NARCOTRAFICO & ADICCIONES: JUAN A. YARIA

Argentina: familias contra el 'paco'

Al asistir a pacientes portadores de severos trastornos adictivos (en nuestro caso, ayudamos a personas...

18 de Abril de 2018
(...) La locura del hoy es la asimilación del anonimato y la despersonalización, ante el silencio de todos.

Clínica del Vacío | Massimo Recalcati

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Al asistir a pacientes portadores de severos trastornos adictivos (en nuestro caso, ayudamos a personas que llevan casi treinta años de consumo) o de una iniciación precoz en las drogas, también somos testigos de cómo se destruye el vínculo del individuo con su propia familia. El extendido periplo que culmina en el consumo solitario se explicita como la imagen misma de la soledad de vínculos en los que han caído. De esta manera, cobran forma las hoy llamadas familias multiproblemáticas. Se trata, en rigor, de una suerte de estación de ingreso en las drogas y, a su vez, muta en 'última parada' de no consolidarse un freno al consumo crónico. En el proceso, los vínculos se liquidan, y el hombre se queda sólo, contemplándose en el espejo de su autodestrucción.

En tales familias, es común la presencia de integrantes que exhiben numerosos problemas: algunos han estado en prisión; otros, han padecido la muerte de sus hijos; hay también algún familiar en franca decadencia debido al alcoholismo; se registra una notoria desorganización el lo que respecta a los límites, comunicación y orientaciones humanas; hay un abandono declarado de las funciones parentales; aislamiento; y pobreza material y espiritual de magnitud. La desesperanza hace su ingreso en la vida de la persona, y arriban casi vencidos a la consulta. No creen en el analista/facilitador, del mismo modo en que tampoco creen en sí mismos.

Soledad, drogas, rehabilitación, tratamientoAsí las cosas, el escenario exige instalar una actitud profesional regida por un esfuerzo de empatía y calor humanos. Solo esta aproximación puede generar una oportunidad de esperar y creer, a los efectos de asistir a estas personas para que hallen recursos, muy a pesar de su recurrente vulnerabilidad. Al mismo tiempo, deviene en imperativo apelar al fortalecimiento de apegos y afectos como acción permanente; en consecuencia, lograr abrir a estos pacientes a la posibilidad de tomar parte de grupos de autoayuda, compartiendo con otros que han experimentado idénticos padecimientos. Precisamente: el descubrir la propia experiencia en terceros conduce a una rehabilitación posible. Del mismo modo en que la ayuda para que les sea posible encarar una mejor organización familiar sirve de mucho. Pues, habrá que decirlo: miles de personas se encuentran en esta situación en nuestro país.

Aquellos que cuentan con los recursos necesarios para superar la adversidad (léase: resiliencia) incluso se nuclean en organizaciones de padres. Un remarcable ejemplo de esto está dado por UNIFE, Unión de Madres contra el Paco y Organizaciones Sociales contra las Adicciones. Estos núcles ofrecerán un debate unificador entre padres, entre el 3 y el 4 de mayo próximos en la Provincia de Corrientes. En el ínterin, se peticionará ante las autoridades la eventualidad de tratar a sus hijos, a criterio de prevenir la consolidación de una epidemia. A todas luces, es lícito que el Estado Nacional, por intermedio de SEDRONAR, avale este tipo de encuentros. Y, naturalmente, allí estaremos aquellos que aún estimamos que es plausible hacer frente a la magnitud de la muerte de sentido que consigna la amplificación de la oferta callejera de drogas.

A tal efecto, será útil referirnos al caso de Jorge, quien consume cocaína desde hace ya treinta años -habiéndose iniciado en el consumo a la corta edad de dieciocho años. Interrumpió el consumo, aunque solo perentoriamente; los tratamientos eran, sistemáticamente, abandonados.

La perturbadora problemática habla de hijos que se van quedando en el camino, de padres heridos e incluso portadores de una elevada ansiedad; otros, con accidentes cardíacos o cerebro-vasculares. Los tristes protagonistas de estas historias padecen en extremo, se desgastan y se 'queman' a medida que la enfermedad los arrastra hacia la fase terminal. Son, como apuntábamos renglones arriba, meros espectadores de su propia muerte (y, echando manos de esas palabras, me lo explicaba, in situ, un paciente). La voluntad de la persona que sufre parece desvanecerse por completo. En el caso de Jorge, las fortunas terminaron extraviándose del mismo modo que sucedió con su metabolismo, alterándose éste entre la diabetes, la hipertensión y ataques de bulimia que lo depositan en instancias de sobrepeso. En definitiva, la abolición de las funciones orgánicas naturales (como ejemplos: un índice CPK -creatin-fosfo-kinasa- en extremo elevado, a veces como señal de un desgaste hepático de proporciones; un hígado altamente graso; arritmia cardíaca; etcétera) remiten a la abolición de lo humano. A la postre, todos correrán, desesperados, detrás de abogados, comisarías o salas de emergencia. En el desmoronamiento del autocontrol y de la autogestión, se verifica la desaparición de la propia humanidad.

