciones antiguas, y un renovado frenesí antiestadounidense. El apoyo de Maduro proviene de la base clientelar del régimen (los ciudadanos subsidiados), un círculo íntimo de carácter opaco, un sector militar con visos de corrupción, y el régimen de los hermanos Castro en La Habana.
Con Maduro en el timón, los venezolanos tendrán buena razón en preocuparse por su futuro. Las nubes de tormenta en la economía y el horizonte se perciben amenazantes. A pesar de ello, Maduro se exhibe comprometido a preservar lo que el biógrafo Rory Carroll describió recientemente como una "adinerada disfunción".
Maduro carece de plan alguno para enfrentar el terrible índice de delitos, la proliferación de subsidios, la inflación galopante, o la desastrosa pérdida de libertad económica. Revertir la creciente adicción de Venezuela por importación de productos que van desde alimentos a ítems de lujo, la declinación de la productividad, y el crecimiento del endeudamiento aparecen alejados de la capacidad del actual presidente encargado. Y cualesquiera nuevas leyes pensadas en contra del sector privado solo contribuirán a empeorar las cosas.
El escenario más probable para luego del 14 de abril coincide con una erosión extendida de los derechos individuales, tensiones crecientes entre las filas chavistas, y una crisis económica inducida por el socialismo que, con toda probabilidad, acercará a esta nación de treinta millones y rica en petróleo a una espiral creciente de rencor, polarización, malversación económica e inestabilidad potencial. Las lágrimas derramadas en ocasión del velatorio del "Comandante" se transformarán, eventualmente, en lágrimas para llorar la declinación y el desorden de una nación entera.
Bienvenidos a la nueva anormalidad en Venezuela.
* El Doctor Ray Walser es Analista Senior de Políticas para América Latina en el Centro para Estudios de Política Exterior Douglas y Sarah Allison (Douglas and Sarah Allison Center for Foreign Policy Studies), división del Instituto de Estudios Internacionales Kathryn y Shelby Cullom Davis (Kathryn and Shelby Cullom Davis Institute for International Studies), en la Fundación Heritage.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/04/13/venezuela-presidential-election-continuing-the-chavez-decline/