La Doctrina Obama, en acción
Un Estados Unidos más pobre, más pequeño, más humilde y menos influyente: tal es la visión de Estados Unidos que sostiene Barack Obama según el escritor Dinesh D’Souza, que disertó el pasado jueves en la Fundación Heritage acerca de su nuevo libro sobre el 44º presidente de la nación: Obama’s America: Unmaking the American Dream (El Estados Unidos de Obama: Deshaciendo el Sueño Americano).
Un Estados Unidos más pobre, más pequeño, más humilde y menos influyente: tal es la visión de Estados Unidos que sostiene Barack Obama según el escritor Dinesh D’Souza, que disertó el pasado jueves en la Fundación Heritage acerca de su nuevo libro sobre el 44º presidente de la nación: Obama’s America: Unmaking the American Dream (El Estados Unidos de Obama: Deshaciendo el Sueño Americano).
El incisivo análisis del libro llega a muchas conclusiones sobre la Doctrina Obama que son similares a las de los documentos de la Fundación Heritage.
Muchas de las medidas y normativas de Obama pueden parecer incompresibles viniendo del líder de la nación más poderosa del mundo. Por tanto, a 
menudo se atribuyen a su torpeza e ineptitud. Sin embargo, según D’Souza, este es un presidente que no buscaba el más alto cargo del país para conservar la grandeza y el liderazgo americanos. En cambio, la principal filosofía inspiradora de Obama está profundamente enraizada en el anticolonialismo.
D’Souza ve al presidente como alguien que está empeñado con éxito en una visión oculta por la retórica política para la mayoría de los americanos que votaron por Obama. Desde la perspectiva de Obama, comenta D’Souza, Estados Unidos es demasiado rico, consume demasiado de los recursos del mundo, es demasiado fuerte en términos militares y tiene que ser reducido a su lugar adecuado entre aproximadamente las ocho principales naciones del mundo. “Él quiere…un Estados Unidos en declive de modo que otras naciones se puedan subir”.
En términos de política interior, esto explica por qué el presidente ni siquiera se ha inmutado mientras la deuda nacional se dispara en billones. Si la aplastante carga de esta deuda causa un declive nacional, toda la responsabilidad será suya. Y en términos de política exterior, ese análisis explica cuestiones como:
· ¿Por qué Obama parece alinearse frecuentemente con los rivales de Estados Unidos y oponerse a sus aliados? Un ejemplo sorprendente es la decisión de la administración Obama de cancelar el acuerdo con Polonia para la defensa antimisiles adoptado por la administración Bush. Mientras tanto, el presidente fue cazado por una cámara diciéndole al presidente ruso Dmitri Medvédev que dispondría de “mayor flexibilidad” tras las elecciones de noviembre. Otro ejemplo es el respaldo de la administración a Argentina en su disputa con Gran Bretaña sobre las Islas Malvinas, un giro de 180 grados en la posición política de Estados Unidos. Los dictadores del Medio Oriente han sido derrocados, pero enemigos como Irán y Siria reciben un tratamiento permisivo.
· ¿Por qué la administración se empeña en desmontar el arsenal nuclear de Estados Unidos mientras otras naciones están o bien manteniendo los suyos o bien aumentándolos? El presidente ve nuestro arsenal nuclear como la mayor amenaza global, no el de Rusia, ni el de Corea del Norte ni el de Irán. La Cumbre de Seguridad Nuclear de 2010 del presidente fue una reunión exclusivamente de aliados de Estados Unidos, pues Irán y Corea del Norte ni siquiera fueron invitados.
Como se ha descrito por parte de expertos de la Fundación Heritage y otros analistas, la Doctrina Obama surge de forma natural de esta visión anticolonialista del mundo. Sus principios incluyen un acercamiento humilde al mundo y una mayor dependencia de tratados y organizaciones internacionales para abordar crisis y amenazas globales a nuestra seguridad. Pone énfasis en los instrumentos del “poder blando”, tales como la ayuda internacional, por encima del poder militar y aspira a un papel internacional más comedido por parte de Estados Unidos.
El problema es que la Doctrina Obama no tiene sus raíces en el mundo real, que ciertamente no será un lugar más seguro como resultado de la reducción el poder americano. El período de preeminencia americana es uno de los más estables y ciertamente uno de los más prósperos que el mundo ha conocido. Este país es excepcional, merece la pena conservar sus alianzas y su posición moral frente a la agresión y la opresión internacionales tiene que seguir siendo un faro para el mundo.
La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.
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