A la edad de doce años, Oscar incurrió en el consumo de marihuana. A posteriori, llegó la loca carrera hacia el paco (pasta base de cocaína), junto con el alcohol -y este combo lo condujo hacia el abandono de la escuela. La madre se vio obligada a correr detrás de los acontecimientos, mientras nada se sabía del padre -ausente. Es que este último jamás estuvo; poco margen hubo para la construcción de vínculos. Otro caso en donde, para algunos, la paternidad se resume en el aspecto meramente biológico, brillando por su ausencia incluso la donación de apellido y de sentidos, orientación y límites -todo lo cual, entre otras muchas virtudes, consigna la función paterna. Oscar se vio privado de estos incentivos emocionales en una instancia de su vida en la que más los hubiese necesitado: la adolescencia.

En idéntico plano de esa comprometida existencia, se sitúan las mujeres que abusan del consumo de sustancias. Muchas de ellas regularmente se han acercado a una pareja que también consume; realidad en la que conviven el maltrato físico recurrente y el consiguiente trauma psicológico. Como es lógico, una madre que abusa de drogas deviene en una persona eminentemente incapaz de protegerse a sí misma; menos podría hacer lo propio con sus hijos -que, en múltiples ocasiones, son víctimas de violencia intrafamiliar. En esta síntesis, hemos intentado aproximarnos someramente a la cotidianeidad de las familias multiproblemáticas; esas en donde el hijo es, a lo mucho, un 'invitado' a un festín de rechazo y desamparo casi protocolares.


Pensando la prevención

Ha de consignarse que muchos años de menospreciar la prevención como alerta temprana, terminó por depositarnos en el escenario actual -y los costos que tal escenario trae consigo son gigantescos. En numerosos planos: económico, en vidas, deterioro, enfermedades psiquiátricas incapacitantes, sistemas judiciales y penitenciarios poco efectivos. La sociedad argentina ha coqueteado desaprensivamente con el consumo, durante décadas. Obvió alertar e informar sobre el problema desde las escuelas, medios masivos de comunicación, familias, iglesias y empresas privadas. En la actualidad, la totalidad de las mencionadas instituciones acusa un gravoso déficit de prevención. Se ha preferido olvidar que la probabilidad de que un paciente devuelva una respuesta favorable se incrementa, en relación a la duración del tratamiento -y si, por sobre todo, se esmeran en sostenerlo en el tiempo.

El costo de tratar  pacientes con trastornos adictivos es siempre inferior al costo asociado al uso de servicios de salud y social, a la criminalidad y a la enajenación de la administración de justicia. El Estado ahorraría fondos; la ciudadanía ganaría en salud; disminuiría drásticamente el índice de discapacidades y el deterioro de miles de ciudadanos. El país, en definitiva, se garantizaría un capital social y humano invaluable y en condiciones óptimas; provisto que, como es de público conocimiento, ese capital es el verdadero valor agregado de una nación. Hoy, por ejemplo, todos los circuitos académicos coinciden en que una intervención precoz en materia de asistencia, conduce a tasas de abstinencia que, a cinco años, habla de un 50%. En simultáneo, la cesantía laboral se reduce en un 50%, y la criminalidad, en un 30%.

Tras un año de tratamiento profesional, es factible predecir resultados superiores en tres andariveles de la medición: patrones de consumo de alcohol (abstención, problemas y síntomas de dependencia); funcionamiento psicológico (autoeficacia y depresión); y funcionamiento social (participación en actividades sociales, cantidad y calidad de amistades).


Fortalecer a las familias

Las familias que portan consigo estos padecimientos, tras largos años de dolor e indetenible frustración, tienden progresivamente al aislamiento, la fragmentación y la desconfianza -realidad en la que optan por autoexcluírse de cualquier esquema de ayuda. Al cierre, sus integrantes concluyen que solo queda la desesperanza como único sendero, por cuanto no hallan respuestas para sus problemas.

Es menester hablar también, en el ínterin, de individuos que se acercan al final de sus vidas dada la acumulación de tristeza y penas, envueltos en una vorágine en la que prefieren echar las culpas sobre sí mismos. Por esta razón, trabajar con ellos es de una importancia fundamental, tratándose las depresiones crónicas y enfermedades orgánicas que, en rigor, enmascaran un dolor emocional que se ha acopiado durante años. Precisamente, es en la detección de recursos para ayudar a estas personas donde aquellas Madres contra el Paco se destacan. La identidad de la agrupación que las convoca sintetiza un poderoso símbolo de resiliencia y de lucha contra la adversidad: UNIFE.

Gracias a la existencia y el invaluable aporte de sistemas sociales como el referido, los países pueden continuar planificando su destino.

 
Sobre Juan Alberto Yaría

Juan Alberto Yaría es Doctor en Psicología, y Director General en GRADIVA, comunidad terapéutica profesional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Los artículos del autor en El Ojo Digital, compilados en éste link.