El 'dólar ahorro', adquirido mayormente por empleados públicos

El mes de julio retornó un nuevo máximo en la serie de ventas de dólar ahorro. Registrándose una mayor voracidad por la divisa norteamericana, las operaciones realizadas con la venia de AFIP alcanzaron los US$ 681 millones. Este valor representa un salto del 33% respecto del mes anterior, también plusmarquista.

El denominado 'dólar ahorro' o 'dólar AFIP' nació en enero de 2014, pero sus orígenes son anteriores. El inicio de esto debe rastrearse en la implementación de restricciones a las compras de dólares por parte de particulares, puesto en práctica a partir de noviembre de 2011 a modo de paliativo para un proceso de fuga de capitales en franca aceleración. Esta medida fue bautizada por la opinión pública como el 'cepo cambiario' y generó un mercado informal y paralelo para la moneda extranjera que ganara popularidad bajo el mote de 'blue'.

En el mes de enero del año pasado, tras una abrupta depreciación del signo monetario, una de las medidas que adoptó el Gobierno Nacional en pos de una normalización de las operaciones fue la rehabilitación de las ventas de dólares a ciudadanos particulares para su atesoramiento. Esto se materializó a partir de la Resolución General 3.583/14 de AFIP, en la cual se determinó que -autorización mediante- podrían adquirirse los billetes verdes, desembolsando adicionalmente un 20% por sobre la cotización de la divisa (a cuenta de pagos futuros de impuesto a las Ganancias). Esta percepción impositiva podía omitirse, toda vez que el comprador inmovilizaba en una cuenta bancaria especialmente dispuesta a tal efecto los billetes verdes por un plazo de un año.

Tras dieciocho meses de implementación, el dólar ahorro batió sus récords en todo sentido. No sólo marcó el máximo en ventas, con un total de más de US$ 680 millones en el séptimo mes del año. También marcó el máximo de operaciones realizadas (casi 986 mil transacciones efectivizadas, un 27% más que en junio), y por monto promedio de la operación (US$ 690 por ahorrista en billetes verdes, US$ 29 por operación más que en el mes anterior).

Al analizarse la distribución de las operaciones, se observa un notorio salto en la participación de los empleados en relación de dependencia del sector público, entre los compradores de dólares en el sistema formal. Un 38% de las ventas récord correspondieron a personal empleado en los distintos niveles del estado (un 39% si se considera solamente los asalariados, casi tres puntos porcentuales por sobre el promedio de la serie). En este rubro, la mayor incidencia corresponde a la nómina nacional: dos de cada diez dólares que pasaron a manos de asalariados fueron para empleados públicos nacionales.

En lo que respecta a las variaciones mensuales, puede apreciarse que la tendencia refuerza el crecimiento en las ventas hacia los empleados públicos. En julio, el crecimiento intermensual fue del 39% para los empleados del sector público nacional mientras que la variación del sector privado fue del 31%.

Pensando en los próximos meses, la incertidumbre electoral jugará su partido, por eso esperamos que la ampliación de la brecha entre el tipo de cambio paralelo y el oficial (que supone un subsidio a la compra de dólares al precio oficial) y el apetito por la dolarización de los ahorros dejen nuevos récords en las ventas de dólares a individuos. Se asiste a la agonía de un modelo que ya se muestra irremediablemente agotado.