ESTADOS UNIDOS: ROBERT BLUEY

Martin Luther King, Barack Obama y la oportunidad americana

Hace cincuenta años, en Washington D.C., Martin Luther King Jr. compartió su sueño sobre Estados Unidos. Se trataba de una visión que daba "a todos los hijos de Dios" una oportunidad para prosperar.

22 de Enero de 2013

Hace cincuenta años, en Washington D.C., Martin Luther King Jr. compartió su sueño sobre Estados Unidos. Se trataba de una visión que daba "a todos los hijos de Dios" una oportunidad para prosperar. Hoy, mientras recordamos y honramos el legado de King, resulta bastante evidente que millones de americanos están luchando con todas sus fuerzas para poder alcanzar el sueño concebido por King.

El famoso discurso de King -pronunciado ante el Monumento a Lincoln el 28 de agosto de 1963- merece ser leído en su totalidad, pero tenga en cuenta este pasaje en particular:

Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

¿Qué diría King sobre ese pagaré hoy en día? Precisamente, en un día en el que el presidente Barack Obama perfilará su visión para los próximos cuatro Martin Luther Kingaños, una aplastante mayoría de estadounidenses cree que el país va en la dirección equivocada. Cuatro años de soluciones basadas en el gobierno omnipresente han dejado al país sumido en el pesimismo y la desmotivación.

Las políticas de división y de lucha de clases, sobre las que se centró la retórica de la campaña de Obama, son la antítesis del sueño de King.

La agenda de Obama (que probablemente incluirá más gasto insensato, más gobierno y nuevos desafíos a nuestros valores e instituciones) amenaza la mismísima naturaleza del Sueño Americano. El presidente de la Fundación Heritage, Ed Feulner, comentaba tras las elecciones de noviembre: “Durante los cuatro próximos años veremos desarrollarse una batalla decisiva por el alma de Estados Unidos”.

Aunque irónicamente, fue Obama, mientras optaba al cargo de presidente hace cuatro años, el que perfiló una agenda que daba grandes esperanzas a los ciudadanos descontentos. Y sin embargo, desperdició esa oportunidad.

La adopción por parte de Obama  de un gobierno omnipresente a todos los niveles (desde los programas Head Start que, en rigor, retrasan a los niños, o un fallido sistema de educación pública que está creando un nuevo tipo de segregación en las escuelas, hasta las agobiantes regulaciones y unos impuestos más altos para las pequeñas empresas) está causando un gran perjuicio a Estados Unidos.

Obama renueva hoy su ambiciosa agenda con el objetivo de rehacer Estados Unidos. Además, en Washington ya comienzan a desarrollarse debates sobre las normativas relativas a los derechos de posesión de armas, la inmigración, la deuda nacional y un incontable número de otros temas.

Los conservadores deben ponerse a trabajar para salvar a Estados Unidos. Y no será fácil. Obama está transformando su poderoso equipo de campaña en una agresiva maquinaria para cabildear. Además, el presidente no necesitará enfrentarse a los votantes nunca más, lo que le da la posibilidad de aplicar una agenda incluso más radical. Si los cuatro años anteriores fueron difíciles, espere Usted y verá.

Durante todo este proceso, los conservadores se enfrentarán a decisiones tácticas y estratégicas que determinarán el futuro de la república. Habrá gran cantidad de oportunidades para criticar Obama y oponerse a su agenda. Y la supervisión por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos será crucial para mantener a la Administración bajo control. Empezando por el debate sobre el límite de la deuda, los legisladores deben mantenerse firmes en los principios para cuya defensa fueron enviados a Washington por los votantes.

Es igualmente importante que los conservadores articulen una visión positiva de Estados Unidos. Esto es algo que se echó terriblemente en falta durante el año pasado. Oponerse a Obama en cada ocasión no lo arreglará todo. También habremos de explicar cómo nuestras soluciones normativas conllevarán un mejor modo de vida para todos los estadounidenses.

Steve Forbes, durante una reciente visita a la Fundación Heritage, lo expresó de este modo: “Si no tienen una alternativa positiva... van a perder”.

Sin duda, es un gran consejo. Y el punto de partida es recalcar un valor estadounidense fundamental: Estados Unidos es y siempre ha sido la tierra de la oportunidad. Pero no es el gobierno el que crea la oportunidad. La podría redistribuir o regular. Pero al final, lo que hace grande a este país es el trabajo duro y empeño de los americanos.

"El Sueño Americano nos recuerda que todo hombre es heredero de un legado de dignidad", comentó King en un discurso de 1961 en la Universidad de Lincoln. Es el momento de que los conservadores lleven ese mensaje a los compatriotas de todas las clases sociales.

Robert Bluey | Heritage Libertad, The Heritage Foundation